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José Altuve y Carlos Correa, una combinación insuperable en las Grandes Ligas

Carlos Correa y José Altuve han sido durante un lustro una de las combinaciones de SS y 2B más prolíficas de MLB. Andrew Dieb/Icon Sportswire

Incluso hoy en día, en una era en la cual se producen cambios en todos los aspectos de la liga, sigue siendo vitalmente importante contar con un cuadro interior con fortaleza.

Claro, los cambios y otros ajustes en posicionamiento defensivo han reducido la necesidad de contar con un rango excepcional en el cuadro. Sí, es cierto que los ponches están aumentando a cifras más altas que nunca, reduciendo el número de pelotas en juego. Cierto es que los bateadores están haciendo mayor énfasis en levantar la pelota, reduciendo así las oportunidades totales para jugadas dentro del cuadro. Y, sí, hemos visto que los segundas base y campocortos están teniendo menor acción de lo que solían ver.

El béisbol se encuentra en un periodo de transición. Eso no es secreto para nadie. Sin embargo, las posiciones interiores en el cuadro siguen siendo altamente cotizadas. Hay cada vez menos jugadores disponibles que puedan jugar de forma regular en el medio, por ende, los equipos que cuentan con fortaleza en dichas posiciones tienen una ventaja amplia por encima de sus rivales.

Vale la pena considerar, entonces, cuáles equipos parecen contar con mayor solvencia en las dos posiciones; queremos entonces decir que evaluaremos ambas posiciones como un todo, tomando todos los factores en cuenta. No sólo se trata de ofensiva y tampoco de defensiva. He escogido lo que considero son las cinco mejores combinaciones de doble play que podemos ver en las Grandes Ligas en 2018.

Como referencia, revisé los números históricos de triunfos sobre jugadores de reemplazo (WAR, por sus siglas en inglés) que se encuentran en la Web FanGraphs. En 2017, la mejor combinación para doble play la representaron José Altuve y Carlos Correa de los Astros de Houston. En 2016, la mejor combinación para doble play fue la de... José Altuve y Carlos Correa de los Astros. Basándonos en eso, podrían adivinar cuál es la mejor combinación de 2018. Y tienen toda la razón. A veces, el béisbol hace las cosas sumamente fáciles.

Entonces, pido disculpas a Xander Bogaerts y, eventualmente, a Dustin Pedroia. Igualmente, me excuso con Jean Segura y Robinson Canó. Además, mis disculpas a Corey Seager y quien esté jugando en la intermedia de los Dodgers de Los Ángeles en un día cualquiera. El proceso de selección no fue sencillo, pero tuve que imponerme un límite de cinco parejas. Esa fue la regla que me puse para este ejercicio. Aquí vamos.

1. 1. Astros de Houston: José Altuve y Carlos Correa

A veces, el béisbol dificulta las cosas. ¿Quién es el mejor pitcher hoy en día en los diamantes? Podríamos abogar con argumentos convincentes por tres, cuatro y quizás hasta cinco nombres. Hay otras preguntas a las cuáles el béisbol nos ayuda a responder de forma mucho menos difícil. ¿Quién es el mejor jugador de este deporte? Es Mike Trout. No hay otra opción, y quien trate de buscar otra opción está pensando demasiado.

Esta es una lista de cinco equipos y 10 peloteros. Esta fue la única selección por la cual tuve que hacer un proceso de reflexión. Ahora y por lo que queda de temporada, Altuve es el mejor camarero del béisbol. Se puede debatir que Correa es el mejor campocorto del béisbol. En consecuencia, es obvio que los Astros cuentan con la mejor combinación para doble play. Incluso, si prefieren a otro campocorto, pues bien, ese pelotero juega junto a un segunda base vastamente inferior. No es culpa del shortstop. Ni siquiera es culpa del camarero. Altuve ha logrado convertirse en una especie de milagro del béisbol.

Lo que sí cuesta creer es que Altuve aún no ha cumplido 28 años y que Correa tiene 23. Joey Lucchesi acaba de ascender con los Padres. Es un abridor novato con efectividad de 1.66. Es 15 meses mayor que Correa. Este artículo trata sobre las mejores combinaciones de 2018. ¿Se atreven a adivinar cuál será la mejor combinación de 2019?

2. 2. Nacionales de Washington: Daniel Murphy y Trea Turner

Volviendo al tema del cual hablamos antes, el béisbol nos hace fácil poder identificar a la combinación número 1 para doble play. Es mucho más difícil identificar cuál es la número 2 porque hay una separación mucho menor. El colocar a Murphy y Turner en el segundo lugar representa cierta apuesta de mi parte porque Murphy no ha jugado aún, como consecuencia de una cirugía a la cual se sometió en octubre para reparar una microfractura. Murphy podría volver con una movilidad comprometida y podríamos asumir, con lo poco que sabemos, eso podría tener un poderoso efecto negativo en su actuación. Aunque, bien, la movilidad nunca ha formado parte fundamental del juego de Murphy. Su juego depende de su destreza para chocar la pelota con su bate y, la última vez que la vimos, aún tenía aspecto de estrella en ese sentido.

Murphy, obviamente, ha tenido un renacimiento ofensivo en esta etapa de su carrera, lo cual me hace pensar en Zack Cozart. Cuando Cozart comenzó a producir al plato, dijo que simplemente se le había instruido a intentar batear la pelota más fuerte. Cuenta con el control en su bate para lograrlo. Pocas personas se asombrarán de la habilidad atlética de Murphy, pero allí es donde llega Turner.

Turner aporta un tipo muy diferente de valor y si bien se encuentra lejos de ser un cero a la izquierda a la ofensiva, es mejor defensor que Murphy, siendo uno de los mejores corredores de bases en las Grandes Ligas. No hay muchos peloteros que puedan hacer esto de forma significativa para así hacer un aporte fundamental como corredor. El tiempo que pasa Turner en circulación entre las bases vale aproximadamente un triunfo para los Nacionales por sí mismo. De cierta forma, es fácil que esto pase por debajo de la mesa porque los Nacionales cuentan con tantas estrellas en otras posiciones.

3. Orioles de Baltimore: Jonathan Schoop y Manny Machado

Para mí, siempre es difícil poder confiar en peloteros de la talla de Schoop, que se ponchan en cantidades mucho mayores que su cifra de boletos. No es que sea imposible que ellos tengan éxito al plato, aunque tienen menor margen para el error y eso puede ser indicativo de una mala forma de trabajar con el madero. Al momento de redactar la presente nota, Schoop batea para .230 con un boleto y 19 ponches. Por otra parte, Schoop es capaz de hacerle esto doing this a una pelota de béisbol. Eso incrementa el margen de error. Y si bien Schoop no me convenció por completo con lo logrado por él durante la totalidad de una temporada en 2017, pues bien, estoy mucho más convencido con Machado.

Durante un par de años, he estado esperando que Machado tenga su momento de convertirse en otro Trout. Me he preguntado si es capaz de alcanzar todo el potencial de sus destrezas. Siendo realistas, quizás sea pedir demasiado. Machado no tiene la disciplina que se puede ver en la élite de la liga y batea demasiados elevados. No creo que Machado llegue a convertirse en un pelotero con calibre ofensivo para ganar el Más Valioso. Sin embargo, podría ser capaz de ganar credenciales de MVP si sus increíbles movimientos en la antesala pueden ser trasladados al campocorto. ¿Cuál es la verdadera diferencia entre Machado y Correa, aparte de un par de años de diferencia?

Sospecho que Machado será capaz de dejar atrás su año de dificultades. Ya ha tenido un inicio prometedor. Si Machado logra terminar la temporada en el mismo lugar en el cual la ha iniciado, pues, esa es una interrogante que no soy capaz de responder.

4. Angelinos de Los Ángeles: Ian Kinsler y Andrelton Simmons

Los Angelinos podrían contar con la mejor defensiva en colectivo de todas las Grandes Ligas, y eso se debe en gran medida a los aportes de Kinsler y Simmons. Si bien Kinsler ya casi tiene 36 años, sigue colocándose como un segunda base defensivo de élite, mientras que Simmons arma sus argumentos para ser considerado en un futuro como uno de los mejores campocortos defensivos de todos los tiempos. Sólo en lo que respecta a su trabajo con el guante, los Angelinos cuentan con mucha fortaleza en el cuadro interior. Sin embargo, vaya que pueden batear. Es mucho mejor cuando los hombres con el guante también pueden hacer la labor con el madero.

Entre 2015 y 2017, el wOBA de Kinsler ha fluctuado de .335 a .356 hasta .313. Eso sugeriría que pudo haber llegado a su pico productivo. Basado en el registro de pelotas bateadas de Statcast, sin embargo, el wOBA esperado de Kinsler ha pasado de .312 a .329 hasta .334. Eso sugeriría que ha mantenido su calidad. Se podría decir que Kinsler no envejece.

En 2017, Simmons redescubrió el bateo de poder que los Bravos trataron de reducirle en sus entrenamientos. Simmons siempre ha podido hacer mucho contacto, aunque lo convirtió en contacto para ligar extrabases, de manera similar a lo hecho por Daniel Murphy, aunque en menor medida. El béisbol de hoy recompensa los elevados y Simmons comenzó a batear para mayor cantidad de elevados. No es un excelente bateador y dudo que pueda llegar a serlo. Sin embargo, si se mantiene dentro del promedio, sería entonces un bateador promedio con defensiva de élite. Eso lo convierte en un campocorto que juega a diario sumamente excepcional.

5. Indios de Cleveland: Jason Kipnis y Francisco Lindor

En este caso hay cierta volatilidad involucrada. En 2015 y 2016, Kipnis era un segunda base a nivel de All-Star. En 2017, pasó a ser un desastre. A principios de 2018, ha bateado para .164. Siendo honestos, esta combinación se encuentra en la lista casi exclusivamente debido a la calidad de Lindor. Esta combinación es buena porque una mitad de esta alcanza la grandeza. Si Kipnis llegase a remontar, los Indios podrían llegar a amenazar a los Astros en estos rankings. Si José Ramírez pasara nuevamente a la intermedia, los Indios podrían amenazar a los Astros. Lo que sí sabemos es que Lindor es un pelotero asombroso. Lo que ocurra en la segunda base queda dentro de un signo de interrogación.

Lindor tuvo una temporada completa sumamente graciosa. Luego que su promedio de rodados decayera en la importante cifra de 10 puntos porcentuales, bateó 33 cuadrangulares, lo cual es mucho mayor a lo que hubiese podido predecir cualquiera que haya visto a Lindor jugando en Ligas Menores. Restando su poder, el WAR de Lindor apenas pasó de 5.6 a 5.9. El poder se concretó sacrificando algunos sencillos, y Lindor retrocedió un paso a la defensiva. Sin embargo, su guante no me preocupa y creo que la evolución ofensiva es evidente: Lindor se ha mostrado fuerte con dos formas de trabajo distintas. Sigue habiendo espacio para la mejoría y Lindor debería convertirse en candidato permanente al Más Valioso.

No sé lo que hará Kipnis. No sé si Ramírez cambiará de posición. Esas son preguntas que sólo el tiempo podrá responder. Nadie necesita de mayor tiempo para entender la clase de talento de Francisco Lindor. Todo el mundo debería ya entender de quién se trata.