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Jerry Crasnick | Escritor Senior de ESPN 6y

Trevor Bauer dice lo que piensa -- y eso es algo bueno

El acercamiento novedoso de Trevor Bauer al béisbol se manifiesta en elecciones de palabras que normalmente no aparecen en un camerino de Grandes Ligas. Algunos lanzadores encuentran mentalmente agotador el adoptar el concepto de "velocidad de giro''. Bauer es el único que pasará la temporada baja intentando agarrar un slider y preocupado por el "flujo laminar'' y la "fuerza Magnus'' requerida para hacer que el lanzamiento cumpla su propósito.

La innovadora visión de Bauer estaba destinada a convertirlo en una persona solitaria, pero para su consternación, eso le ha ganado una designación aún más notoria como el lastre dentro de la camaradería del camerino. Desde sus días como lanzador estrella en UCLA y seleccionado en la primera ronda del draft de 2011, ha leído y escuchado que es distante y un poco deprimente. En lugar de preocuparse por la caracterización o ponerse a la defensiva, hizo lo que usualmente hace cuando enfrenta un problema: Lo convirtió en un proyecto de ciencia.

"Me encanta la dirección y una respuesta'', le dijo Bauer a ESPN.com. "Me gané esta reputación de ser un mal compañero, pero nadie vino donde mí a decirme la razón. Así que hace un par de años atrás, fui y le pregunté a cinco o seis de mis compañeros, '¿Qué es lo que hace que sea un mal compañero?' Y no recibí una respuesta directa. O bien no querían decírmelo en mi cara o no sabían la respuesta.

"Así que tuve que intentar encontrar la respuesta por mí mismo, y una de las cosas que encontré es que soy callado. Si estoy alrededor de gente que no conozco bien - si estoy en una barra o compartiendo con un grupo de personas que no conozco o lo que sea - me mantengo callado. No digo mucho. Escucho. Observo. Observo mucho.

"Debido a que fui seleccionado en un turno alto, tengo la reputación de ser presumido, como si fuera demasiado bueno para esta persona o esta otra persona. Ese no es el caso, pero aprendí que tenía que hablar más. Así que ahora bromeo con la gente todo el tiempo, 'Cuando no decía nada, yo era malo. Pero ahora que digo lo malo que eres, soy bueno'. ¿Cómo eso hace sentido?''

A medida que Bauer aumenta su perfil al lanzar mejor en el montículo, se está saliendo más de su capullo y abrazando su entorno. Lanzar una pelota de béisbol es la misma búsqueda solitaria que siempre ha sido. Pero en los cuatro días que pasan entre sus salidas, es reconfortante para Bauer saber que ya no está en una isla.

Los números dan testimonio del crecimiento profesional de Bauer. Logró grandes avances el año pasado, con 10.0 ponches por cada nueve entradas, la mejor cifra de su carrera, un WAR de 3.2 y 17 victorias - un número que él considera totalmente irrelevante. Entrando a su salida del miércoles en la noche ante Jon Lester y los Cachorros en el Progressive Field, Bauer va por buen camino con efectividad de 2.67, WHIP de 1.11, OPS de los rivales de .622, y 27 ponches en sus primeras 20 entradas.

El ascenso de Bauer, junto al desarrollo de Mike Clevinger, pone a la rotación de Cleveland en una conversación en el mismo grupo con las de Houston, Washington, Boston y Arizona como una de las mejores en el deporte. De todos esos grupos, nadie se acerca a la diversa gama de personalidades que se encuentran bajo un solo techo en el camerino del Progressive Field.

Corey Kluber, el as de la rotación de Cleveland, parece tan libre de emociones que al verlo uno no sabe si se acaba de ganar la lotería o acaba de saber que es objeto de una auditoría por el IRS. Los Indios describen a Kluber como un bromista sigiloso, pero los fanáticos nunca se darían cuenta de ello al verle con su rostro de piedra en la ceremonia de presentación en el Juego de Estrellas o reaccionando a su anuncio del premio Cy Young sin un asomo de sonrisa en su rostro.

El estoicismo de Kluber' se ve compensado por la actitud despreocupada de Carlos Carrasco, quien es eminentemente accesible y transmite la misma sensación de alegría cuando completa una blanqueada de juego completo o cuando pasa el examen de ciudadanía de EEUU. Carrasco tiene por apodo "Cookie'', que le fue dado por el excerrador de los Indios Chris Pérez en 2011, luego que Carrasco celebrara una victoria 1-0 en el Yankee Stadium con una merienda de leche con galletitas. Y le cae como anillo al dedo.

Bauer (la pronunciación en inglés rima con "dour") es el miembro complejo y cargado de contradicciones del grupo de los Tres Grandes de Cleveland. Es apasionado pero reservado por fuera, un antiguo ingeniero mecánico en un mundo poblado más por hacedores que por pensadores profundos. En un minuto él se está lamentando por todas las críticas que recibe por ser tan franco. Pero luego responde a todas las preguntas de la entrevista como si le hubiesen inyectado un suero de la verdad.

"La gente tiene una impresión errónea sobre mí'', dijo Bauer. "Ellos piensan que soy elitista o vanidoso o lo que sea. Pero soy una buena persona. Me ocupo de mis amigos y de mi familia. Soy de buen corazón. Soy una mejor persona que muchas de las personas que me rodean, Me van a criticar por decir eso, pero es cierto''.

Dos actos de caridad por debajo del radar son testamento del desprendimiento de Bauer. Como entusiasta de la tecnología y ávido piloto de drones, vigila a otros miembros de la fraternidad y se angustió al saber que un conocido en línea perdió su casa en un incendio durante la temporada baja. Así que Bauer reunió $17,000 en computadoras y equipo de cámara y se lo envió al hombre para que pudiera ordenar su vida y comenzar a ganar ingresos nuevamente.

En 2016, un periodo turbulento en el que los agentes de la ley estuvieron bajo asedio en EEUU, la conciencia social y el lado benévolo de Bauer se unieron y compró una suite para 26 policías que estaban en Cleveland para la Convención Nacional Republicana.

Al Bauer ser Bauer, el enfoque convencional nunca es suficiente. Luego de transar por $6.525 millones en arbitraje salarial este año, se comprometió a devolver algo. Así que creó una campaña titulada "69 Days of Giving (69 Días de Dar)'', marcada por promesas diarias personales de $420.69 y una gran donación final de $69,420.69 a una organización benéfica de su elección. La referencia a la broma y a la marihuana fueron parte de su plan.

"Si yo digo que voy a donar $100,000 a organizaciones benéficas, todo el mundo va a decir, 'Oh, que cool', pero nadie lo va a reportar'', dijo Bauer. "Pero tan pronto como le agrego números desagradables como el 69 y 420 a eso, y digo en un artículo que lo estoy haciendo para burlarme de lo establecido, entonces, la gente le hará caso porque dirán, 'Eso es gracioso', y atrae más atención. Así que ahora es una historia nacional en lugar de ser solo una historia de una hora donde todo el mundo se olvida de ella''.

En un momento en el que muchos atletas ofrecen citas limpiadas por temor a entrar en controversias, Bauer es refrescantemente valiente acerca de desafiar las figuras de autoridad en el béisbol. El año pasado, criticó al jardinero de los Medias Blancas Avisaíl García por criticar su selección de pitcheos durante una confrontación directa. Dos veces en un periodo de un mes en la pasada primavera, apuntó hacia MLB por alegamente haberlo censurado en Twitter y hacer su vida más difícil con las nuevas reglas de ritmo de juego de Rob Manfred, que "eran una mi....".

Las fuertes opiniones políticas de Bauer lo llevaron al centro de una controversia en Twitter en febrero de 2017, pero su presencia en las redes sociales también proporciona un foro para su irónico sentido del humor. Si no está utilizando una peluca azul en apoyo al equipo de baloncesto de Duke University, se está burlando del color de pelo platinado que lució el torpedero puertorriqueño de Cleveland Francisco Lindor al llegar a los entrenamientos primaverales.

Tiene el poder de observación de un escritor y la sensibilidad de un artista. El verano pasado, Bauer y Carrasco comenzaron a jugar con pelotas de béisbol y tazas de Gatorade en el dugout, y nació una sensación. Sus mini cabezas de béisbol que destacaban las peculiaridades de sus compañeros de equipo se convirtieron en una fuente de unión y entretenimiento entre los fanáticos de la Tribu.

Los Indios han notado que Bauer ya no toma cada hit de un rival como una afrenta personal. Ha demostrado su disposición a participar en las reuniones en la barandilla del dugout y a responder pacientemente a las preguntas durante los partidos mientras sus compañeros de equipo le arrojan semillas de girasol. Y cuando alguien más está siendo entrevistado, él se une a los que lanzan.

"Ha hecho algunos ajustes en el camino, y nosotros lo hemos intentado también, y pienso que está funcionando bastante bien'', dijo el manager de los Indios Terry Francona. "No creo que tratemos de moldear a la gente a que sean algo que no son. Mientras se presenten, trabajen duro, sean buenos ciudadanos y buenos compañeros de equipo, nosotros dejaremos que sigan siendo lo que son''.

El tema primordial es el deseo de Bauer de utilizar cada posible ventaja. Cuando llegó a Cleveland mediante intercambio desde Arizona a finales del 2012 y ensalzó los beneficios de los tiros largos desde una distancia de 420 pies o utilizar audífonos durante sus sesiones de bullpen, fue fácil marcarlo como un iconoclasta o alguien raro. A medida que el béisbol se cautiva más por la analítica y los métodos innovadores de entrenamiento, él luce como alguien que está adelantado a todos.

Nadie en el camerino de Cleveland va a cuestionar el fuego competitivo de Bauer. Quedó demostrado durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2016, cuando se cortó el dedo en un accidente con un dron y sangró en todo el montículo del Rogers Centre en una salida abreviada ante los Azulejos. Durante una larga y profunda entrevista con SportsTimeOhio y MLB.com a principios de este mes, Bauer compartió su deseo temprano de ganar - miren esto -- ocho premios Cy Young en su carrera.

"No tiene miedo'', dijo el relevista de los Indios Andrew Miller. "Lo vieron cuando tuvo esa lesión y comoquiera lanzó en Toronto. Él quiere tener siempre la pelota, y eso es algo impresionante. Pienso que ese es uno de los mayores obstáculos para los jugadores jóvenes. Yo pasé por eso. Es tener confianza y querer salir a competir allá afuera cada vez. A él no le faltan esas ganas nunca. Y eso me rinde dividendos''.

Durante la etapa más joven, de mayor voluntad pero socialmente incómoda de Bauer con los Diamondbacks, el receptor Miguel Montero lo reprendió por rechazar señales y no escuchar los consejos de los veteranos. Pero gradualmente ha ido desarrollando una buena relación con los receptores de los Indios Yan Gomes y Roberto Pérez.

"Me tomó un tiempo entender lo que estaba tratando de hacer y ponerme en sintonía'', dijo Pérez. "Hombre, él está a veces en otro mundo. Pero estoy contento de haberlo conocido como lanzador y saber lo que le gusta lanzarle a un bateador y conocer su plan de juego. Ha sido divertido''.

Para Bauer, el compromiso nunca se confundirá con la convencionalidad. Cuando los lanzadores de Cleveland se dirigen en masa al bullpen para observar las sesiones de trabajo de los otros serpentineros, Bauer es el único que lleva consigo un tubo de ejercicios en su hombro. Sus compañeros han aprendido a respetar sus idiosincrasias, pero todavía provoca miradas inexpresivas cuando se sumerge demasiado en las métricas.

"Yo no quiero hablar de eso'', dijo Carrasco cuando se le preguntó por el amor de Bauer por las analíticas avanzadas. "Me vuelve loco''.

Tres años en UCLA y ocho temporadas de béisbol profesional le han enseñado a Bauer el valor de ver los puntos de vista divergentes en un camerino. Los ajustes requeridos para ser parte de una atmósfera productiva en el lugar de trabajo son tan desafiantes como el tiempo que pasó en la facilidad de entrenamientos Driveline en los suburbios de Seattle en la temporada baja, intentando entender como operaba un deslizador de bebé que rebotaba.

"Pienso que si el camerino estuviese lleno de personas como Trevor Bauers, no sería tan productivo como si estuviera lleno de personas como Kluber, Carrasco, Clevinger, Bauer, [Josh] Tomlin y todos los otros jugadores'', dijo Bauer. "Obviamente, se necesitan diferentes personalidades. Necesitas diferentes formas de hacer las cosas. Diferentes experiencias. Diferentes enfoques.

"Solo en la vida en general, a la gente le gusta sentirse parte de una causa o algo más grande que ellos. Se siente solitario si eres solo tú. Lo sé por mí, personalmente, cuando siento que realmente le estoy desempeñando lo suficientemente bien para ser considerado parte del grupo, y eso me hace mucho más dispuesto y capaz de interactuar como si fuera parte del grupo''.

De forma singular, la carrera de Bauer está en alza, pero la transición de ser un paria a uno más de la pandilla es casi igual de gratificante. Él ha descubierto que sus logros significan más, y sus días en el estadio son más satisfactorios, cuando está rodeado de amigos.

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