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Sin Bumgarner y Cueto, rotación de Gigantes es ordinaria

Sin Madison Bumgarner ni Johnny Cueto, la rotación de los Gigantes luce menos que ordinaria. Getty Images/Thearon W. Henderson

Como han podido, los Gigantes de San Francisco se han mantenido a flote sin Madison Bumgarner desde el inicio de la temporada regular y sin Johnny Cueto desde finales de abril, pero no ven la hora en que los dos pilares de su rotación regresen.

Los Gigantes están a dos juegos del primer lugar en la División Oeste de la Liga Nacional, pese a tener una de las peores rotaciones en Grandes Ligas, no sólo en la actual campaña sino desde 2016, en juegos en los que no abren Bumgarner o Cueto.

Desde la temporada 2016, los Gigantes están 17 juegos arriba de .500 en partidos en los que Bumgarner y Cueto saltan a la loma. La efectividad combinada entre ambos es de 3.12 con un promedio de cuatro ponches por cada base por bolas que regalan y un promedio de seis entradas y dos tercios por apertura.

Cuando otros lanzadores abren desde 2016, San Francisco está 41 juegos por debajo de .500 y esos abridores tienen efectividad de 4.75 con 2.4 ponches por cada pasaporte que regalan y su duración en la loma es de un inning menos que Bumgarner y Cueto.

Los Gigantes tienen marca de 65-48 desde 2016 con Bumgarner y Cueto, mientras que con otros lanzadores, ese récord es de 111-152.

Esta noche, ante los Cachorros de Chicago, el turno de saltar a la loma es de Ty Blach, quien ha contribuido a los problemas de la rotación californiana con sus problemas para registrar salidas de calidad.

Blach ha trabajado cinco o menos entradas en siete de sus 11 salidas en la actual campaña, total más bajo en Grandes Ligas empatado con Matt Moore y Homer Bailey.

Los Gigantes enfrentan problemas serios en su staff de pitcheo sin sus dos pilares y aunque la irregularidad de los rivales en el Oeste de la Nacional les ha ayudado a mantenerse en la pelea, la efectividad que tenía Cueto (0.84) hasta antes de sufrir una lesión en el codo y la que tiene Bumgarner en su carrera (3.01 y 2.91 desde 2013) son difíciles de pasar por alto.