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Enrique Rojas | ESPN Digital 6y

El mejor lanzador de Grandes Ligas ya es Max Scherzer, no Clayton Kershaw

El maravilloso pitcher zurdo Clayton Kershaw regresa de la lista de lesionados en medio del mejor momento de los dodgers de Los Angeles esta temporada para medirse a los Filis de Filadelfia en el último encuentro de una serie en Chavez Ravine.

Kershaw (1-4, 2.86) no ha lanzado desde el primero de mayo debido a una tendonitis en el bícep de su brazo izquierdo. En su octava apertura del año, enfrentará al derecho Aaron Nola (6-2, 2.27), quien está teniendo la mejor temporada de su joven carrera.

Con cuatro largos meses aún por jugar en el calendario de la serie regular, Kershaw aún puede recuperar el tiempo perdido y ayudar a los Dodgers a conquistar un sin precedentes sexto título consecutivo en la División Oeste de la Liga Nacional y, quizás, a ganar un partido más que la temporada anterior, cuando el club californiano perdió su primera Serie Mundial desde 1988 en un séptimo y decisivo choque contra los Astros de Houston.
Los Dodgers han ganado 10 de sus últimos 13 juegos para colocar su marca general en 26-29 y acercarse a 3.5 juegos del primer lugar, que ocupan los Rockies de Colorado (30-26). En el fin de semana, Los Angeles y Colorado se enfrentarán en tres ocasiones en el Coors Field de Denver.

Kershaw, un triple ganador del premio Cy Young con promedio de efectividad de 2.37 en 11 años en las ligas mayores, es uno de los mejores lanzadores de la historia y un sólido candidato para entrar al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, pero debido a las lesiones que recortaron su presencia en el box en las últimas cuatro temporadas, es un hecho que ya fue destronado del puesto "no oficial" de mejor lanzador del béisbol.

Ese título por el momento pertenece al derecho Max Scherzer, de los Washington Nationals.
Scherzer, también ganador de tres Cy Young-- incluyendo los últimos dos del viejo circuito-- lanzó ocho ceros el miércoles para poner su marca en 9-1, con efectividad de 1.92 y 125 ponches en 79.2 entradas. El derecho es líder de la Liga Nacional en salidas, triunfos, bateadores enfrentados (320), entradas y ponches. Es segundo en efectividad (Jacob deGrom, de los New York Mets, tiene 1.52) y tercero en WAR (2.9).

Asombrosamente, Scherzer está teniendo un mejor arranque que en los dos años anteriores, cuando conquistó el Cy Young, en ruta a convertirse en el primer ganador de tres estatuillas al mejor lanzador en cualquiera de las dos ligas desde que el zurdo Randy Johnson, un miembro del Salón de la Fama, ganara cuatro al hilo en la Nacional entre 1999 y 2002.

Desde que llegó a los Nacionales como agente libre, Scherzer, quien ganó el Cy Young en la Liga Americana en 2013, tiene foja de 59-26, efectividad de 2.67 y 948 ponches en 737.1 entradas (11.6 K por 9 IL) en 110 aperturas. Promedia 33 aperturas y 218 entradas anuales y proyecta igualar o superar esos números este año.

Kershaw ganó el Cy Young en 2011, 2013 y 2014, quedó tercero en 2015, quinto en 2016 y segundo de Scherzer el año pasado. ¡Maravilloso! Pero no suficiente para impedir que "Mad Max" lo destrone del primer puesto entre todos los serpentineros de las ligas mayores. Y la razón, más que desempeño, es por salud y tiempo en el terreno.

Por diferentes molestias, Kershaw solo pudo abrir 30 más juegos y lanzar al menos 200 innings en una de las cuatro temporadas anteriores. Este año, cuando su recta promedio es de 91.0 MPH (el más bajo de su carrera), ha permitido siete jonrones en siete salidas y 8.2 hits por cada nueve episodios, también sus peores estadísticas desde el 2009.
En las últimas tres temporadas, Scherzer tiene 45-14, efectividad de 2.62 (148 carreras limpias en 508.0 entradas) y 672 ponches en 77 salidas. Kershaw tiene 31-12, efectividad de 2.13 (87 carreras limpias en 368.0 innings) y 422 ponches en 55 aperturas.

No hay ninguna razón para pensar que si se mantiene alejado de molestias importantes, Kershaw seguirá siendo dominante. Estamos hablando de un siete veces Todos Estrellas con cuatro títulos de efectividad y los promedios de carreras limpias (2.37) y WHIP (1.00) más bajos desde 1920 entre lanzadores abridores con al menos 1,500 entradas trabajadas.

Pero en este específico momento de la vida, más por salud y consistencia que por dominio, Scherzer ha destronado a Kershaw como el pitcher #1 de las Grandes Ligas.

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