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El staff de pitcheo de los Astros de Houston se divide en dos grupos que, a últimas fechas, son luz y sombra. Mientras a la rotación no se le puede tachar de otra forma más que de intransigente por el desempeño a ritmo histórico que ha marcado en la actual campaña, el bullpen de la novena texana ha lucido terrenal. En 2018, el grupo de abridores de los Astros, formado por Justin Verlander, Gerrit Cole, Dallas Keuchel, Lance McCullens Jr. y Charlie Morton, ha lanzado de forma tal que, prácticamente, mantienen limpias las almohadillas en sus salidas. De acuerdo a ESPN Stats & Information, como grupo, la rotación de Houston registra 0.98 de WHIP (bases por bolas y hit por entrada) y 10.4 ponches por cada nueve innings, cifras que están por debajo de las marcas en esos renglones en la Era de la Pelota Viva (Live Ball Era) y que son de 10.7 y 10.1, respectivamente. La efectividad del grupo de abridores texanos en 2018 es de 2.58 y coquetea con el récord de 2.43. Verlander se erige como el líder de la rotación de Houston con la mejor efectividad (1.24) y WHIP (0.72) del grupo, mientras que el mejor promedio de ponches por cada nueve entradas pertenece a Cole con 12.78. Verlander tiene 10.72 ponches por cada nueve innings. En contraste, los relevistas en Houston perdieron la brújula en la última semana. En los primeros 52 partidos del calendario regular, el bullpen registró 2.63 de efectividad, 1.05 de WHIP y toleró 10 cuadrangulares. En los últimos ocho partidos, esas cifras son de 5.06, 1.39 y seis jonrones, respectivamente. Aunque no es responsabilidad única de los relevistas, los problemas del bullpen se han reflejado en los resultados de los Astros, que han ganado sólo cinco de sus últimos ocho encuentros, luego de ganar 13 de los 16 anteriores. Los abridores en Houston suelen dejar en situaciones favorables a sus relevistas, pero de seguir los problemas del bullpen texano, Verlander, Cole, Keuchel, McCullens Jr. y Morton podrían sentir la necesidad de hacer un trabajo aún mejor, algo que podría ser imposible.
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