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Los Seattle Mariners,no solamente están jugando la pelota más consistente de todas las Grandes Ligas desde finales de abril, sino que además, sorprendentemente, han sido mejores desde que perdieron al estelar intermedista dominicano Robinson Canó, la ficha más cara e importante de su nómina. Con la tercera mejor marca de la Liga Americana, Seattle (37-21) lidera la División Oeste con un partido de ventaja sobre los súper favoritos Houston Astros (37-24) en la vispera de una mini serie de dos encuentros entre ambos en el Minute Maid Park, martes y miércoles. Seattle, que no ha jugado un partido de postemporada desde el 2001, encabeza las ligas mayores con récord de 26-12 desde el 24 de abril y tiene 15 juegos sobre .500 por primera vez desde el último mes de la temporada del 2015. Tras barrer a los Tampa Bay Rays en el fin de semana, mejoraron su foja en casa a 20-12, la segunda mejor de Grandes Ligas.  Cuando el zurdo Blaine Hardy, de los Detroit Tigers, quebró la mano derecha de Canó en un partido en el Comerica Park el domingo 13 de mayo, parecía que se esfumaba una gran porción de las oportunidades de los Marineros de mantenerse en las batallas por la división y uno de los dos puestos comodines que otorga la liga. Y el panorama empeoró más dos días después, antes de que se supiera el diagnóstico definitivo sobre la gravedad de la lesión de Canó, cuando la oficina del comisionado anunció que suspendió por 80 juegos al intermedista ocho veces Todos Estrellas por violar el programa antidopaje del béisbol. De golpe y porrazo, los Marineros, que tenían marca de 22-17 después de perder el partido donde se lesionó Canó, se quedaban sin su tercer bate y líder espiritual. También sin un jugador que había participado en 663 de los 687 partidos del equipo desde que fue firmado por 10 años y $240 millones de dólares antes de la temporada del 2014. Cuando Canó salió del escenario, por un período de alrededor de tres meses, un estudio de Fangraphs.com mostró que las probabbilidades de los Marineros de jugar en la postemporada descendieron de 18.7% a 14.4%. Lejos de bajar la cabeza y quejarse de su infortunio, los Marineros se unieron y respondieron ganando 15 de 20 compromisos, borraron un déficit de 2.5 juegos y saltaron del tercer lugar al primero desde que se quedaron sin Canó. También han ganado 13 de 16 y salieron airosos en ocho de diez durante la estadía más reciente en casa. El jardinero Dee Gordon bajó a defender la segunda base desde que regresó de la lista de lesionados y el cubano Guillermo Heredia fue movido al jardín central. Gordon, quien jugaba en la segunda base con los Miami Marlins antes de ser cambiado en el invierno a los Marineros, batea .296 y lidera el equipo con 19 robos. El torpedero dominicano Jean Segura encabeza el conjunto en bateo (.332), hits (78) y carreras (43), mientras que el jardinero Mitch Haniger comanda los jonrones (12) y las impulsadas (42). Pero la real fortaleza de Seattle ha sido la prevención de carreras. El conjunto no ha cometido um error en sus últimos 12 juegos y ha convertido exitosamente 462 oportunidades de fildeo en ese tramo. Sus 255 anotaciones lo empatan con los Texas Rangers en el noveno puesto de la Liga Americana, pero solo ha permitido 233, la cuarta menor cifra del circuito. La rotación abridora tiene marca de 22-13 y efectividad de 3.98 y el bullpen encabeza el joven circuito con 15 triunfos y está empatado con Boston en el tope con 22 salvamentos. El cerrador puertorriqueño Edwin "Sugar" Díaz encabeza las ligas mayores con 21 salvamentos, la mayor cantidad en la historia de la franquicia antes del Juego de Estrellas, y tiene 52 ponches en 31.2 entradas. El dominicano Alex Colomé, quien era el cerrador de los Rays, ha trabajado cuatro entradas casi perfectas desde que fue adquirido en un cambio. Faltando dos tercios a la temporada es imposible saber en estos momentos si los Marineros podrán quebrar su racha de 16 años sin aparecer en postemporada, pero lo que sí sabemos es que si llegan a la tierra prometida, Canó no podrá acompañarlos. La suspensión por dopaje no solo costó 80 juegos y cerca de $12 millones de dólares al quisqueyano, sino que además quedó eliminado automáticamente de participar en los playoffs. Desde su debut en 1977, los Marineros han ganado cuatro titulos divisionales (1995, 1997, 2000 y 2001) y nunca han jugado en la Serie Mundial, pero asombrosamente, y contra todos los pronósticos, están jugando mejor desde que perdieron a Canó hace tres semanas.
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