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Aroldis Chapman vino, vio, lanzó y brilló con una rodilla lesionada

NUEVA YORK -- Aroldis Chapman realizó 12 disparos, todos rápidos, los últimos cuatro a más de 100 millas por hora, para despachar en orden a los tres bateadores que enfrentó y completar el triunfo 3-0 de los Yankees de Nueva York en el primero de dos juegos contra los Nacionales de Washington, el martes en Yankee Stadium.

Encarando al más probable rival de los Yankees en una hipotética Serie Mundial-- de acuerdo a las casas de apuestas de Las Vegas, Nueva York y Washington partieron como favoritos de sus respectivas ligas para avanzar al clásico de otoño-- el "Misil Cubano" abanicó a Michael Taylor y Pedro Severino y dominó a Wilmer Difó con una línea al jardín derecho para extender a seis su racha de partidos sin permitir anotaciones.

Otro día en la oficina para el maravilloso zurdo de Holguín, que ha convertido 18 de 19 oportunidades de salvamento (12 consecutivas), tiene efectividad de 1.26 (4 carreras limpias en 28.2 entradas) y ha ponchado a 50 de los 113 bateadores que lo desafiaron en el 2018.

Pero lo más impresionante es que Chapman ha hecho todo eso, lanzando con una lesión de rodilla que le impide moverse con soltura en el box, fildear batazos o prepararse adecuadamente.

"Tengo una tendonitis, una inflamación en la rodilla. Es algo con lo que he estado bregando desde hace tres semanas, pero estoy recibiendo terapia y tratando de ayudar al equipo", dijo Chapman a ESPN Digital. "El principal problema es que no puedo atacar los rodados. Si me toca un rodado por primera base y hacer la asistencia, puedo pasar trabajo", agregó.

Evidentemente, la lesión no ha afectado mucho la capacidad de Chapman para lanzar su recta a la acostumbrada velocidad de siempre. En el 2018, el cerrador de los Yankees promedia una velocidad de 99.6 (100) millas por hora, casi el mismo promedio que tiene de por vida (99.88), con nueve temporadas sobre su hombro izquierdo.

Además de que la lesión de su rodilla izquierda le afecta para moverse fuera de la caja de lanzar y fildear batazos, el mayor daño es que le impide prepararse adecuadamente entre partidos, algo que a la larga podría tener sus consecuencias.

"El mayor problema es que no puedo mantener mi preparación al ciento por ciento porque no puedo correr. Y esa corredera es necesaria para mantener las condiciones física, el brazo, el cuerpo", dijo Chapman, quien no ha pensado en ir a la lista de lesionados para dar tiempo a su rodilla de mejorar.

"Hasta ahora, no. El equipo, creo que tampoco. Hemos visto mejoría con el tratamiento y creo que no será necesario", dijo.

Con molestias o no, Chapman es uno de los mejores taponeros de la actualidad en las ligas mayores y una de las razones para que el bullpen de los Yankees tenga efectividad de 2.97, la segunda mejor de la Liga Americana y muy cerca de los líderes Houston Astros (2.94), y encabece el circuito con 295 ponches.

Entrando al partido del miércoles contra Washington, el relevo de Nueva York tiene 21.2 entradas en blanco, con 30 ponches y seis bases por bolas, desde el 4 de junio. Los Yankees han ganado 34 de sus últimos 44 partidos y encabezan las ligas mayores con marca general de 43-19.

"Este año, gracias a Dios, las cosas están marchando bien", dijo Chapman, quien promedia 14.9 ponches por nueve entradas (755 ponches en 456 entradas), el promedio más alto desde 1900 para lanzadores con al menos 300 innings laborados, y es el único relevista de la historia con cuatro temporadas de 30 salvamentos y 100 ponches.

Chapman, de 30 años, tiene efectividad vitalicia de 2.15 con 222 rescates en 464 partidos con Cincinnati Reds, Chicago Cubs y Yankees desde el 2010, cuando firmó su primer contrato profesional, tras abandonar un seleccionado cubano en Holanda en julio del 2009.

Sin embargo, el año pasado, en la primera temporada de su contrato de $86 millones de dólares, Chapman confrontó graves problemas y terminó con sus peores estadísticas en efectividad (3.22) y salvamentos (22) desde que es cerrador titular.

"El año pasado pasé por un mal momento en un tiempo de la temporada. Son cosas que pasan, fue un momento malo, tuve una lesión en el hombro, después me pude recuperar y ayudé a mi equipo en los playoffs", dijo Chapman, uno de los mejores relevistas en tiempos recientes y uno de los pocos peloteros de su posición con legítimas aspiraciones a terminar en el Salón de la Fama de Cooperstown.

"Lo del año pasado, quedó en el pasado. Lo que importa es el presente y el futuro y lo que quiero es ayudar a los Yankees a ganar la Serie Mundial", dijo.