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Enrique Rojas, Escritor Senior ESPN Digital 6y

Juan Soto y Nationals, un amor a primera vista

WASHINGTON -- La primera vez que algún empleado de los Washington Nationals tuvo la oportunidad de ver jugar a Juan Soto, el chico era un lanzador zurdo de poca velocidad con una curva modesta que no prometía mucho. Pero ese lanzador tenía un bate maravilloso.

Tan especial es su bate, que apenas tres años después de firmar al profesionalismo, Soto es uno de los novatos más destacados de las Grandes Ligas y, actualmente, el bateador más importantes en la alineación de Washington, que entró a la temporada como el gran favorito de la Liga Nacional para llegar a la Serie Mundial.

Entrando al segundo encuentro de la serie de fin de semana contra los Philadelphia Phillies en Citizens Ball Park, Soto bateaba .318 (110-35) con seis jonrones, nueve dobles, 22 anotadas, 23 bases por bolas y 16 carreras impulsadas en 133 apariciones.

El adolescente dominicano de 19 años tiene porcentaje de embasarse de .436-- ha pisado al menos la primera base en 30 de sus primeros 34 partidos en las Grandes Ligas-- y tuvo hit en 25 de esos cotejos.

"La primera vez que lo vi jugar fue en una doble cartelera, como se estila en las ligas pequeñas. En el primer partido lanzó cuatro entradas y en el segundo lo pusieron a jugar en el jardín central", recuerda Modesto Ulloa, el cazatalentos dominicano de los Nacionales que descubrió a Soto en Santo Domingo, la capital del país caribeño.

"Después de verle pegar cuatro hits y atrapar un elevado, corriendo a la pared de espalda al plato, le pregunté a su entrenador que porqué diantres lo promocionaba como lanzador. Ese chico sabía cómo batear la pelota, no tanto como lanzarla. Fue un amor a primera vista con Juan Soto, el bateador", agregó Ulloa.

"Era flaquito y no corría tanto como bateaba. Pero hablamos de un niño de 15 años y le faltaba mucho para desarrollar su cuerpo y habilidades. Cuando veo un niño me preocupo más por el ritmo de carrera que por la velocidad de sus piernas. Juan tenía ritmo de carrera", dijo Ulloa, quien tiene más de tres décadas evaluando futuros peloteros.

“Es una bendición, eso viene desde pequeño, siempre he bateado", dijo Soto antes de un partido en el Nationals Park, donde el público lo celebra como si fuera uno de los veteranos del club de la capital norteamericana.

"Pero me pusieron a lanzar porque según ellos [algunos evaluadores] yo no corría mucho para jugar en los jardines o correr en las bases. Gracias a Dios que todo ha salido bien", dijo Soto, el primer adolescente que batea de cuarto en la alineación de un equipo de Grandes Ligas desde que su compatriota César "El Súper Baby" Cedeño lo hiciera para los Houston Astros en junio de 1970.

"Aún me pellizco todos los días para comprobar que no estoy soñando en mi cama después de un partido en las ligas menores. Llamo a mis padres y dejo que hablen del partido de la noche anterior como forma de corroborar que en realidad estoy jugando con los Nacionales en Grandes Ligas", dijo Soto, quien fue llamado al equipo grande el 20 de mayo, después que bateó .362 con 14 jonrones en tres niveles de ligas menores, comenzando en Clase A media, en su tercer año como pelotero profesional.

En 122 partidos en ligas menores, entre 2016 y 2018, Soto bateó .362 con 22 jonrones, 30 dobles y 102 carreras impulsadas. En su carrera profesional, en todos los niveles, batea .353 con un OBP de .424.

"No puedo explicarlo, simplemente hago swing a los pitcheos buenos y me divierto en el campo", dijo el pelotero.

Soto estaba a varios meses de ser elegible para firmar al profesionalismo el día que Ulloa lo descubrió casualmente en un estadio de pequeñas ligas, pero cuando llegó el momento, en julio del 2015, Washington no titubeó en otorgar al jovencito un bono de $1,5 millones de dólares para hacerse con su talento.

En realidad la organización estaba dispuesta a pagar hasta dos millones por el chico, pero debido a la indecisión de sus familiares y manejadores para aceptar la oferta inicial y las restricciones de gastos en el mercado internacional que tiene el béisbol, cuando finalmente lograron ponerse de acuerdo, $1,5 millones era lo máximo que podía pagar Washington.

Pese a que más de 10 jugadores recibieron mayores bonos ese año, Soto es el primer pelotero latinoamericano de la cosecha del 2015 que alcanza las ligas mayores. Soto llegó primero que el lanzador cubano Yadier Álvarez, quien firmó por $16 millones con los Los Ángeles Dodgers; el torpedero Lucius Fox, de Bahamas, a quien los San Francisco Giants otorgaron un bono de $6 millones, y su espectacular compatriota Vladimir Guerrero hijo, quien acordó por $3,9 millones con los Toronto Blue Jays, por mencionar algunos.

"Evaluamos a todos los jugadores que estaban disponibles y de haber sido posible, habríamos firmado a varios de ellos porque eran realmente buenos, pero Soto era el que no queríamos dejar escapar. En términos de talento y costos, era el indicado", dijo Fausto Severino, el supervisor de cazatalentos latinoamericanos de los Nacionales.

"Aparte de su talento natural para batear, el chico tiene una gran formación familiar y una tremenda disciplina, dentro y fuera del terreno. Juan Soto es un paquete completo", agregó Severino.

Desde el 2001, ocho jugadores de posición de 19 años han debutado en las Grandes Ligas y Soto tiene de compañero al más importante del grupo: Bryce Harper, un cinco veces Todos Estrellas y ganador de los premios Novato del Año y Jugador Más Valioso que será agente libre al final de la actual temporada.

“Se siente muy bien jugar con una persona así, es un buen muchacho, que me aconseja mucho. Cuando llegué, fue el primero que me felicitó, me dio un abrazo y me dijo que estaba ahí para cualquier cosa que necesitara", dijo Soto de Harper.

Para muchos, Soto podría llenar el hueco que dejaría Harper si se marcha a otro equipo como agente libre, o formar una temible pareja de bateadores zurdos por mucho tiempo si el norteamericano opta por quedarse. Mientras Harper, de 25 años, pasa por el peor año de su carrera, Soto recibe elogios de compañeros y rivales.

Durante el partido del domingo en la noche en televisión nacional (ESPN) de la semana pasada, entre Nacionales y Filis, el manager de Filadelfia, Gabe Kapler, prefirió ordenar un boleto intencional a Soto para llenar las bases y enfrentar al veterano Daniel Murphy, quien pegó el batazo ganador en la séptima entrada.

"Tienes que escoger tu veneno", dijo Kapler sobre evitar a Soto para lanzar a Murphy. "Tienes dos muy buenos bateadores. El primero, Soto, ha sido élite, y Murphy ha tenido algunos problemas. Nos fuimos con el tipo que está luchando y lastimado", agregó.

"No me sorprendió lo que hizo el manager de los Filis. Ese muchacho es un bateador increíble. Cuando me enteré que tenía 19 años solo pude decir ¡Guao!", dijo el relevista dominicano Kelvin Herrera, quien llegó a Washington desde los Kansas City Royals la semana pasada.

Debido a la juventud y poca experiencia que tiene Soto, su manager, Dave Martínez, prefirió obviar una parte esencial en la preparación de los peloteros actuales. En lugar de abrumar al chico con una pila de información y datos sobre los rivales, Martínez escogió mantener las cosas muy simples para Soto.

"Juan es un tremendo bateador, un tremendo jugador, pero sigue siendo un chico de 19 años", dijo Martínez. "Por lo tanto, en un caso tan especial, prefiero que siga haciendo lo mismo que ha hecho en pequeñas ligas y las ligas menores. Le dije: ´Juan, sal a jugar pelota y divertirte´", agregó el capataz.

Eso es exactamente lo que está haciendo Soto, quien ha bateado en todos los puestos de la alineación, excepto de noveno, y ha jugado todos sus encuentros en el jardín izquierdo.. Pese a que solamente ha jugado un poco más de un mes en las ligas mayores, Soto ya es tercero en Victorias Sobre Nivel Reemplazo (WAR, por sus siglas en inglpes), con 0.8, entre los bateadores que están jugando diariamente con los Nacionales.

"Él tiene el bate que necesitamos en nuestra alineación en este momento. Está caliente. Y los equipos tendrán que descubrir cómo hacerle outs, porque ahora es difícil. Él está realmente enfocado en lo que quiere hacer", dijo a los periodistas el estelar lanzador Max Scherzer sobre su joven compañero.

Juan Soto Pacheco es el hijo de Juan Soto y Belkys Pacheco, una pareja de clase trabajadora de la capital dominicana. Soto padre, quien labora para una empresa que confecciona uniformes deportivos, fue un pelotero frustrado que se empeñó en tratar de realizar sus sueños a través de su hijo. "Cuando Juan nació, su biberón tenía forma de bate. Todo comenzó bien temprano y supervisé cada etapa desde su nacimiento hasta que fue firmado y entonces los Nacionales tomaron el control de su desarrollo", dijo Soto padre vía telefónica desde Santo Domingo.

Pero lo que más llena de orgullo a la familia Soto no es el promedio de bateo o los extrabases que ha pegado Juan desde que comenzó a jugar en pequeñas ligas.

"Cuando los Nacionales nos hicieron una oferta por nuestro hijo, les pusimos las cosas claras de porque Juan era un ser especial", dijo Soto padre. "Ustedes vinieron a buscar un pelotero. Nosotros tenemos un muchacho con una mochila cargada de seriedad, honestidad y entrega. Más que un atleta, tendrán un hombre respetuoso y ejemplar", agregó el padre del jugador.

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