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Seis sorpresas que nos dejó la primera mitad de la temporada

Reposados en la pausa por el Juego de las Estrellas, toca analizar las principales sorpresas que dejó la primera parte de la temporada del 2018 en las Grandes Ligas.

Hemos escogido seis, tres desde el punto de vista colectivo y tres individuales, de esos casos que nadie imaginaba que tendrían la actuación que han conseguido en las primeras 16 semanas del calendario regular.

Sorpresa colectiva número 1: Philadelphia Phillies

Aunque pronosticar en el béisbol es uno de los oficios más complicados e inexactos del mundo, prácticamente era unánime la opinión de los expertos de que los Washington Nationals dominarían de principio a fin la división Este de la Liga Nacional.

Si acaso, serían los New York Mets los llamados a oponerle resistencia al equipo de la capital del país.

Sin embargo, estos Filis en proceso de reconstrucción, bajo el mando del debutante Gabe Kapler, con la adición de veteranos como Carlos Santana y Jake Arrieta y el salto hacia el plano estelar del derecho Aaron Nola, se fueron al receso por el Juego de las Estrellas como líderes divisionales, con récord de 53-42.

El año pasado, cuando la temporada se detuvo para el clásico de verano, este equipo de Filadelfia, prácticamente con las mismas piezas, exhibía un pobre balance de 29-59 y terminó la campaña con 66-96.

Sorpresa colectiva número 2: Atlanta Braves

Otro equipo en remodelación es el de los Bravos, el único que le ha plantado resistencia a los Filis en el Este del viejo circuito, por encima de los Nacionales y los Mets.

Con balance de 52-42, es medio juego lo que separa a Atlanta del primer lugar, que estuvieron ocupando casi toda la mitad de la campaña, pero que perdieron en julio, donde han perdido ocho de 13 partidos.

Veteranos como Freddie Freeman y Nick Markakis, este último elegido por primera vez en su carrera al Juego de Estrellas, después de 13 campañas en las Mayores, junto a jovencitos como Ozzie Albies y Ronald Acuña, le han dado a los Bravos un impulso que pocos esperaban de un equipo que a esta altura el año pasado jugaba para 43-45 y terminó la campaña con 72-90.

Si la temporada terminara ahora mismo, Atlanta entraría a la postemporada por primera vez desde el 2013 como segundo comodín de la Liga Nacional.

Sorpresa colectiva número 3: Oakland Athletics

Los Atléticos de Oakland han protagonizado la mayor sorpresa en la Liga Americana en esta primera mitad de temporada, con récord de 55-42, nada mal para un equipo que el año pasado, en la pausa del Juego de las Estrellas, lucía un miserable balance de 40-50.

Ahora mismo Oakland está fuera de la zona de clasificación, pero apenas tres juegos detrás de los Seattle Mariners, dueños temporales del segundo comodín del joven circuito.

Los veteranos Jed Lowrie y Khris Davis encabezan una formidable ofensiva que es la quinta que más jonrones y carreras produce en la Americana, suficiente para apoyar un cuerpo de serpentineros que trabaja para efectividad de 4.01.

Sorpresa individual número 1: Max Muncy

Max Muncy es el protagonista de una historia de Cenicienta. Escogido por los Cleveland Indians en la ronda 41 del draft amateur del 2009, declinó firmar y fue hasta tres años después, en el 2012, que los Atléticos se lo llevaron en la quinta vuelta.

Pasó tres campañas en las Menores y en el 2015 subió por primera vez a Grandes Ligas, pero sus números mostraron que no estaba listo.

Un año después recibió una nueva oportunidad y sus estadísticas fueron aún peores, por lo que en marzo del 2017, Oakland le dio de baja.

Un mes después firmó con Los Angeles Dodgers, que el 17 de abril de este año lo llamó a las Mayores.

Lo demás es historia. Muncy ha sido un arma letal en la ofensiva de los Dodgers, con 22 cuadrangulares y 41 carreras impulsadas, que le valió hasta una invitación al Derby de Jonrones previo al Juego de las Estrellas.

Era un tipo tan desconocido, que muchos piensan que está en su primera temporada y lo mencionan como candidato al Novato del Año, pero el versátil jugador, que defiende la primera, la antesala, la intermedia y los jardines, excedió los límites para debutantes en la campaña del 2015.

Sorpresa individual número 2: Jesús Aguilar

Al comenzar los entrenamientos primaverales, el manager de los Milwaukee Brewers, Craig Counsell, no sabía qué hacer con el venezolano Jesús Aguilar.

Counsell sabía que Aguilar podía batear, pero no tenía espacio para él, pues para defender la inicial tenía un comité compuesto por Eric Thames y Ryan Braun.

Pero, salvando las distancias con lo ocurrido con Wally Pipp y Lou Gehrig en 1925, Thames y Braun se lesionaron prácticamente al mismo tiempo y el fornido venezolano aprovechó la ocasión y se adueñó por completo de la primera base, al punto de cerrar la primera parte como líder en jonrones de la Liga Nacional y ganar el último cupo disponible al Juego de las Estrellas.

Sorpresa individual número 3: Blake Snell

El zurdo Blake Snell pasó en el 2018 de ser un pitcher del montón a uno de los mejores de todo el béisbol.

En sus dos primeras campañas con los Tampa Bay Rays, Snell tuvo récord de 11-15 y efectividad de 3.81 en 43 aperturas, con 217 ponches en 218.1 innings.

Se le veía potencial, pero pocos imaginaron el salto cualitativo que daría.

En la primera parte de la temporada pasó a ser el principal serpentinero de los Rays, por delante de Chris Archer, al acumular balance de 12-5 y efectividad de 2.27, con 134 abanicados en apenas 119 episodios.

Por eso su ausencia del Juego de las Estrellas es considerada la mayor injusticia que se cometió este año.