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Seis decepciones que nos dejó la primera mitad en las Grandes Ligas

Como mismo la primera parte de la temporada del 2018 dejó sorpresas, también arrojó decepciones, tanto en lo individual, como en lo colectivo.

Aquí analizamos los tres equipos más decepcionantes hasta ahora, así como tres jugadores frustrantes en lo que va de año.

Decepción colectiva número 1: Nacionales de Washington

Ningún equipo, en los pronósticos precontienda, lucía más claramente la etiqueta de favorito para ganar su división que los Nacionales.

Con un sólido pitcheo encabezado por Max Scherzer, ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional en los últimos dos años y una poderosa ofensiva con Bryce Harper como líder, se suponía que Washington cabalgaría a todo galope en el Este del viejo circuito, donde los Filis de Filadelfia, los Bravos de Atlanta y los Marlins de Miami están en diferentes fases de sus respectivos procesos de reconstrucción.

Sin embargo, el equipo llegó a la pausa por el Juego de las Estrellas con una mediocre marca de 48-48, en tercer lugar de su grupo, detrás de los sorprendentes Filis y Bravos.

El debutante manager Dave Martínez es de la disparatada escuela de Joe Maddon, aunque sin la suerte de su mentor.

Decepción colectiva número 2: Mets de Nueva York

Se suponía que si algún equipo estaba en condiciones de pelear contra los Nacionales en la división Este de la Liga Nacional, ese sería el de los Mets.

Después del mejor arranque de su historia, con 11-1, “el otro equipo” de Nueva York volvió a caer en su ya común epidemia de lesiones y otros problemas internos, como el que llevó a la gerencia a salir del conflictivo Matt Harvey.

Hoy los Mets van últimos en su división, con 39 victorias y 55 derrotas.

Decepción colectiva número 3: Mellizos de Minnesota

Luego de perder 103 juegos en el 2016, los Mellizos sorprendieron al mundo en el 2017 al terminar con récord de 85-77 y colarse en la postemporada por primera vez desde el 2010, aunque cayeron en el juego de comodines ante los Yankees de Nueva York.

Se esperaba mucho de Minnesota, con un año más de madurez de un grupo realmente talentoso, mezcla de veteranos como Joe Mauer y Brian Dozier y jóvenes como los puertorriqueños Eddie Rosario y José Berríos o el dominicano Miguel Sanó.

Pero este último nunca ha llenado todas las expectativas que despertó desde sus años juveniles e incluso fue enviado de vuelta a las Menores.

Si bien los Mellizos van segundos en la división central, ostentan récord negativo de 44-50, a 7.5 juegos detrás de los Indios de Cleveland, únicos con balance ganador en ese grupo.

Decepción individual número 1: Gary Sánchez

El dominicano Gary Sánchez debutó en el 2016 Grandes Ligas con la fuerza de un huracán de categoría cinco y un año después asistió a su primer Juego de las Estrellas.

Pero el cátcher de los New York Yankees ha tenido un retroceso monumental en su carrera, cuando se pensaba que tendría un rendimiento superior por la protección que le brindarían en la alineación los poderosos Aaron Judge y Giancarlo Stanton.

Sánchez es posiblemente el peor receptor defensivo de todo el béisbol y si no es capaz de compensar sus deficiencias con el bate, pasa a ser una pieza prescindible en los Yankees, a quienes ofensiva es lo que les sobra.

Decepción individual número 2: Dallas Keuchel

Con la llegada de Gerrit Cole, se esperaba que los campeones Astros de Houston tuvieran una rotación absolutamente blindada, junto a los derechos Justin Verlander, Charlie Morton y Lance McCullers Jr. y el zurdo Dallas Keuchel.

Sin embargo, ese muro ha tenido en Keuchel una grieta profunda, justo cuando el barbudo zurdo está a las puertas de convertirse en agente libre.

Llegó a tener, a la altura del 10 de junio, balance de 3-8 y efectividad de 4.45, aunque en lo que va de julio ha tenido un repunte, al ganar las tres aperturas que ha realizado y emparejar un poco su récord a 7-8.

La esperanza del manager A.J. Hinch es que la mejoría se consolide en la segunda parte, para poder contar con él en la recta final de la campaña y en la postemporada.

Decepción individual número 3: Yoenis Céspedes

El contrato de 110 millones de dólares por cuatro temporadas que los Mets le dieron al cubano Yoenis Céspedes en el 2017 ha sido, hasta ahora, dinero tirado al inodoro.

Cuando está saludable, Céspedes es un gran pelotero. El problema es que nunca lo está.

Desde que aseguró el dinero gordo, apenas ha participado en 118 juegos de 255 posibles.

El año pasado jugó exactamente la mitad de la contienda (81 partidos) y en este lleva apenas 37 y no hay señales de cuándo regresará de la lista de lesionados.