DETROIT - El toletero de los Tigres de Detroit, Miguel Cabrera, ahora puede decirlo con bastante certeza: el béisbol es más difícil de lo que parece en la televisión.
"Es muy fácil cuando miras el juego en la televisión. Es muy lento", dijo el inicialista. "El juego es muy simple en la televisión".
No es tan simple en el campo, por supuesto, y ahora todo lo que Cabrera puede hacer es mirar. Los Tigres perdieron a su toletero estrella a mediados de junio por un tendón de bíceps roto, y está fuera toda la temporada. Detroit estaba en un modo de reconstrucción de todos modos, pero perder a uno de los mejores bateadores del equipo fue un golpe significativo.
Cabrera regresó al Comerica Park el lunes por la noche para organizar un evento de apoyo a los programas de salud infantil y béisbol juvenil. Parecía sentirse bien, pero tiene un largo camino por recorrer antes de volver a jugar.
"En este momento es un poco lento", dijo Cabrera. "Afortunadamente en un par de semanas puedo [hacer] más cosas, estar sano de nuevo".
Cabrera dijo que va y viene entre Michigan y Florida, y cree que está haciendo un buen progreso para estar listo para el entrenamiento de primavera del próximo año. El dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana ahora tiene 35 años, y se suponía que este sería un año crucial para que el veterano mostrara si aún podía ser uno de los bateadores más temidos del juego después de una mala actuación en 2017.
En cambio, Cabrera solo jugó 38 partidos después de no haber jugado menos de 119 en su década anterior con los Tigres.
"Realmente difícil, mirar los partidos en la televisión ... No importa si ganamos o perdemos: quiero ser parte de este proceso", dijo Cabrera. "En este momento, estoy enfocado en volver el próximo año y estar sano".
El gran contrato de Cabrera se extiende por lo menos hasta 2023, lo que significa que Detroit puede tener dificultades para cambiarlo como parte de su reconstrucción. En 2016, bateó para .316 con 38 jonrones y 108 impulsadas, su octavo año consecutivo terminando en el top 7 de la Liga Americana en promedio de bateo.
Luego, la temporada pasada, bateó .249 con solo 16 jonrones y un desagradable porcentaje de slugging de .399.
Hubo algunas señales decentes a principios de este año. Cabrera bateó .299 con porcentaje de embasarse de .395. Pero solo pegó tres jonrones.
Estaba bateando .323 cuando ingresó en la lista de lesionados a principios de mayo debido a una distensión en el tendón de la corva. Regresó el 1 de junio, pero su bate estuvo tranquilo desde entonces hasta su lesión que terminó la temporada el 12 de junio.
La ausencia de Cabrera ha dejado un gran hueco en la alineación, y Detroit tiene al receptor de reserva John Hicks jugando la primera base bastante en su lugar.
Solo seis jugadores han llegado a 500 jonrones y 3,000 hits, y con 465 jonrones y 2,676 hits, Cabrera todavía tiene una buena oportunidad de unirse a ese grupo si puede volver y jugar varias temporadas más. Su búsqueda de esos hitos está en espera ahora. Y los fanáticos de Detroit solo pueden preguntarse qué tan eficaz será su avance.
Cabrera estuvo alegre el lunes por la noche y rápido con una sonrisa, pero está claro que estar fuera de acción es difícil para él.
"No puedo describir lo que estoy sintiendo en este momento", dijo Cabrera. "Necesito mantenerme enfocado, mentalmente concentrarme en intentar recuperar la salud el próximo año".
