BOSTON - Un estoico, pero resuelto Aaron Boone dijo el domingo por la noche que, a pesar de la caída en picada de sus Yankees de Nueva York, no dejarán que su temporada se defina por su barrida de cuatro juegos contra los Medias Rojas de Boston.
"No lo haremos. Somos demasiado buenos", dijo Boone. "Esta es una prueba por la que estamos pasando en este momento, no hay dudas".
Fue una prueba que comenzó el miércoles, cuando los Yankees perdieron en casa contra los Orioles de Baltimore gracias a una actuación poco inspiradora del pitcheo. Esa derrota ante los humildes Orioles dio inicio a una racha perdedora que llegó a su quinto juego con la derrota 5-4 del domingo en 10 entradas en el Fenway Park.
Esa derrota selló la cuarta barrida de cuatro juegos de los Medias Rojas a los Yankees desde 1969. Boston también lo hizo en septiembre de 1969, junio de 1990 y septiembre de 2016.
"Este es un fin de semana que voltearemos a ver y esperamos poder decir: 'Esto nos unió y nos permitió crecer mucho más como club'", dijo Boone.
El juego del domingo se decidió en la novena y décima entrada. Después de registrar 22 salvamentos consecutivos, el taponero de los Yankees, Aroldis Chapman, desperdició su oportunidad al 23° cuando permitió tres carreras, una sucia, en una novena entrada de 39 lanzamientos.
Chapman no había lanzado tantos lanzamientos en una aparición en tres años.
"No estoy prestando atención a la cantidad de lanzamientos que tengo", dijo Chapman a través de un intérprete, minimizando su alto conteo de lanzamiento como una razón de sus problemas. "La concentración es salir de la entrada. Ejecutar y hacer tu trabajo. No importa. Todavía estás tratando de hacer tu trabajo".
Cuando Chapman ingresó, los Yankees tenían una ventaja de 4-1. Dada la forma en que lanzó la mayor parte de la temporada, no había razón para suponer que otro rescate sería prácticamente automático.
A pesar de que ponchó a dos de los primeros cuatro bateadores que enfrentó, Chapman cargó rápidamente las bases con dos bases por bola que pusieron en marcha una serie de eventos que dieron vuelta el juego.
Después de un boleto a Steve Pearce, el toletero de los Medias Rojas, J.D. Martínez, pegó sencillo al medio, justo fuera del alcance de un Gleyber Torres que saltó en busca de la esférica. El segunda base había estado bien posicionado en una formación especial. Si hubiera comenzado la jugada unos dos pasos más atrás, podría haber tenido suficiente en su salto para registrar una captura deslumbrante y el final del juego.
Dos carreras anotadas con el sencillo de Martínez. Otra más tarde entró cuando el siguiente bateador, Xander Bogaerts, golpeó un roletazo al tercera base Miguel Andújar. Tal como lo había hecho en una jugada anterior que resultó en un error, Andújar esperó la bola en la parte trasera de la antesala. Cuando lo hizo, lanzó con torpeza un lanzamiento a la primera base. El primera base Greg Bird no pudo retener el tiro corto.
El corredor emergente, Jackie Bradley Jr., anotó la carrera del empate.
"Mal tiro allí", dijo Andújar a través de un intérprete.
Una entrada más tarde, los Medias Rojas empujaron la carrera decisiva contra el relevista de los Yankees, Jonathan Holder. La anotación llegó cuando Andrew Benintendi conectó sencillo al centro, justo fuera del alcance de otra formación especial de los Yankees. Cuando Tony Renda, que había entrado en el juego para hacer su debut en los Medias Rojas, anotó, los Sox celebraron con Benintendi cerca de la primera base. Luego, segundos más tarde, comenzaron las duchas de Gatorade.
Para Benintendi, fue su segundo walk-off (conexión para dejar al campo al equipo visitador) de su carrera. Él también negoció un boleto que se convirtió en walk-off contra Chapman el año pasado.
"Simplemente una mala salida", dijo Chapman sobre su aparición el domingo por la noche.
A pesar de lo devastador que fue para los Yankees, especialmente por la manera en que perdieron al final, intentan olvidarlo a tiempo para la apertura de la serie del lunes por la noche contra los Medias Blancas de Chicago.
"Estamos experimentando, obviamente, algo de adversidad solo por haber sido golpeados un poco, en la lista", dijo Boone.
Los Yankees han estado sin los poderosos bateadores Aaron Judge y Gary Sánchez en los últimos días. Sánchez ingresó a la lista de lesionados de 10 días el 24 de julio debido a un agravamiento de una reciente lesión en la ingle. Dos días más tarde, Judge recibió un golpe en la muñeca derecha y sufrió una fractura que todavía le causa dolor.
Sin ambos jugadores en 10 juegos esta temporada, los Yankees están promediando 4.0 carreras. En los 60 juegos que Sánchez y Judge han comenzado juntos, los Yankees están promediando 5.2 carreras. Claramente, extrañan a los dos bateadores ofensivamente.
El cronograma de Nueva York podría ayudar a medida que avanza algunas semanas más sin ambos jugadores. Los Yankees tienen el cronograma de agosto más fácil del béisbol. Antes de Labor Day, también habrán jugado tres series contra equipos que están en camino para temporadas de 100 derrotas (Medias Blancas dos veces y los molestos Orioles, con quienes tienen marca de 6-6 este año).
"Este es un momento en el que obviamente es difícil para nosotros, y es cuando tienes que mirar alrededor de la habitación y tienen que apoyarse el uno en el otro y contar el uno con el otro, y haremos eso", dijo Boone. "Tenemos que salir y comenzar a jugar bien, comenzar a jugar un béisbol más consistente y confiar en que los resultados estarán allí".
