El venezolano Eugenio Suárez, la estrella silenciosa

MIAMI – Tal vez sea porque los Rojos de Cincinnati  llevan cinco temporadas perdedoras en fila.

Quizás es porque el primera base Joey Votto, uno de los peloteros mejor pagados de todo el béisbol, se lleve todos los elogios.

Pero el venezolano Eugenio Suárez, sin mucho ruido, se ha ido convirtiendo en una estrella genuina, aunque nadie, o casi nadie, hable de él.

Firmado como agente libre internacional por los Tigres de Detroit en el 2008, debutó en las Grandes Ligas en el 2014, con 22 años, pero a la siguiente campaña fue canjeado a los Rojos, equipo con el cual se convirtió en titular en el 2016.

En sus dos primeras campañas como defensor de la antesala a tiempo completo tuvo grandes comienzos, pero en ambos casos bajó su rendimiento en la segunda mitad, como si se cansara después del esfuerzo de tan largo calendario.

Pero en el 2018 llegó su campaña consagratoria. Esta vez logró administrar mejor sus fuerzas para cerrar la temporada con el mismo ímpetu mostrado a lo largo del año, al punto de tener números que en otras circunstancias habrían sido dignos de Jugador Más Valioso, con 32 cuadrangulares y 101 carreras impulsadas, además de sumar 22 dobletes e igualar ya su mayor cifra de imparables para una contienda, que es de 140.

¿Te preparaste mejor para esta temporada o la mayor estabilidad en tu rendimiento es parte de un proceso de madurez?

“Yo diría que un poco de ambas cosas. Es cierto que los dos años anteriores me caí al final, no tanto por cansancio físico, sino mental”, reconoció el venezolano.

“Creo que uno va ganando experiencia, va aprendiendo a administrarse para poder mantener un buen rendimiento a lo largo de todo el año”, agregó Suárez.

“Ya esto está acabándose, nos quedan apenas unos nueve juegos y no siento cansancio, así que yo sigo enfocado en terminar fuerte”, añadió el antesalista de los Rojos, cuyo talento fue reconocido por el equipo en el invierno, al darle una extensión contractual por siete años y 66 millones de dólares.

Pero no sólo la gerencia valora a Suárez, sino sus propios compañeros menos experimentados, que ven en él un ejemplo a seguir.

“¿Suárez? Más que un compañero, ha sido un hermano para mí”, comentó su compatriota José Peraza, el joven campocorto que está en su segunda temporada completa en la Gran Carpa.

“Desde que llegué, él ha sido un gran apoyo, dándome siempre consejos a partir de su experiencia, enseñándome cosas no sólo dentro del terreno, sino también afuera. Para mí ha sido una bendición tenerlo en el equipo”, agregó Peraza.

“Es un gran compañero, que ha ido creciendo en su juego hasta convertirse en una estrella. Además de ser un excelente jugador, es una gran persona, que ayuda mucho en la química del grupo, tanto entre nosotros los jugadores latinos, como con el resto del equipo”, explicó por su parte el cerrador cubano Raisel Iglesias, otra de las prometedoras figuras de Cincinnati.

Como parte de su crecimiento, Suárez también ha conseguido reducir su cifra de ponches, de 155 en el 2016 y 147 en el 2017, a 135 en lo que va del 2018, mientras su promedio de slugging se incrementó de .461 el pasado año a .529 en este.

Sin embargo, luego de que en el 2016 cometiera 19 errores a la defensa y lograra bajar esa cifra a nueve en el 2017, este no ha sido un buen año con el guante para Suárez, quien suma 23 marfiladas.

“Creo que ha sido exceso de confianza. El año pasado fui uno de los mejores terceras bases defensivos, como tú bien dices, pero este año quizás me despreocupé en la defensa para enfocarme más en la ofensiva”, reconoció Suárez.

“Esto me sirve de aprendizaje. Cada año uno aprende cosas nuevas y ya sé que no puedo bajar una cosa y subir otra. Uno tiene que mantener un nivel alto tanto a la ofensiva, como en la defensa”.

El venezolano ha tenido una campaña redonda y por primera vez recibió el llamado a participar en el Juego de las Estrellas, como reserva del equipo de la Liga Nacional.

“En primer lugar eso es algo que me llena de orgullo, representar a los Rojos de Cincinnati, un equipo de mucha historia”.

“Además, ese fue un sueño hecho realidad. Siempre desde pequeño soñé con estar en un Juego de las Estrellas y de verdad que es un honor poder compartir en el mismo equipo con figuras que uno ve siempre del otro lado del terreno y que admira, como Nolan Arenado, Max Scherzer, Jon Lester, Yadier Molina”.

Pero el béisbol no se acaba para Suárez cuando termine el calendario regular, pues fue seleccionado como parte del grupo de peloteros de Grandes Ligas que hará el tradicional viaje a Japón para un tope con las estrellas de la liga profesional de aquel país.