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¿Por qué los equipos deben desconfiar de los principales agentes libres?

Una de las interrogantes que más a menudo se le hacen a los analistas de béisbol es si un equipo determinado debe firmar o negociar a un pelotero en particular. Generalmente, se habla con respecto a jugadores estrellas, simplemente porque no hay mucha curiosidad en la liga de la estufa caliente con respecto al próximo equipo de Gerardo Parra.

Sin embargo, la verdad con respecto a las estrellas es que hay un precio por el cual ninguna estrella vale ese dinero o semejante exigencia de prospectos. Existe un punto monetario en el cual se prefiere firmar a Parra que a Bryce Harper. En vez de seguir siendo malos con Parra, recordemos a Kenny Loggins y busquemos las señales en la carretera que nos llevan a la zona de peligro de los agentes libres. La mayor causa de riesgo en el mundo de la agencia libre suele ser la exageración en el entusiasmo que despiertan los peloteros estrella.

Esta es una lección que había sido, en la mayor parte de los casos, muy mal asimilada durante la historia del béisbol hasta tiempos recientes. Si bien tiene sentido financiero invertir en estrellas (es mucho más difícil desarrollar a motu propio una estrella que un pelotero promedio), muchos equipos e incluso sus aficiones tienden a subestimar de forma dramática lo que podría pasar en el futuro de una estrella.

No hay casos que evidencien lo anterior de forma más obvia que los contratos de Albert Pujols y Miguel Cabrera, los cuales son clásicos ejemplos de cómo se paga por el pasado de un pelotero en vez de su futuro. Ninguno de ellos fue subestimado en la cumbre de sus carreras y basándonos en ellas, creemos que son fijos para ser exaltados al Salón de la Fama. Extender megacontratos a Pujols y Cabrera, que comenzaron a regir cuando éstos tenían 32 y 33 años, respectivamente, nunca iban a tener finales felices; y esto no lo decimos por tener la ventaja de poder evaluar lo ocurrido desde entonces.

Un elemento afortunado para los equipos dispendiosos en la presente temporada baja es que dos de los agentes libres más cotizados, Manny Machado y Bryce Harper, son jovenes a la hora de probar el mercado, con edades cercanas a los 25 años. También debemos recordar que esto no es garantía alguna de que madurarán de forma productiva y feliz.

Matt Kemp no era "viejito" cuando los Dodgers lo firmaron por ocho años y $160 millones de dólares luego de haber conseguido en 2011 números de .324/.399/.586 y WAR (FanGraphs) de 8.3 a sus 26 años. En las siete temporadas posteriores, su WAR ha sido de apenas 10.1. El contrato por $142 millones extendido a Carl Crawford a sus 28 años terminó siendo peor, cuando éste ha rendido solamente 3.7 WAR.

Cada uno de los 10 agentes libres más importantes del presente invierno (según los rankings ZiPS) conllevan riesgos que los equipos necesitan considerar seriamente, a menos que quieran encabezar un artículo sobre "los peores contratos" dentro de tres años.

Manny Machado, SS/3B

Hay algo que despierta preocupación con respecto a Machado en la agencia libre y no me refiero a su comportamiento en la postemporada o sus anteriores muestras de inmadurez. Se trata, simplemente, del hecho que él desea jugar al campocorto. Es útil que los Orioles decidieron ponerlo a jugar en el shortstop en 2018, pero aún no conocemos a plenitud su calidad en esa posición a corto plazo; sus cifras defensivas en Baltimore fueron atroces antes de experimentar una remontada con los Dodgers. La diferencia entre un campocorto dentro del promedio de la liga y uno con rating de menos-10 es un triunfo completo, lo cual suma considerablemente en el transcurso de un contrato que podría tener vigencia de hasta 10 años. No estimar bien las habilidades defensivas de Machado podría terminar representando una metida de pata de $100 millones.

Y si Machado pasa a la antesala tampoco sería la panacea si termina confrontando problemas en el campocorto durante los próximos años. Los números defensivos de Machado en el tercer cojín descendieron con respecto a los niveles dignos del Guante de Oro de sus primeros años en las Mayores, con plus-6 carreras (BIS) y plus-2 carreras (UZR).

Bryce Harper, OF

Al igual que muchos analistas, creo firmemente que Bryce Harper tiene el talento para ser un perenne candidato al Más Valioso y llegar fácilmente a Cooperstown dentro de 20 años. Si se le remunera a Bryce Harper como si fuera candidato perenne al Más Valioso en vez de un pelotero que puede llegar a serlo, se arriesga invertir mal un montón de dólares.

El Bryce Harper de 2015 fue un pelotero verdaderamente asombroso, un bateador dominante al que cualquier lanzador detestaría enfrentar en prácticamente cualquier situación. También fue la única ocasión en la cual fue legítimo candidato al Más Valioso y sigue siendo la única temporada en su carrera en la cual se mantuvo sano y jugó a nivel de súper estrella.

Habiendo dicho lo anterior, aún estaría dispuesto a discutir un contrato gigantesco con él. No obstante, si llega a aspirar de forma agresiva una cantidad muy por encima de los $300 millones, como bien podrían hacerlo considerando la cantidad de equipos de mercados grandes que están recobrando la costumbre de gastar tras cierta discreción obligada por el impuesto al lujo, ¿cuánto realmente podríamos justificar a una estrella con un gran condicional dentro de su currículum? ¿Son 10 años de Harper necesariamente lo mejor para tu equipo cuando, con la misma cantidad de dinero, podrías firmar a varios de los mejores pitchers agentes libres este año?

Con esto, no quiero decir que Harper esté condenado a ser una decepción, pero a la hora de invertir $300 millones en un pelotero, no se puede pensar que no hay aspectos negativos que considerar. Este riesgo es el que motiva al sistema ZiPS a colocar a Harper por debajo de Machado.

Patrick Corbin, PD


Corbin tuvo un 2018 fenomenal, con efectividad de 3.15 y un FIP aún mejor de 2.47, mejorando su promedio de ponches por partido de 8 a 11, algo similar a lo alcanzado por Max Scherzer en Detroit antes de que éste se convirtiera en perenne contendor al Cy Young. Entre los pitchers calificados (por ende, no se toma en cuenta a los relevistas), Corbin fue el segundo lanzador con envíos más difíciles para hacer contacto en 2018, solo por debajo de Blake Snell. El problema es que lo anterior no representa una garantía de poder hacerlo en el futuro. Sonny Gray y Dan Straily estuvieron en el Top 15 en 2017. Francisco Liriano fue sexto en 2016 y líder en todo el béisbol en 2015. James Shields fue sexto en 2016.

Ahora, Corbin es mejor que todos ellos, pero existen motivos por los cuales se puede producir declive en un pitcher con una historia tan relativamente corta de dominio.

Dallas Keuchel, PZ

Al igual que Clayton Kershaw, Dallas Keuchel ha experimentado un declive en su promedio de ponches. Lo más preocupante es que Keuchel no está descendiendo de los niveles estratosféricos a los cuales nos tiene acostumbrado Kershaw. Si bien su capacidad para cambiar velocidades y el movimiento de su slider fueron los motivos que catapultaron a Keuchel a nivel de as, tanto su cambio de velocidad como su slider fueron pitcheos por debajo del promedio en 2017. Esto necesitó en ocasiones que Keuchel dependiera en exceso de su cutter, que ahora es su mejor pitcheo, lo cual llegó a meterlo en problemas de vez en cuando en 2018.

Yasmani Grandal, C

Ciertamente que Grandal es un mejor receptor defensivo de lo mostrado por él en algunas instancias durante los playoffs de 2018, obviamente magnificados debido a la naturaleza del béisbol de postemporada, en el cual las situaciones de juego implican alta presión.

La interrogante que genera Grandal es la confianza que se le pueda tener detrás del plato. Con los Dodgers, tuvo OPS+ de 113 entre 2015 y 2018 y si bien ese es un nivel ofensivo sólido, su valor se genera en gran medida a que Grandal puede jugar como receptor. Si el equipo que llegue a firmarle con un contrato a cuatro años no puede confiar en él detrás del plato, entonces han firmado en teoría a un primera base dentro del promedio de la liga que ya cruzó el umbral de los 30 años, formula para muchos contratos decepcionantes.

Josh Donaldson, 3B

¿Puede Donaldson mantenerse sano? ¿Puede batear a su nivel experimentado entre 2015 y 2017? ¿Podrá seguir jugando en la esquina caliente? Considerando su edad, quizas Donaldson no esté interesado en un contrato a largo plazo como sí sería el caso de alguien cinco años menor que él. Por ende, si un equipo desea ofrecer un pacto multianual a Donaldson, su potencial conlleva tres interrogantes serias. Si la respuesta a alguna de éstas es "no", podría destruir el valor del equipo que decida pactar con él.

A.J. Pollock, OF

Pollock es un pelotero difícil de evaluar considerando su historial de lesiones, algunas de ellas casos extraños en vez de ser la típica ruptura de partes corporales. Un Pollock sano nos dio una temporada mágica, en 2015.

Sería fácil decir que las lesiones han acabado con cualquier expectativa de que Pollock alcance el estrellato, pero el hecho es que, antes de lesionarse su dedo pulgar, molestia que lo mantuvo lejos del diamante durante mes y medio, Pollock bateaba para .293/.349/.620 y fue factor clave dentro de la insurgencia de Arizona a principios de campaña. Luego de su retorno, apenas ligó para .236/.297/.404, una diferencia dramática. Pero ese desempeño a principios de temporada es una tentación difícil de resistir cuando se es un equipo contendor, pero no se puede costear un coqueteo con contratos entre $200 millones y $300 millones.

Charlie Morton, PD

Charlie Morton es uno de los lanzadores más fascinantes que he llegado a ver, simplemente por el camino tan inusual que ha tomado su carrera. ¿Cuántas veces se llega a ver a un pitcher que fue prospecto con pitcheos suaves que después llegó a ganar lentamente velocidad en su recta, para terminar entre 95 y 97 millas por hora con una edad cercana a los 35 años? No puedo siquiera pensar en alguien que se le compare; siendo usualmente el caso opuesto.

Sin embargo, eso no me preocupa tanto como lo hacen su historial de lesiones y su edad. Morton cumplirá 35 años este noviembre y si bien los lanzadores no tienen la misma curva de envejecimiento que los bateadores, sí existe un declive significativo en su producción cuando comenzamos a comparar brazos entre 36 y 38 años.

Sin embargo, considerando la forma en la cual ha transcurrido la carrera de Morton, su recta llegará a las 100 millas por hora a los 37 años y bateará 30 jonrones a los 39.

Nathan Eovaldi, PD

Eovaldi fue un pitcher frustrante con los Marlins y Yankees, un lanzador que podía enviar una recta por encima de las 100 millas por hora, pero confrontaba problemas para ponchar a los toleteros contrarios para así alcanzar el promedio de la liga. Eovaldi se ha convertido en mejor lanzador y ciertamente fui miembro del Equipo Eovaldi durante el maratón a 18 entradas jugado durante la Serie Mundial; sin embargo, a pesar de jugar con los Medias Rojas y Rays en 2018, los bateadores rivales seguían haciéndole contacto a un promedio superior al de la liga. Eovaldi es ciertamente mejor pitcher de lo que fue, pero no creo que sea algo seguro.

Sin mencionar que se ha sometido a dos cirugías Tommy John.