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Alden González | Escritor de ESPN.com 5y

No esperen que Dodgers cambie su fórmula tras derrota en Serie Mundial

LOS ÁNGELES -- Dos bases fundamentales de la filosofía analítica de Dodgers de Los Ángeles fueron evaluadas de forma muy celosa debido a que el equipo californiano sufrió una segunda derrota consecutiva en la Serie Mundial. No obstante, el estilo de Farhan Zaidi, quien acaba de concluir su cuarta temporada como gerente general del equipo, fue validado por el equipo que le acababa de vencer.

Una de estas claves de juego es la fuerte dependencia de los Dodgers en dividir tiempo de juego entre dos peloteros en una misma posición; lo cual, dado el valor que representan las apariciones diarias al plato, podría conllevar a inconsistencia a la ofensiva.

''El Más Valioso de la Serie Mundial fue un pelotero que hizo cambios en algunos momentos y compartió posición con otro este año'', expresó Zaidi, refiriéndose al primera base de los Medias Rojas de Boston, Steve Pearce, quien batea a la derecha.

El otro aspecto fue su renuencia en mayor medida a invertir en pitchers relevistas del bullpen que no fueran cerradores, lo cual dejó a los Dodgers a manos de relevistas poco distinguidos en situaciones altamente comprometedoras.

''Evaluando la Serie Mundial, específicamente al bullpen de los Medias Rojas... cuando no estaban lanzando los abridores, eran Matt Barnes, Joe Kelly y Ryan Brasier'', indicó Zaidi. ''No fue un grupo de lanzadores por el cual tiraron la casa por la ventana''.

Zaidi y Andrew Friedman, presidente de operaciones de béisbol de los Dodgers, expresaron su decepción al no poder conseguir el primer campeonato de la Serie Mundial para la franquicia en 30 años. Pero sí fueron enfáticos al rechazar el relato que indicaba que perder la ronda final era indicio de fallos internos.

Al preguntársele a Zaidi por la cuota de responsabilidad que debía asumir la gerencia, éste comenzó su respuesta diciendo: ''Eso sería aceptar tu idea de que hay culpas que asumir''.

Luego, se le preguntó a Friedman si otra derrota en la Serie Mundial fue un fracaso de los peloteros o del sistema. No respondió con la misma cortesía.

''Pues, funciona en la temporada regular, funciona en (la serie divisional), funciona en (la Serie de Campeonato) y luego no funciona en la Serie Mundial... Sí, qué gran pregunta'', dijo Friedman, en son de burla. ''No sé cómo responderla. Realmente no lo sé. No sé cómo hay algo que funciona en temporada regular, en Serie Divisional y Serie de Campeonato y luego no llega a funcionar en la Serie Mundial''.

Clayton Kershaw hizo un comentario similar cuando, momentos después de que su temporada llegara al final, se le preguntó que podían cambiar los Dodgers para así superar ese obstáculo final.

''Quizás no sea un tema de personal'', expresó el pitcher. ''Podría ser un tema de 'jugar mejor'''.

Los Dodgers podrían tener un aspecto diferente el próximo año, pero ello no implica un cambio de filosofía.

Quizás intenten hacerse con los servicios de Bryce Harper, una posibilidad mínima sólo por sus 26 años y porque los Dodgers están nuevamente por debajo del umbral del impuesto al lujo. De todos modos, seguirán utilizando su profundidad sin paralelo en cuanto a peloteros de posición para así crear enfrentamientos a la medida de sus rivales, lo cual significa que seguirán colocando alineaciones sumamente diferentes, dependiendo del hecho si el abridor rival lanza a la derecha o la zurda.

Existe la tesis que indica que hacer tantas variaciones conduce a una ofensiva fluctuante porque hay demasiados jugadores fuera de ritmo. Los Dodgers no lo consideran un problema.

Los Dodgers tampoco desembolsarán sumas significativas por pitcheo de relevo, independientemente de los problemas que tuvo su bullpen. Los Rockies de Colorado hicieron justamente eso durante la temporada baja anterior, comprometiendo la cifra de $106 millones con Wade Davis, Bryan Shaw y Jake McGee. Pero Davis (efectividad de 4.13), Shaw (efectividad de 5.93) y McGee (efectividad de 6.49) confrontaron dificultades, reafirmando así lo que se ha convertido en un dogma dentro de la gerencia de los Dodgers.

''Evaluamos a los relevistas agentes libres y el historial no es muy bueno'', expresó Friedman. ''Por ello, no lo vamos a hacer solo por ganarnos los titulares ese día''.

Los Dodgers pactaron una extensión por tres años con Kershaw, renovaron al infielder de las esquinas David Freese, quien batea a la derecha; y han extendido ofertas calificadas al pitcher abridor Hyun-Jin Ryu y al receptor abridor Yasmani Grandal. Pronto, Roberts y todos sus coaches (con la excepción del coach de tercera base Chris Woodward, quien ahora será manager de los Rangers de Texas) tendrán nuevos contratos.

Friedman y Zaidi podrían quedarse tranquilos por el resto de esta temporada baja y presentar un equipo súper potencia el próximo año.

Justin Turner (tercera base), Corey Seager (campocorto), Chris Taylor (segunda base), Max Muncy (primera base) y Grandal (si acepta la oferta calificada de $17.9 millones) conformarían el cuadro. Joc Pederson (jardín izquierdo), Cody Bellinger (jardín central) y Yasiel Puig (jardín derecho) harían lo propio en las praderas. Freese, Austin Barnes, Enrique Hernández, Matt Kemp y Alex Verdugo también intervendrían.

Aparte de Kershaw, los Dodgers cuentan con seis pitchers abridores en su haber, lista que incluye a Hill, Walker Buehler, Alex Wood, Kenta Maeda, Ross Stripling y Julio Urías. Además del cerrador Kenley Jansen, tienen a dos derechos confiables (Pedro Báez y Dylan Floro) y par de zurdos fiables (Scott Alexander y Caleb Ferguson) en su bullpen. Los Dodgers seguirán experimentando y haciendo algunos cambios, quizás algo un poco más fuerte, aunque su derrota de Serie Mundial no los llevará a hacer borrón y cuenta nueva de forma radical.

''Sentíamos que teníamos un roster sumamente talentoso'', expresó Friedman. ''Sentimos que los Medias Rojas, igualmente contaban con un roster muy talentoso. Y solo porque algo terminó de cierta forma en una serie a cinco partidos (en la cual, desafortunadamente, solo tienes una oportunidad), no significa que si jugáramos otra serie a siete encuentros todo tendría la misma conclusión. Lamentablemente, no tenemos esa otra oportunidad. Pero sí nos ayuda a pensar cómo hacer las cosas, mirando hacia adelante''.

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