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Bryce Harper vuelve a Washington: la guía completa del regreso a casa

WASHINGTON – Los dioses del calendario de las Grandes Ligas lo tuvieron claro.

En agosto pasado, cuando Major League Baseball anunció su programación para 2019, la visita de los Philadelphia Phillies a los Washington Nationals para una serie a dos partidos entre rivales divisionales a principios de abril no parecía ser más que, bueno, una serie a dos partidos entre rivales divisionales a principios de abril. Ocho meses después, parece ser mucho más que eso.

Este martes, a las 7:05 p.m., hora del Este de Estados Unidos, con la temporada de béisbol apenas comenzando, Bryce Harper regresa a la capital de la nación norteamericana como miembro de los Phillies. Por primera vez, se preparará dentro del clubhouse de visitantes en el Nationals Park. Por primera vez, se sentará en el dugout de tercera base. Por primera vez, Harper será tratado… bueno… aún está por verse exactamente cómo será tratado por los buenos amigos dentro y alrededor de Washington.

Con ello en mente, les presentamos a continuación una guía para presenciar el regreso de Harper.

¿Por qué es importante?

En el minuto que fue tomado en el primer puesto del draft por Washington en junio de 2010, Harper se convirtió en el rostro de la franquicia. Fue Novato del Año en 2012. Fue Más Valioso en 2015, se convirtió en el pelotero más joven (22 años) en alzarse con el premio de forma unánime. Ayudó a los Nationals a tener su primera experiencia en postemporada desde su mudanza de Montreal en 2005, con un equipo que se alzó con cuatro títulos divisionales durante sus siete campañas en Washington. Ganó el Derby de Cuadrangulares el verano pasado en ese estadio, en frente de sus aficionados de casa, de la forma más dramática en la cual se puede ganar el Derby.

Sin embargo, la estadía de Harper en el Distrito de Columbia no fue siempre un lecho de rosas. El jardinero derecho no fue modelo de consistencia al plato. Ocasionalmente, fallaba a la hora de correr fuerte en la búsqueda de roletazos de rutina. Cercano al fin de su campaña de 2015, en la cual ganó el Premio al Más Valioso, acusó públicamente al cerrador de los Nationals Jonathan Papelbon por haber dado un pelotazo a Manny Machado, lo cual causó que Papelbon se hiciera célebre por haber estrangulado a Harper en el dugout días después. A pesar de ello, para bien o para mal, Harper y los Nationals eran uno para el otro y, como buen matrimonio, fue en mayor medida una relación muy feliz.

A pesar de la relación marital feliz y a pesar de que los Nationals le ofrecieron un contrato por 10 años y $300 millones al final de la temporada pasada, Harper decidió probar las aguas de la agencia libre. Superó la prueba de forma sobresaliente. De hecho, fue ampliamente lucrativa: el 2 de marzo, el slugger de 16 años firmó un pacto por 13 años y $330 millones con los Phillies. A pesar de que los rumores de la llegada de Harper a Filadelfia habían corrido durante meses, el hecho de no haber firmado con los Yankees o Dodgers o White Sox o Padres, sino con un rival divisional directo (ubicado a par de horas en carretera y geográficamente más cercano que cualquier otro equipo que conforma la División Este de la Liga Nacional) es algo muy importante. Por ello, también lo es su regreso a Washington.

¿Cómo se verá el Nationals Park?

El estadio no se encontrará a capacidad llena. No será así en un partido a mitad de semana a principios de abril para la segunda serie en casa de la temporada. Y menos en una noche en la cual se espera que las temperaturas alcancen los 30 grados Fahrenheit.

Dicho lo anterior, el Nationals Park deberá verse más animado de lo que sugiere el calendario.

“El lugar estará bastante lleno”, indica Steve Nickel, dueño de una compañía basada en Maryland llamada Sports Tickets Unlimited. “Especialmente para un partido que habría convocado a 14,000 personas”.

En vez de 14,000, Nickel espera que la asistencia prácticamente duplique esa cifra. Contar con el as del pitcheo Max Scherzer en la lomita ciertamente ayuda. Al igual que durante ese partido se celebrará la Noche de Aprecio a las Fuerzas Militares (dos boletos gratis por soldado).

Sin embargo, el mayor impulso en la boletería vendrá por parte de autobuses repletos de aficionados de los Phillies que viajarán a través de la autopista interestatal 95. Eso no es necesariamente algo normal (durante la pasada temporada, la asistencia durante una visita de los Phillies apenas subió un 2 por ciento con respecto al promedio de temporada en el Nationals Park); sin embargo, este momento no es nada normal.

¿Cuán anormal será la llegada de Harper? Con la excepción de tres secciones ubicadas detrás del home plate, la única área en la parte baja totalmente agotada en la web StubHub para la mañana del lunes era la Sección 142… la cual está ubicada frente al jardín derecho, por cierto.

¿Cómo sonará el Nationals Park?

Cuando se anunció al cátcher de los New York Mets, Wilson Ramos, en el Día Inaugural, la multitud que llenó el Nationals Park le dio una cálida ovación al ex receptor de los Nationals. En el caso de Harper, probablemente no recibirá el mismo tratamiento.

“Absolutamente”, expresó el abonado Mitch Bernstein cuando se le preguntó si planea abuchear a Harper. Berstein, abogado retirado de 69 años residente de Graves Mill, Virginia, no podrá asistir al encuentro del martes; sin embargo, estará allí el miércoles y cree que los abucheos constituirán la abrumadora mayoría para ambos partidos de la serie contra los Phillies.

“Te sientes abandonado”, dice Berstein, quien asistiera al Día Inaugural. Vistió una camiseta de Harper con una gigantesca “X” negra pintada con aerosol en su espalda, como signo visible de su decepción. “Una cosa es irse como agente libre. Todos entendemos eso. Pero… ¿te fuiste con el rival divisional más cercano? Piensas, oh, realmente no nos quería. No estaba enamorado de Washington. Fuiste tras la plata y era allá donde querías estar. Serás miembro de los Phillies de por vida. Trece años, sin canjes, sin cláusula de rescisión. Pues bien, si esa es tu identidad, no encajas con nosotros. Fue agradable tenerte con nosotros, esperamos que la puerta no te golpee mientras te vas. No sigo siendo su aficionado. No tengo más recuerdos bonitos de él. Jugará en mi contra, como enemigo”.

No todos los aficionados de los Nationals ven a Harper de la misma manera. “He sido aficionado de Bryce Harper por tanto tiempo”, indica Cole Fortner. El joven de 17 años que cursa último año en la Secundaria Spotswood de Virginia, también estuvo presente en el Día Inaugural, vistiendo una camiseta de Harper con el nombre del ex Más Valioso cubierto con cinta adhesiva gris, en la cual escribió el apellido de su nuevo pelotero favorito (el joven slugger de los Nationals, Juan Soto).

Si bien Fortner sintió la necesidad de alterar su camiseta, sigue teniendo mucho amor por Harper: “No creo que pueda abuchearlo. Me gustó su juego durante tanto tiempo. No puedo desechar algo así. Sigue siendo un gran pelotero. Hizo mucho por nosotros”.

¿Qué dicen los excompañeros de Harper?

“Será divertido”, indicó Scherzer cuando se le preguntó que sentirá cuando vea a Harper pisar el plato para enfrentársele. Sin embargo, el hecho de que será divertido no implica que no sea surrealista. “Solo le hemos visto vistiendo el uniforme de los Nationals. Obviamente, será algo raro”.

Scherzer no cree que él o sus compañeros se vean afectados. “Esto es el béisbol. Estamos muy acostumbrados a ver peloteros cambiar de equipo todo el tiempo. Para nosotros, los jugadores, realmente no nos desconcierta mucho ver a los muchachos con uniformes nuevos”.

Tampoco implica que los Nationals no se sentirán desconcertados en absoluto. “Quizás haya un poco de energía extra cuando (Harper) esté sobre el cajón de bateo”, dijo el cerrador Sean Doolittle. “Hay que poner ciertas cosas de lado, porque él estará bateando en plena mitad del orden ofensivo para ellos. Podrá hacer mucho daño si bajas la guardia, incluso por cuestión de un segundo. Pero al final del día, él juega para un rival divisional. A finales del partido, si está sobre el plato, será algo meramente profesional”.

Hacer out a Harper es algo que ha estado en mente durante mucho tiempo y eso es lo que parece importarle más a los Nationals. “Prácticamente está atado (a los Phillies) para siempre, o por lo menos, por el resto de mi carrera”, indica Scherzer, cuyo equipo tendría pautado jugar contra los Phillies en 247 ocasiones durante los 13 años de vigencia del contrato de Harper. “Nos enfrentaremos muchas veces. Este es apenas el primer asalto”.

¿Qué hará Harper?

Durante su estadía en Washington, las cifras de producción de Harper divididas entre local y visitante se mantenían bastante equilibradas. De sus 184 jonrones en temporada regular, exactamente la mitad se produjo en el Nationals Park. Según su tOPS+, una métrica bastante simpática en Baseball-Reference.com que te indica el lugar dónde un pelotero produce mejor (100 sería neutral), estuvo ligeramente mejor en su feudo (103) que fuera de él (97). Así que olvidémonos del factor ubicación.

A la hora de dividir sus estadísticas entre zurdos y diestros, la historia cambia. El OPS de .943 de por vida de Harper contra lanzadores derechos es prácticamente 150 puntos mayor que contra siniestros (.796). Si bien Scherzer es diestro, no se trata de cualquier diestro: hablamos de un pitcher tres veces ganador del Cy Young que ha limitado a los toleteros zurdos a OPS de .609 durante la campaña anterior, tercer menor registro en la Liga Nacional. Cabe destacar que, aparte de varios enfrentamientos durante los entrenamientos en Spring Training, Scherzer y Harper nunca han participado de un duelo entre ambos.

Por último, pero no menos importante: los intangibles. Por una parte, Harper tiene una reputación por adorar los momentos importantes y brillar cuando tiene todas las miradas puestas sobre él. Sus cinco jonrones en Día Inaugural (mejor cifra entre peloteros activos) sustentan lo anterior. Sin embargo, su carrera en postemporada nos cuenta una historia muy diferente. Si bien su promedio de jonrones en el mes de octubre (5.6 por ciento) es mayor que en temporada regular (4.7 por ciento), Harper tiene promedio de bateo de por vida de .211 en playoffs y un OPS de .801 significativamente menor a su marca de .902 en campaña regular.

Entonces, ¿qué significa todo lo anterior? Que este martes en el Nationals Park, Harper tiene 100 por ciento de probabilidades de irse X-Y o Y-Y, o algo parecido.

Nuestra predicción completamente aleatoria y poco científica: de 3-1 con boleto, ponche y jonrón en solitario. Y una ovación de pie. Y un coro de abucheos.