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ARLINGTON – Carlos Correa ya llegó corregido y aumentado. El parador en corto de los Houston Astros dio una probada el lunes por la noche de lo que es capaz de hacer cuando se siente sano y está en ritmo, al menos en cuanto a choque de bola se refiere. Correa conectó tres imparables, incluido doblete, en la victoria 2-1 de los Astros sobre los Texas Rangers en el Globe Life Park de Arlington, en apenas su segundo partido de la temporada, después de que había salido en blanco en tres turnos al bate el domingo contra Tampa Bay Rays. “Estar con los muchachos ahí afuera sintiéndome sano por completo hace que todo cambie en mi perspectiva para jugar al béisbol", dijo Correa. “Ha sido un largo camino de regreso de mi lesión de espalda. Pasé todo el receso de temporada tratando de recuperar mi salud". La temporada pasada, Correa jugó 110 de los 162 partidos de temporada regular porque tuvo que batallar con diversas lesiones, en especial rigidez en la espalda. Participó en los playoffs, aunque sus molestias físicas eran tan visibles como la falta que hacia para sus Astros en la alineación del equipo, que fue eliminado en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.  “Finalmente, estoy sano y puedo salir a jugar al 100 por ciento para desempeñarme como sé que puedo hacerlo", agregó el paracorto boricua de 24 años. Al terminar la temporada, Correa decidió explorar nuevas opciones de preparación, que incluyó enfocarse menos en las pesas y acercarse más a la yoga, estiramientos y ejercicios de flexibilidad. Las prácticas primaverales en la Liga de la Toronja mostraron a Correa en mucho mejor condición física que cuando acabó la postemporada anterior. Bateó para .333 con seis extrabases, incluidos cinco dobletes y cuadrangular para siete carreras producidas. “Me siento al 100 por ciento, más fuerte y más efectivo en todo lo que hago", explicó Correa. “Me siento tan bien como antes de empezar las temporadas 2017. Me siento sano y con mi swing de regreso, mi swing más rápido hace diferencia, igual que poder ver mejor la bola". Correa comentó que esos ejercicios de yoga y flexibilidad, combinado con turnos al bate resultaron en que ganara velocidad en el swing que espera se refleje esta temporada. “Esa es la clave, poder ver la bola más rápido y tener mejor movimiento en mis manos", añadió. “No creía mucho en la flexibilidad, pero sin duda después de lo que me pasó (lesión) me doy cuenta qué tan importante es". El nuevo receptor de los Astros, el venezolano Robinson Chirinos, tuvo que enfrentar a Correa las cuatro temporadas anteriores como parte de los Rangers. Dijo que ahora que convive con él empieza a valorar más la clase de jugar y talento que tiene. Pero sobre todo la gran preparación y enfoque con la que llegó al campamento primaveral y con la que se acerca a cada partido de la naciente temporada regular. “Es impresionante", aseguró Chirinos en referencia a Correa. “No es lo mismo cuando los enfrentas a cuándo estás con ellos. Aprender a conocerlos obviamente. Ves la rutina que tiene, cómo se prepara… Carlos es una persona que le pido a Dios que lo mantenga saludable porque así será un jugador que siempre va a pelear por ser el Más Valioso de las Grandes Ligas". “Tiene un swing increíble", añadió. “Es un jugador bien completo. Con salud va a seguir obteniendo muchas cosas en su carrera".
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