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Mariners, Cubs y Dodgers: las alineaciones más temidas en las Grandes Ligas

La mayoría de los equipos del Béisbol de Grandes Ligas han jugado por lo menos 16 partidos, lo que representa la décima parte del calendario. Aún es temprano. Vaya, hay peloteros que aún visten máscaras de esquiar en algunas regiones del país y el clima estuvo tan frio y ventoso durante la noche del lunes en Filadelfia, que Noah Syndergaard tuvo que atar su frondosa melena como cola de caballo para evitar que cayera en su rostro.

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Por ello, no hay que sobreactuar por ahora con respecto al arranque de temporada de su equipo favorito, bien sea encendido o frio. Las suertes pueden cambiar con una buena (o mala) semana. Sin embargo, vale la pena destacar que los promedios presentes en toda la liga tienden a estabilizarse muy rápidamente y hasta ahora, los cuadrangulares y carreras anotadas muestran un incremento con respecto a 2018 (al igual que los boletos y ponches). Previo a los partidos del lunes, el promedio en Grandes Ligas de 1.31 jonrones por partido sería suficiente para romper el récord de 1.26, impuesto en 2017. El promedio de 4.68 carreras por partido sería el más alto desde 2007, a pesar de que el promedio de bateo de toda la liga de .244 sería el menor desde 1972.

(Nótese que, contrario a la creencia popular, la producción de carreras no es menos escasa durante el mes de abril. Durante las 10 temporadas más recientes, el promedio en el béisbol mayor es de 4.37 carreras por partido. ¿El promedio visto sólo en abril? 4.37 carreras por encuentro).

De todos modos, con la ofensiva despertando desde temprano, demos un vistazo a lo que han mostrado algunas alineaciones en el mundo de las Grandes Ligas (Todas las estadísticas citadas incluyen los partidos disputados hasta la jornada del lunes).

Alineación más temible hasta ahora: Seattle Mariners (6.84 carreras por partido)

Los Mariners han soltado jonrón al menos en una ocasión en cada uno de sus primeros 19 partidos, aunque sus bates se han desacelerado en los cotejos más recientes, consecuencia de enfrentarse a Justin Verlander, Gerrit Cole y Trevor Bauer sucesivamente. A pesar de ello, esto constituye un récord de cuadrangulares desde el inicio de la temporada; aunque tienen aún mucho que hacer si desean alcanzar a los Rangers de 2002, que dispararon al menos un jonrón en 27 encuentros consecutivos. Previo a la jornada del martes, los Mariners tenían más jonrones que los Tigers, Giants, Pirates e Indians combinados.

¿Quieren conocer algunas de las claves de su éxito tempranero? Primero: cuentan con el quinto menor promedio de persecución a pitcheos, por ello, se puede inferir que le están haciendo swing a strikes. Segundo: tienen el promedio de ángulo de lanzamiento más alto en Las Mayores, por ello, se producen los jonrones. Tercero: se enfrentaron a White Sox y Royals.

La pregunta: ¿Podrá Dan Vogelbach y compañía mantener este nivel? ¿Cómo puede servirnos un encendido mes de abril para predecir el comportamiento durante la temporada de toda una alineación? Revisé las tres mejores ofensivas en ambas ligas durante las cinco campañas anteriores:

Ya veremos en qué lugar terminan los Mariners; sin embargo, hay solo dos equipos en dicho periodo que ostentaron promedio de seis carreras por partido durante el mes de abril: los Nationals de 2016 y los Cubs de 2016 (ambos clasificaron a los playoffs). Como era de esperarse, solo tres de nuestras 30 alineaciones encendidas mostraron mejoría durante el resto de la campaña en comparación con abril, con un bajón en el promedio de 0.58 carreras por partido para el final de las respectivas temporadas (lo cual significa que el promedio de carreras por partido a partir del 01 de mayo de hecho superó las 0.58 carreras).

¿Cuán inusual es un periodo de producción de 130 carreras en cualquier momento de la temporada? Tras analizar solamente las tres temporadas anteriores (con niveles ofensivos similares a los de 2019), no es algo tan alocado, aunque sigue siendo impresionante. Sin contar las rachas que se superponen, esto ha sucedido en cuatro oportunidades en 2018, ocho en 2017 (incluyendo dos ocasiones diferentes por parte de los Astros) y en tres en 2016. El periodo más alto durante el torneo anterior fue de 137 carreras por los Rangers entre el 22 de julio hasta el 10 de agosto. Los Rangers perdieron 95 partidos y terminaron en el séptimo lugar en la Liga Americana en carreras anotadas.

Lo interesante aquí es que los Mariners pudieron haberse sacado la lotería dos veces, con Jay Bruce y Tim Beckham, que fueron solventes en 2017 y estuvieron terrible durante la temporada anterior. Sin embargo, ambos han sido mediocres a la defensiva y veremos cómo los Mariners rearman su equipo una vez regrese Kyle Seager y si ascienden a J.P. Crawford para jugar en el campocorto (ha tenido buen inicio de temporada en Triple-A al plato). Esos cambios podrían implicar una disminución de la producción ofensiva, aunque contaría con mejor defensiva para así apoyar a un inestable cuerpo de lanzadores.

De todos modos, de esa lista de 30 equipos, 16 han clasificado a los playoffs. Esas son mejores probabilidades que las vaticinadas por FanGraphs con respecto a la clasificación a la postemporada de los Mariners: apenas un 8.7 por ciento. El sitio Web proyecta que los Mariners tendrán un promedio más razonable de 4.68 carreras por partido por lo que resta de campaña. Soy optimista: opino que superarán dichos estimados por ligero margen, confiado en las mejorías que el equipo ha mostrado en estos primeros tramos de la temporada.

Alineación más temible por el resto de la temporada: Los Angeles Dodgers (6.28 carreras por partido)

Los Dodgers soltaron un récord de ocho jonrones en el Día Inaugural y anotaron 29 carreras en una barrida de tres partidos en el Coors Field. No obstante, suman seis reveses consecutivos a manos de Cardinals y Brewers, quitándoles así esa aura de invencibilidad. Los Dodgers conectaron 235 jonrones durante la pasada temporada, tercera producción más alta en la historia de la Liga Nacional y estos primeros compromisos nos sugieren que son capaces de romper la marca de la Liga Nacional de 249 cuadrangulares, impuesta por los Astros en el año 2000.

Cody Bellinger ha sido un verdadero monstruo, bateando para .433/.513/.925 con nueve jonrones en 18 partidos. La noticia que debería infundir miedo a los pitchers rivales es que Bellinger ostenta más boletos que ponches y ha disminuido su promedio de ponches del 23.9 por ciento al 11.5 por ciento. Es de notar que los promedios de ponches y boletos se estabilizan mucho antes que otras estadísticas en el caso de los bateadores. Por ende, si el promedio de ponches de Bellinger va a caer de forma pronunciada, eso significa que habrá mayor cantidad de pelotas en juego y que tendrá un promedio de bateo superior a los .260 registrados por él en 2018. Bellinger fue golpeado en las rodillas con un pitcheo el pasado lunes y abandonó el partido; sin embargo, los rayos X no mostraron lesión y debería regresar a la alineación este miércoles.

¿Podrán los Dodgers anotar seis carreras por partido durante toda una temporada? Es poco probable. Desde la temporada de 1930, recordada como la campaña de la “pelota de conejo” extrema por sus altas cifras de batazos de larga distancia, el único equipo en la Liga Nacional en lograrlo fueron los Brooklyn Dodgers de 1953, con promedio de 6.16 carreras por partido. Solo tres otros equipos de la Liga Nacional han promediado 5.75 carreras por encuentro: los previamente mencionados Astros de 2000 y dos equipos que jugaron en el Coors Field. Aún así, con Max Muncy mostrándose como si su actuación de 2018 no fue producto del azar, un Joc Pederson concentrado, Enrique Hernández prosperando en su rol de juego a diario y Austin Barnes bateando bien hasta ahora, la alineación cuenta con suficiente profundidad desde el primer hasta el octavo bate. Y eso que Corey Seager, Justin Turner y A. J. Pollock no han hecho mucho hasta ahora (solo cuentan con tres jonrones entre los tres).

Alineación más temible de lo que creen: Chicago Cubs (6.20 carreras por partido)

Esto podría sorprenderles porque todo lo que se escucha desde Wrigley Field son malos presagios, tras sufrir un arranque de temporada con récord inferior a los .500 y las dificultades vividas por su pitcheo. Siguen infundiendo respeto a pesar de que Anthony Rizzo (.182), Kris Bryant (un jonrón) y Kyle Schwarber (.192) tienen lentos comienzos de campaña. Willson Contreras y Jason Heyward han sido los mejores bateadores del equipo, con totales de OPS por encima de los 1.100. Cierto, la ofensiva dejó mal sabor a finales de 2018 entre los aficionados de los Cubs cuando ésta anotó dos carreras en 22 innings durante los partidos de desempate de la división y el decisivo por el comodín. Sin embargo, hablamos de una buena ofensiva con varios obvios candidatos para remontar y sumar temporadas mejores como lo son Bryant, Contreras y Rizzo.

Les presento un dato interesante para que mis colegas nerds del béisbol le hagan seguimiento: los equipos de la Liga Nacional han superado a los de la Liga Americana hasta ahora, con promedio de 4.72 carreras por partido contra 4.65. La última ocasión en la cual esto ocurrió fue en 1974, cuando el bateador designado (instituido en 1973) le dio a la Liga Americana una ventaja obvia para así anotar mayor cantidad de carreras. Siete de las 10 mejores ofensivas en el béisbol hasta ahora pertenecen a equipos de la Liga Nacional.

Alineación más interesante: New York Mets (6.12 carreras por partido)

Comenzamos con el Gran Pete Alonso, el mismo de las velocidades de salida dignas de cohetes dirigidos al planeta Saturno. Brandon Nimmo se ha transformado en la clase de pelotero de los “Tres Verdaderos Resultados” que se ubica dentro del prototipo, pero se mantiene valioso. Se embasa y anota carreras. Michael Conforto ha tenido buen arranque de campaña y éste podría ser el torneo en el cual sume 35 jonrones. Jeff McNeil es el extremo opuesto de Nimmo, un jugador chapado a la antigua que pone la pelota en juego sin mucho poder. A pesar de ello, está bateando para .404. Wilson Ramos aporta algo de ofensiva a la causa de los Mets desde la posición de receptor y Amed Rosario comienza a mostrar potencial al plato. J.D. Davis ha aprovechado las oportunidades generadas por las lesiones sufridas por algunos compañeros y se muestra como un bate efectivo para combinar contra lanzadores zurdos.

Los Mets no han terminado entre los tres primeros puestos en la categoría de carreras anotadas en la Liga Nacional desde 2008 y no han sido líderes en el Viejo Circuito en este departamento desde 1990; no obstante, ésta parece ser su mejor ofensiva en una década. Si solo Robinson Canó pudiera cobrar fuerza…

La ofensiva 'confiando en el Equipo B': New York Yankees (4.87 carreras por juego

Mi proyectada mejor ofensiva en las Grandes Ligas de cara a la temporada, los Yankees jugaron los Medias Rojas el martes sin Giancarlo Stanton, Gary Sanchez, Aaron Hicks, Miguel Andujar, Greg Bird ni Didi Gregorius. Todavía vencieron a Chris Sale y Erasmo Ramírez con una victoria de 8-0. Andújar ha estado bateando en una jaula, Hicks y Stanton han comenzado un trabajo de lanzamiento suave, y la estadía de Sánchez en la lista de lesionados con un desgarre en la pantorrilla debería ser breve. En otras dos semanas, los Yankees deberían estar mucho más cerca de la fuerza completa. Cuidado.

La alineación 'Mookie Betts tiene que comenzar a batear': Boston Red Sox (4.35 carreras por juego)

No ha sido solo el pitcheo lo que ha llevado a los Medias Rojas a un comienzo lento. La ofensiva también ha tenido problemas, ya que han perdido más de una carrera por juego de las 5.41 del año pasado. Para ser justos, Betts en realidad no ha sido horrible, con .222/.324 /.413 hasta el martes. Jackie Bradley Jr. ha estado peor (.149/.196 /.170) y los Red Sox han tenido muy poco con el receptor y nada desde la segunda base (.145 /.197/.161). Las cosas empeoraron contra los Yankees cuando James Paxton los destruyó con dos hits y 12 ponches en ocho entradas en blanco.

La alineación que todavía no ha bateado en el 'clutch': Houston Astros (4.19 carreras por juego)

Los Astros ocupan el puesto 20 en las mayores en carreras por juego, pero cuando profundizas, tienen menos preocupaciones sobre su alineación que los Red Sox. En realidad, lideran las mayores en promedio de bateo (.280), ocupan el sexto lugar en OBP (.349) y el cuarto en slugging (.471). Solo que batean mal con los corredores en posición de anotar (.215). Según su perfil ofensivo, deberían anotar 5.29 carreras por juego. (Sí, el béisbol no existe en un mundo teórico "debería tener". El punto es que los Astros son una buena apuesta para comenzar a anotar muchas más carreras. Teniendo en cuenta que aún ingresaron el martes con una racha de nueve victorias consecutivas, todo está bien en Astroland).

Mención obligatoria de la mala alineación de Marlins: Miami Marlins (2.82 carreras por juego)

Fueron últimos en carreras en 2018 y son una buena apuesta para terminar las últimas nuevamente. Lo triste es que ni siquiera es una alineación tan joven: Lewis Brinson cumple 25 años en mayo y es el más joven regular. Basados en la fórmula de edad promedio de Baseball-Reference.com (ponderada por los juegos jugados y turnos), los Marlins tienen la décima alineación de más edad en las Grandes Ligas (mayor que Red Sox, Yankees o Dodgers). Así que no hay ni siquiera mucho futuro para soñar.

La que fue una buena ofensiva: San Francisco Giants (2.76 carreras por juego)

Los Giants han sido los últimos en la Liga Nacional en carreras anotadas en cada una de las últimas dos temporadas, y aunque parte de eso se juega en un parque de duro para bateadores, traer de vuelta al mismo grupo de jugadores significa que es poco probable que haya un cambio. Estaban bateando .199 entrando al juego del martes, con Buster Posey, Evan Longoria, Brandon Crawford y Gerardo Parra combinando para un promedio de .207 y un jonrón en 213 turnos al bate. Ay. (Longoria conectó su segundo jonrón el martes).

La alineación que menos temida: Detroit Tigers (2.67 carreras por juego)

En 15 juegos bateaban .201/.283 /.312 con siete jonrones. De alguna manera todavía tenían marca de 8-7. Miguel Cabrera y Nicholas Castellanos están buscando sus primeros jonrones y, sorprendentemente, firmar el combo del medio del cuadro de los Piratas de 2018 no le ha dado una sacudida a la alineación.

Mención de honor a la alineación menos temida: Colorado Rockies (3.00 carreras por juego)

Está bien, solo han jugado cinco de sus 17 juegos en casa, pero tres carreras por juego no van a funcionar en Yellowstone. Han anotado 51 carreras, lo que no es el peor desempeño de 17 juegos en la historia de los Rockies -anotaron 41 carreras durante un periodo en julio de 2013- pero dadas las expectativas de pretemporada y el hoyo que cavaron, califica como tal vez el comienzo más desalentador de la temporada al oeste de Boston.