MIAMI - Hace menos de un año, para Leonys Martín todo se reducía a sobrevivir.
Lo de volver a jugar béisbol era una utopía para el cubano, a quien la muerte le tendió una trampa, disfrazada de una infección bacteriana que le provocó una falla multiorgánica casi fatal.
Recién lo habían cambiado de los Detroit Tigers a los Cleveland Indians y después de seis juegos, estaba de pronto en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, lleno de tubos y conectado a un respirador artificial.
Por eso, el verse nuevamente vestido de pelotero, jugando en el mejor béisbol del mundo, es un milagro de la ciencia y de la fe, que hacen a Martín protagonista de una de las historias humanas más espectaculares del 2019.
¿Cuán grave fue realmente tu enfermedad?
"Bien grave. Lo peor que puedas imaginarte. Ya casi estaban velándome. Yo en realidad no sé qué me pasó, porque estuve cinco días inconsciente, pero sé que fue muy grave, casi morí".
¿Cómo cambió tu perspectiva de vida después de haber escapado de la muerte?
"Eso me enseñó a disfrutar más de la vida y a no preocuparme por cosas que no son importantes. La vida me dio una segunda oportunidad y quiero aprovecharla al máximo, pero divirtiéndome. Hoy estamos aquí y mañana no sabemos".
"Le doy gracias a Dios y a la organización de Cleveland por haberme apoyado todo el tiempo en mi recuperación y aquí estoy de nuevo, dispuesto a darlo todo cada día en el terreno".
El cubano empezó la temporada como primer bate de la Tribu y cuando se incorporó Francisco Lindor lo movieron al segundo turno.
"Me da lo mismo. Como si me ponen de noveno. Sólo quiero estar en la alineación todos los días", explicó el jardinero central de los Indians.
"Me siento muy bien en Cleveland, tenemos un gran equipo y somos los favoritos para ganar la división. Mi única preocupación es ayudar en lo que pueda para volver a los playoffs y ganar la Serie Mundial".
Ese es el sueño de cada pelotero de esta organización desde 1948, última vez que los Indians levantaron el trofeo.
Desde entonces, aparecieron en cuatro clásicos de octubre más, en 1954, 1995, 1997 y 2016, pero salieron siempre por la puerta de atrás.
"Nosotros no hablamos de eso. Yo creo que a ninguna organización le interese hablar de eso y menos a nosotros, que lo único que nos importa es ganar", concluyó Martín.