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Marcell Ozuna concentrado en ganar y no en contratos

CHICAGO -- Cuando Nolan Arenado, Chris Sale, Justin Verlander, Paul Goldschmidt y Xander Bogaerts, entre otros, aceptaron recientes extensiones de contratos de sus equipos, la promoción de agentes libres del próximo invierno en las Grandes Ligas quedó bastante debilitada, lo que no es exactamente una mala noticia para el puñado de peloteros sobresalientes, y jóvenes, que tendrían el derecho a barajar distintas ofertas laborales de noviembre en adelante.

Ese ya reducido grupo incluye al jardinero Marcell Ozuna, de los St. Louis Cardinals.

"Estoy consciente de eso", dijo el dominicano a ESPN Digital en referencia a su potencial debut en la agencia libre, un proceso que de ser un sueño, por diferentes razones, en los últimos dos inviernos se convirtió en pesadilla para algunos jugadores de las ligas mayores. "Hasta ahora no he oído ninguna conversación, mi agente todavía no me ha dicho nada. Pero a lo mejor yo tampoco quiero escuchar lo que me puedan decir, sino que sigo tratando de jugar duro y dar lo mejor de mí".

Además de Ozuna, entre los jugadores que juegan el último año de sus contratos destacan los lanzadores abridores Gerrit Cole, de los Houston Astros, y Madison Bumgarner, de los San Francisco Giants; el antesalista Anthony Rendón, de los Washington Nationals; el inicialista cubano José Abreu, de los Chicago White Sox, y el torpedero curazoleño Didi Gregorius, de los New York Yankees.

Otros que podrían usar cláusulas de escapes de sus pactos para unirse a la fiesta son el bateador designado cubano J.D. Martínez, de los Boston Red Sox; el pitcher abridor Stephen Strasburg, de Washington, y el cerrador curazoleño Kenley Jansen, de Los Angeles Dodgers.

Rendón y Washington han hablado de extender su contrato por meses, pero no se han puesto de acuerdo. Si los Nationals logran retener a largo plazo a su antesalista antes de que concluya el verano, el movimiento impactaría, positivamente, a los bateadores probados que lleguen a la agencia libre.

Ozuna es representado por Scott Boras, quien ha moderado recientemente su política en contra de llevar a sus clientes por el camino de sus extensiones. A mediados de abril, otro de sus representados, Xander Bogaerts, firmó una extensión de seis años y $120 millones con los Red Sox.

"Lo más importante es ayudar a los Cardenales a ganar partidos y ya luego me ocuparé de mi futuro", dijo Ozuna.

Ozuna, de 28 años, es un dos veces Todos Estrellas y ganador del Guante de oro que promedia 25 jonrones y 93 carreras impulsadas por cada 162 partidos desde que llegó a las ligas mayores hace siete años. En 2017, bateó .312 con 37 jonrones, 30 dobles y 124 carreras impulsadas y ganó el Guante de Oro por su excelencia defensiva en el jardín central con los Miami Marlins.

Pero el año pasado, en su primer año con los Cardinals, bateó .280 con 23 cuadrangulares y 88 remolques y reculó notablemente a la defensa, mientras jugaba con importantes molestias en el hombro derecho. Luego de la temporada, el jugador fue sometido a una cirugía de limpieza del hombro para aliviarlo de persistentes tendinitis e inflamación.

Los resultados de jugar sin dolores mayores se vieron inmediatamente en el 2019. Ozuna batea .252, pero tiene 11 jonrones, siete dobles, 30 impulsadas y 28 anotadas y apareció en 34 de los primeros 36 partidos de San Luis (21-15), que entró a esta semana peleando cerradamente el primer lugar de la División Central de la Liga Nacional con los Chicago Cubs (20-13).

De mantener el ritmo y estar sano, Ozuna, quien gana $12,25 millones de dólares este año, podría merodear los 40 jonrones por segunda vez en su carrera.

"La diferencia es que estoy saludable", dijo Ozuna, quien tuvo que inyectarse cortisona en agosto pasado para aliviar el dolor. "Trabajé mucho para eso, gracias a Dios me siento bien. El año pasado tenía bastante dolor en el brazo, lo que no me dejaba extender [el swing] y quedarme adentro del pitcheo".