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Las primeras cinco impresiones al observar a Vladimir Guerrero Jr.

CHICAGO -- ¿Qué se puede decir tras apenas cuatro juegos de béisbol? ¿A qué conclusiones se puede llegar sobre un jugador, sobre un equipo, sobre una estrella en ascenso? La respuesta a ambas preguntas retóricas: no mucho, para ser honesto.

De todos modos, esa fue la asignatura: Estar junto a Vladimir Guerrero Jr. y los Azulejos de Toronto durante sus cuatro días en Chicago. Mirarlo. Observarlo. Compartir lo que ustedes han visto y lo que han observado. Esa asignatura fue aceptada con gusto.

POR QUÉ NOS IMPORTA

Sin duda que ya saben que el padre de Guerrero es un miembro del Salón de la Fam que de ahora en adelante tendrá que llamarse Vladimir Guerrero Sr. Eso es lo que ocurre cuando tienes un hijo famoso. Solo pregúntenle a Ken Griffey Sr., quien durante sus días con la Gran Maquinaria Roja era simplemente conocido como Ken Griffey. Pero además Vlad Sr. tiene uno de los mejores apodos de todos los tiempos - Vlad El Empalador (Vlad the Impaler) - así que no tiene mayores problemas con su nombre.

Sin duda, es una referencia espeluznante. Vlad Sr. nunca le hizo a las pelotas con sus bates lo que el real Vlad El Empalador le hizo a los seres humanos con sus lanzas. En el sentido más estricto de la palabra, el Empalador original era un príncipe, el hijo del rey de Wallachia. Podemos decir con seguridad que Vladimir Guerrero Sr. pertenece a la realeza del béisbol - una frase que describe a todo el que está exaltado a Cooperstown. Siendo ese el caso, ¿podríamos decir que Vladdy Jr. es un príncipe de béisbol?

Bueno, el Príncipe Vlad es extraordinario en muchos sentidos por derecho propio. Ha sido el prospecto No. 1 de los Azulejos en cada uno de los pasados tres años tanto en las listas de Keith Law de ESPN como en la de Baseball America. BA lo colocó como el prospecto No. 1 en general antes de esta temporada, y Law lo puso de No. 2 detrás de Fernando Tatis Jr. (Sí, otro Junior). Guerrero brilló en las menores con promedio de .331, OPS de .945 y un caudal enorme de videos en redes sociales debido a su aptitud para batear pelotas bien, bien lejos. Eso es algo muy principesco.

Sin embargo, la mejor parte es que Guerrero parece llevar la cantidad justa de olvidos sobre esas hazañas.

"Yo solo trato de hacer contacto", dijo Guerrero. "La pelota solo sale de esa forma, con mucha velocidad de salida. Pero todo está bien".

Cuando Guerrero conectó su primer jonrón en Grandes Ligas la semana pasada en San Francisco - un batazo de 438 pies ante Nick Vincent -- se convirtió en el jugador más joven en conectar un cuadrangular en la historia de la franquicia de Toronto. Le rompió el record de Danny Ainge, el chico que ayudó a los Boston Celtics a ganar títulos de la NBA como jugador y como ejecutivo, y que además le mordió una vez el dedo a Tree Rollins.

COSA OBVIA NO. 1: ES REALMENTE JOVEN

Realmente, lo primero que uno nota sobre Guerrero. Como dijo Robin Williams sobre Matt Damon, "Eres apenas un chico". Es un chico grande, pero con la cara y los manerismos de un hombre joven, y el cuerpo que produce con tanta violencia en el plato no está tan cincelado como podría estarlo. Y, como cualquier chico en estos días, parece como si hubiese llegado a este mundo con un teléfono inteligente incrustado en la palma de su mano.

Así que, antes del primer partido de la serie, mientras el Príncipe Vlad estaba sentado frente a su casillero y observando lo que fuera en la pantalla de su teléfono, toda la acción en el camerino de los Azulejos estaba ocurriendo justo al lado de él, donde el lanzador Edwin Jackson estaba respondiendo todo tipo de preguntas sobre su hazaña de convertirse en el primer jugador en vestir el uniforme de 14 equipos de Grandes Ligas. ¡Catorce!

Si Guerrero termina retando esa marca algún día, las cosas habrán ido muy mal. Pero todavía hay lecciones que él, o cualquier otro jugador, puede aprenderé del mejor jornalero del béisbol. Jackson, quien todavía se sonríe luego de todos estos años, es una delicia para tenerlo cerca. Yo le insto a que escriba un libro sobre sus experiencias, y él me responde que estoy lejos de ser el primero en hacerle esa sugerencia.

"Quizás algún día saque mi grabadora y comience a contar historias", dijo Jackson. Y realmente espero que algún día lo haga. Parte de su historia ciertamente podría ser que una vez le permitió un cuadrangular a Vlad Sr. (durante un partido interligas Angels-Dodgers el 3 de julio de 2004) y muchos años después fue compañero de equipo de su hijo mientras bateaba cuadrangulares.

Luego que todo el mundo decidiera dejar en paz a Jackson, fui donde Vlad y él seguía pegado al teléfono, pero además estaba conversando con su compañero Richard Ureña, un jugador del cuadro que subió por el sistema de fincas de Toronto y con quien parece tener buena amistad. Sus casilleros están uno al lado del otro, y durante los partidos, en muchas ocasiones se sientan juntos en la banca.

Hay un pequeño grupo de periodistas en el camerino de los Azulejos, así que se decide que Vlad Jr. haga una pequeña conferencia de prensa en el dugout. La conexión de Chicago es semi relevante porque Guerrero es amigo del novato de los Medias Blancas Eloy Jiménez, otro fiero bateador joven que podría terminar batallando por el premio de Novato del Año de la Liga Americana, aunque ambos todavía tienen mucho camino por recorrer. El ángulo de Jiménez está un poco templado por su ausencia; está trabajando en su proceso de rehabilitación con el Triple-A Charlotte, intentando recuperarse de un esguince de tobillo. Jiménez, al igual que Guerrero, es una pieza fundamental para el futuro de su equipo, y en su caso, logró una extensión de contrato antes de debutar en las mayores.

"Lo conozco desde hace mucho, desde la República Dominicana", dijo Guerrero. "Le envié un mensaje de texto cuando firmó ese contrato. Ustedes saben que él es un gran bateador".

Me mantuve en los alrededores del armario de bates en el dugout de Toronto, y cuando apareció Guerrero, tenía una sonrisa contagiosa mientras estrechaba las manos de todos. Escuchó a todos mientras cada uno se presentaba, aunque no había posibilidad de que él recordaba alguno de los nombres que escuchaba por primera vez. Guerrero utiliza los servicios del intérprete Héctor Lebrón cuando conversa con los medios, aunque parece tener un dominio pasable del inglés cuando conversa con compañeros que no son latinos.

Que Guerrero siga utilizando un intérprete no es algo inusual - una conversación casual en el camerino es un animal completamente diferente a tener que enfrentarse a una furiosa horda de periodistas que le colocan casi dentro de la boca y en su cara cualquier cantidad de grabadoras, micrófonos y cámaras. Muchos jugadores latinos simplemente prefieren la red de seguridad que les provee un intérprete. Uno no quiere que la frase incorrecta termine siendo viral cuando es simplemente un asunto de idioma.

Por ahora, Guerrero mantiene sus respuestas cortas y directas. Por ejemplo, luego que su cuadrangular el domingo fuese el responsable de la victoria de Toronto, dijo, "Me siento bien contento de que pueda seguir mejorando para ayudar al equipo a ganar".

Ese tipo de respuestas a la prensa (aprobadas por Crash Davis) no debería importar en el idioma en el que Guerrero, o cualquier jugador, interese decirlas. El español es un idioma hermoso y es uno que está omnipresente en cada camerino de Grandes Ligas. La revista Baseball América publicó recientemente un estudio demográfico de las mayores y sus ligas afiliadas, y en el mismo se destaca el hecho de que alrededor de uno de cada cinco jugadores en el béisbol profesional ahora mismo es, al igual que Guerrero, oriundo de la República Dominicana. Es una cifra asombrosa.

Sin embargo, hay que enfrentar una realidad: El lenguaje en el que Vladdy Jr. se dirige a los medios no debería importar, pero para muchos sí importa. Para MLB, la habilidad de Guerrero para comunicarse directamente con la mayoría de los fanáticos estadounidenses es significativa. Tiene ramificaciones para la marca Guerrero - y es lo suficientemente bueno como para que tenga una. Y esa marca podría ocupar un lugar importante en una industria que está intentando muy duro de convertir a sus mejores jugadores jóvenes en estrellas del espíritu de la época.

Cualquiera que sea la dirección que tomen las habilidades lingüísticas de Guerrero, eso depende de él y no debe ser juzgado por ello de ninguna manera. Supuestamente, está ansioso por mejorar su inglés. Sería grande para el béisbol sí pudiese hacer la transición en algún punto de convertirse en alguien públicamente bilingüe. Pero si no lo logra, los fanáticos lo van a adorar de todos modos.

COSA OBVIA NO. 2: PUEDE BATEAR LA PELOTA REALMENTE DURO

Hay otras señales de que Guerrero todavía está en camino de convertirse en todo un adulto. Por ejemplo, en un juego, llegó un poco tarde al terreno para la interpretación del himno nacional de Canadá "O Canada". Salió tímidamente del dugout y se unió a la fila de jugadores en el terreno. Pero cuando el Príncipe Vlad batea la pelota con su bate, ese lado del negocio ya ha madurado por completo.

El prodigioso poder de Guerrero es lo que más se le alababa durante su ascenso a las Grandes Ligas. Esos clips en redes sociales, esos videos caseros tomados desde las gradas cuando el Príncipe Vlad bateaba pelotas hasta donde no deberían ser golpeadas. Sin embargo, desde un punto de vista de exploración pura, el poder natural es solo una parte de la razón que ha generado tanto interés a tan temprana edad.

Baseball America le dio a Guerrero una nota de 80 en su escala de cazatalentos 20/80 por su bateo en cada una de las pasadas dos evaluaciones. Esa nota no se otorga por batear lejos la pelota. Esa nota se gana porque se batea bien, y porque puedes batear como casi nadie más lo hace.

Guerrero no cumplió 20 años hasta los entrenamientos primaverales de este año, pero su forma de bateo ya se ve madura - es mejor que lo que la mayoría de los bateadores logra obtener. En las menores recibió más boletos que ponches, y entre los promedios de bateo que lo llevaron a ese registro general de .331 estuvo el .381 que logró la temporada pasada en dos niveles, Doble A y Triple A. Su poder es inmenso, que te puede dejar en ocasiones con la boca abierta. Pero también puede conectar imparables.

"Definitivamente", dijo Guerrero, cuando se le preguntó sobre su énfasis en utilizar el medio del terreno. "Mi pensamiento siempre es batear la pelota por el medio".

En esta etapa tan temprana de su carrera, hay muchos que pueden este tipo de ocasión: La primera vez que vi a Vladimir Guerrero Jr. batear en un partido, la primera vez que... y pueden seguir llenando los blancos. Con toda probabilidad, será algo fácil de recordar. Para mí, fue el primer partido de la serie el jueves. Los Medias Blancas tenían al derecho Dylan Covey en el montículo. Covey tuvo suerte de seguir en la loma luego de su primer encuentro en Grandes Ligas con Guerrero. Vladdy conectó un lineazo que pasó silbando por encima de su cabeza y que se encontró con el guante del intermedista Yolmer Sánchez, quien estaba colocado precisamente en ese puntp.

Un vistazo rápido al contador de StatCast mostró que el batazo tuvo una velocidad de salida de 115.5 mph. Fue la pelota bateada por Guerrero más dura en lo que lleva en las mayores y lo colocó empatado en el 12º puesto con el batazo más duro para cualquier jugador en lo que va de temporada. Más tarde en la serie tuvo otro batazo de 115.1, así que Guerrero ya tiene dos de los batazos más sólidos de toda la temporada.

"Él es todo lo que todos querían que fuera", dijo el abridor de los Azulejos Trent Thornton. Vladdy logró tres de sus cuatro jonrones durante las dos salidas más recientes de Thornton. "Bate extraordinario, un asombroso defensor".

COSA OBVIA NO. 3: TIENE UN AMOR POR LO DRAMÁTICO

Las cosas interesantes parecen perseguir al Príncipe Vlad, historias y conexiones, grandes y pequeñas. Por supuesto, mucho de eso tiene que ver con el hecho de tener a un padre que es miembro del Salón de la Fama. El ejemplo perfecto fue el cuadrangular que conectó para dejar en el terreno al rival de parte de Vladdy Jr. en un partido de exhibición en Montreal, donde su padre creó su nombre por sí mismo en la década de los 90.

Otra buena historia del fin de semana fue el debut con Toronto de Ryan Feierabend, quien fue subido desde Buffalo para abrir el partido del sábado. Feierabend estaba haciendo su primera salida en Grandes Ligas el 23 de septiembre de 2008 - cuando Vladdy Jr. apenas tenía 9 años.

Pero esa no es la razón por la que la historia de Feierabend es una gran historia. Es una gran historia porque es un nudillista bona fide, y lo lanza con su mano izquierda. Solo ha habido seis nudillistas zurdos en toda la historia de Grandes Ligas, dependiendo de cómo estableces la definición del término. Solo han existido dos de real importancia en las mayores. Uno fue Gene Bearden, un 'swingman' quien, como novato en 1948, ganó 20 partidos, lideró la LA en efectividad y ayudó a los Indios a ganar su más reciente corona de Serie Mundial.

El único otro nudillista zurdo de importancia fue Wilbur Wood, quien pasó la mayor parte de su carrera con los Medias Blancas, y haciendo sus temblorosos envíos en el otro lado de la calle en los antiguos alrededores del antiguo Comiskey Park. El nombre de Wood estuvo en boca de todos antes del partido, y terminó siendo llamado a la cabina de transmisión de los Medias Blancas junto a Jason Benetti y el excompañero de equipo de Wood Steve Stone.

La historia de Feierabend era buena, pero se quedó corta de ser digna de ser recordaba cuando el primer lanzamiento de nudillos que tiro - de hecho, el primero para cualquier lanzador de Grandes Ligas esta temporada - fue conectado por Leury García de Chicago, quien la depositó en las gradas del jardín izquierdo.

¿Qué tiene que ver todo esto con Vladimir Guerrero Jr.? Bueno, en esa salida previa de Feierabend, en la que tomó el montículo por los Seattle Mariners, se midió a los angelinos, cuyo bateador designado ese día fue Vladimir Guerrero Sr. - aunque para esa época no se le llamaba Sr.

Es una buena pieza de trivia para el historial de Feierabend, y a corto plazo, le puede dar un tema de conversación con Jackson, su nuevo compañero.

OK, eso no es tremendamente dramático. El drama real llegó la noche anterior, cuando Guerrero bateó un largó elevado a lo profundo del jardín central ante Iván Nova de Chicago. García, jugando en el jardín central, logró medirla y brincó en la cerca, solo para ver como la pelota se salía del guante cuando chocó con la cerca. La pelota cayó del otro lado de la pared, y Guerrero recorrió las bases con el tercer cuadrangular de su carrera, mientras García golpeaba las colchonetas en frustración.

"Nunca pensé que la pelota iba a viajar tan lejos", dijo Guerrero. "Yo sabía que había hecho buen contacto".

Es difícil saber si la pelota de Guerrero se habría ido de cuadrangular sin la asistencia no intencionada de García, pero la jugada fue destacada en todos los noticieros nocturnos. Y ¿por qué no? No fue algo inusual, y ocurre que involucró al Príncipe Vlad - una de las estrellas más nuevas en el béisbol. Pero aquí está lo más loco: Ya eso le había ocurrido antes a Guerrero.

"Mi cuarto jonrón en Triple A fue así", dijo Guerrero. "Justo así".

Y ni siquiera han escuchado lo más loco de esa jugada. Tan pronto como Guerrero terminó de recorrer las bases, de la nada, se abrieron los cielos y cayó un torrencial aguacero que empapó a jugadores y fanáticos en el nuevo Comiskey. La escena era tan surreal en la sala de prensa, que yo exclamé, "¿Quién es este tipo, 'The Natural'"?

Un par de días más tarde, en el partido final de la serie, Guerrero dio una versión más pedestre de dramatismo, al 'golfear' una pelota por encima de la cerca del jardín izquierdo ante Kelvin Herrera que rompió un empate 1-1 en camino a una eventual victoria de Toronto 5-2. Pese a su llegada, las victorias han sido escasas para una escuadra de los Azulejos que está en transición, así que el camerino estaba más alegre que lo usual tras el partido del domingo.

"Uno espera que el chico que está al frente se encienda", dijo el manager de los Azulejos Charlie Montoyo, sonando como todo un manager. "Él podría hacer algo. Tiene la oportunidad de hacer algo cada vez que va al plato. Es divertido tener a alguien así en la alineación".

Estos son momentos relativamente pequeños en el transcurso de una temporada de béisbol, y ciertamente en lo que promete ser una larga carrera para un jugador extremadamente talentoso. Pero los pequeños momentos es lo que reciben los fanáticos de los Azulejos ahora mismo, y el Príncipe Vlad promete darles muchos de ellos, y también algunos grandes. Quizás esta no sea la observación más analítica, pero el chico tiene la aptitud de estar en el medio de todo.

COSA OBVIA NO. 4: NO ES UN BROOKS ROBINSON

Como dije al principio de esta historia: No se pueden sacar grandes conclusiones sobre un jugador luego de verlo por apenas cuatro días, pero hay cosas que si se pueden sacar. La habilidad de Guerrero para masacrar una pelota es obvia y concreta. Podemos medirla, y la habilidad para generar velocidad en su bate para conectar un lanzamiento a 115 mph en la otra dirección es algo que no todo jugador posee. Y entonces también ha podido mantenerse ante lanzadores de Grandes Ligas, a su edad, lo que no es poca cosa.

"Es básicamente localización", dijo Guerrero, cuando se le preguntó sobre la diferencia entre los lanzadores de liga menor y grandes ligas. "No hay mucha diferencia unos de los otros. Es la localización - ellos logran colocar la pelota donde quieren".

Uno tiene que amar la forma de trabajar de Guerrero. El cuadrangular ante el guante de García y la línea que casi le arranca la cabeza a Covey fueron por el medio. Uno puede ver el trabajo de Guerrero utilizando el medio del terreno durante las prácticas de bateo, aunque la tentación de ver el tipo de cosas que batea más allá de las cercas tiene que ser tentador. Cuando uno conoce sus números, ver su forma de trabajar y lo ves en acción por un par de juegos, es evidente que ha completado muchos objetivos como bateador.

"Quiero decir, yo nunca trato de conectar jonrones", insistió Guerrero. "Yo solo trato de poner buen contacto con la pelota, y veremos que ocurre".

La forma avanzada de trabajar de Guerrero además muestra la habilidad de frustrar lanzamientos engañosos al conectarlos de foul, algo que fue evidente en un par de ocasiones en el fin de semana. Como un chico de 20 años, ha logrado conectar de foul el 37.1 por ciento de los lanzamientos a los que le ha hecho swing, de acuerdo a TruMedia, un poco por debajo de la media de Grandes Ligas. Lo mismo es cierto sobre su habilidad para conectar a foul a pitcheos en conteo de dos strikes.

Sin embargo, la defensa de Guerrero se mantiene como un trabajo en progreso. Su brazo desde la esquina caliente es bastante bueno. No salta hacia uno cuando hace el tiro, pero StatCast lo tiene ubicado en tercer puesto entre los antesalistas con un promedio de 76.8 mph en sus tiros. La mejor medida de la fortaleza de su brazo en este sentido es la medida máxima, y en esta anda octavo con 85.6. Nada mal.

Sus manos son buenas también. Sin embargo, Guerrero luce algo raro al buscar las pelotas, tanto en levantarlas y transicionar al tiro, como tirándolas en corrido con exactitud. Antes cuando existían buenos tocadores de pelota, pudo haber recibido muchos toques. Pero no es probable que en esta era haya muchos jugadores que intenten tocar ante él.

En general, un vistazo a las métricas defensivas revela que Guerrero es neutral con el guante hasta ahora, quizás un poco por debajo de eso. Eso es suficientemente bueno. No tiene que ganar un Guante de Oro para ser un JMV.

COSA OBVIA FINAL: DEBEN IRLO A VER JUGAR

Algunos jugadores solo tienen presencia, y el Prínciple Vlad la tiene. Él es el jugador que hay que seguir en la alineación de los Azulejos, ya sea viendo el partido desde las gradas, la sala de prensa o el dugout. Él es el chico por el que, si saben que viene a batear, deben cambiar el canal si están viendo otro programa.

"En cualquier momento que él se para en el plato, uno siento que tiene la oportunidad de conectar una bomba", dijo Montoyo. "No solo un cuadrangular".

Pese a todo el alboroto, Guerrero sigue siendo un jugador como el resto. Se la pasa con el teléfono inteligente. Cena con sus compañeros en el cuarto trasero, golpeándose el estómago mientras sale. Mueve su cabeza al ritmo de la canción de Bob Marley "No Woman, No Cry" cuando esta suena por los altavoces del camerino. Cuando sale en la TV un video de algún monstruoso cuadrangular de Mike Trout, se detiene a verlo con los ojos bien abiertos.

"Hasta ahora pienso que lo he estado haciendo bastante bien", dijo Guerrero, y uno sabe que él no iba a comenzar a golpearse el pecho. "Solo tengo que seguir trabajando para mejorar cada día".

Y sin embargo, parece que nunca pasa mucho tiempo sin recordarnos el por qué nos emocionamos tanto con él en primer lugar, por qué encabezó todas esas listas de prospectos y por qué su debut en Grandes Ligas se convirtió en un evento tan loco. Guerrero ya tiene cuatro jonrones, todos como visitante, así que está por verse su primer vuelacercas en el Rogers Centre. El campeón Red Sox es el siguiente rival, y ese es el complemento perfecto para captar el sentido del Príncipe Vlad por lo dramático.

Luego de ser el héroe el domingo, sus números continúan mejorando; batea .235/.325/.441. Luego de su lento arranque, batea .260/.339/.520 en 14 partidos con casi tantos boletos (seis) como ponches (siete). Si cerramos un poco más la ventana, promedia .370/.469/.852 con cuatro jonrones y nueve remolcadas en sus últimos ocho partidos.

"Me siento muy bien ahora mismo, y he estado trabajando muy duro en la jaula de bateo con el coach de bateo Guillermo Martínez", dijo Guerrero. "Ese es el plan".

¿Cuáles serán los números de Guerrero al final de esta temporada? ¿Al final de su carrera? ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que las historias sobre él, directa e indirectamente, ya se están acumulando en cada ciudad que visita. El viaje apenas comienza. Nacido en la realeza del béisbol, Vladimir Guerrero Jr. tiene la habilidad de llegar al trono que llegan los jugadores de béisbol, incluyendo el que le convierte en el nuevo príncipe del béisbol. Va a ser un placer observarlo, para él y para nosotros.

"Estoy disfrutando cada momento, cada turno, cada juego", dijo Guerrero. "Dondequiera que he ido hasta ahora, me he disfrutado cada juego".

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