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Eddie Matz | ESPN.com 5y

La leyenda del láser de Ramón Laureano: así se volvió viral el jardinero de los A's

Durante el verano pasado, apenas ocho días después de haber iniciado su carrera en Grandes Ligas, Ramon Laureano se hizo viral. Su espectacular asistencia en el outfield, con la cual atrapó una línea bateada por Justin Upton a la carrera, sobre la pista de seguridad entre left y center field, para voltearse y soltar un cañonazo hacia la primera base para hacer out a Kevin Young, fue la clase de jugada que se convierten en leyenda. Y la clase de videos que termina presente en todos lados.

El 22 de abril, el jardinero central de los Oakland Athletics se superó al robarle un cuadrangular a Teoscar Hernandez para luego disparar un misil hacia la inicial que terminó concretando una doble matanza. El tiro, que viajó a una distancia aproximada de 400 pies según algunos estimados, realmente pasó más allá de la primera base y entró en territorio de foul, pero eso no importa. Lo importante es que Laureano ha convertido el hacer cosas que desafían las leyes de la física con su brazo derecho todo un hábito. En su primer partido en Grandes Ligas el pasado verano, detuvo a Jose Iglesias de los Detroit Tigers, quien trataba de extender un doblete para convertirlo en triple. Al día siguiente, hizo out a Mike Gerber. A principios de la actual campaña, registró una asistencia en el outfield en la totalidad de los tres encuentros de una serie contra los Boston Red Sox (Xander Bogaerts fue su víctima en par de ocasiones).

Desde que Laureano hizo su debut en las Mayores el 3 de agosto de 2018, sus 14 asistencias son la mayor cantidad registrada por un jardinero y prácticamente duplica al poseedor del segundo puesto. No se trata de un mero caso de suerte de principiante: en 380 partidos en Ligas Menores, sumó la sorprendente cifra de 50 asistencias.

"He estado haciendo cosas similares desde que jugaba en secundaria y en Pequeñas Ligas", afirma Laureano, oriundo de la República Dominicana y que se mudó a la zona alta del Estado de Nueva York en su adolescencia. Luego de ser reclutado como pitcher/outfielder, arribó a la Universidad Northeast Oklahoma A&M, donde jugó durante un año antes de que los Houston Astros lo eligieran en la ronda 16 del draft 2014. Cinco años después, se encuentra patrullando la pradera central en Oakland, retando a Draymond Green por el puesto del mayor revulsivo de la asistencia en el Área de la Bahía de San Francisco.

Entonces, ¿cuán letal es el rayo láser de Laureano? Para entenderlo, conversamos con aquellos que lo han visto en persona.

Tony Passalacqua, entrenador jefe de la Upper Room Christian School: La calidad de su brazo rayaba en lo ridículo. Alcanzaba las 94 millas por hora en la pistola de radar desde la lomita, pero siempre decía: "Entrenador, no me gusta pitchear". Nadie podía correr en contra de él a nivel de secundaria. En muchas ocasiones, hacía out a alguien y uno estaba sentado, pensando: "No está bien que un jugador de secundaria sea capaz de hacer algo así".

Roger Ward, entrenador jefe en la Universidad Northeast Oklahoma A&M: No había dudas sobre la fortaleza de su brazo; sin embargo, no pitcheaba porque nos preocupaba que fuese capaz de lesionar a mucha gente. Alcanzaba las 93 millas por hora, pero lanzaba de forma muy imprecisa y le costaba mucho lanzar en strike. Se iba a un lado de su brazo, fuertemente. Si uno de sus lanzamientos quedaba a 2 o 3 pies fuera del plato, terminaba a 10 pies de distancia del outfield. Definitivamente, logró corregir ese problema y se ha convertido en un jugador increíblemente preciso con sus lanzamientos.

Mike Elías, ex director de scouting de los Houston Astros y actual Gerente General de los Baltimore Orioles: En el ámbito del scouting, utilizamos para medir la calidad de un brazo una escala entre 20 y 80, siendo 80 el nivel más alto que se puede obtener. Probablemente, le habría puesto entre 60 y 65. No dijimos: "Oh, bendito, este es el mejor brazo en todo el planeta". Pero era evidente que contaba con un brazo a nivel plus.

Josh Bonifay, ex manager de los Greenville Astros (sucursal rookie de la organización de Houston) y actual director de granjas de los Philadelphia Phillies: Nos encontrábamos en nuestro minicamp inaugural de los Greenville Astros. Ocurre en el mes de junio, justo después del draft. Hacíamos práctica de outfield e infield y en la primera oportunidad, le bateé un roletazo, la lanza a segunda base y pienso: "Vaya, eso fue un rayo". Entonces, dispara a la tercera y no pasó cerca del antesalista. Pienso que terminó por los lados del dugout. Luego le bateas para terminar cerca del home y la lanzó a mitad de camino. Sabíamos que tenía una bazuca total. Sólo había que pulir la calidad de su brazo.

Ramón Vásquez, ex manager de los Lancaster JetHawks (Clase A) y actual coach de los Boston Red Sox: Realmente no corrían mucho contra él porque toda la liga estaba consciente (de su brazo) desde inicios de temporada. De hecho, tuve una pequeña discusión con él durante esa temporada con respecto a mantener la pelota baja. Sus tiros en la mayoría de las ocasiones estaban alineados, pero contando con un brazo tan fuerte, frecuentemente lanzaba más allá del receptor del corte o las bases. Su precisión estaba por venir.

Rodney Linares, ex manager de los Corpus Christi Hooks (Doble-A) y actual coach de tercera base de los Tampa Bay Rays: Nadie corría contra él. Aprendieron a no hacerlo en ligas menores. Debió haber sumado 25 asistencias. Había ocasiones en las cuales conectaban un sólido sencillo hacia el center field y el corredor debía anotar; no obstante, se detenía. Dejaron de correr contra él a mitad de año. Su brazo está hecho del material que inspira los cuentos de hadas.

Fran Riordan, manager del equipo Las Vegas Aviators (Triple-A): Jugábamos en Nashville el año pasad. Estaba en el jardín derecho y no había outs en la pizarra. Un elevado profundo por la esquina del jardín derecho, donde se encuentra el bullpen de visitantes. Corre profundo hacia la esquina y hace una atrapada increíble a toda velocidad. El corredor en primera base pisó la almohadilla, sin pensar que se produciría una jugada. Ramón, con toda calma, suelta un misil en línea hasta la segunda y el corredor ni siquiera se molestó en deslizarse, pensando que no habría jugada. Quedó out por 5 pies de distancia.

Vásquez: Hablábamos sobre él. Sabemos que cuenta con un brazo a nivel plus, de 70. Se lo dijimos a nuestros jugadores. Sin embargo, cuando miras jugadas así, tenían que suceder. A veces hay que retar al fildeador. De hecho, él fue capaz de hacer tres tiros perfectos. Esas tres jugadas, si las miras bien, si ese tiro se hubiese producido a un paso más allá hacia la izquierda, o un paso más allá hacia la derecha, quizás un poco más alto, los corredores habrían quedado quietos. Ejecutó esas jugadas perfectamente.

Riordan: Si se revisa lo que ha hecho en Grandes Ligas en un muestreo sumamente pequeño, y yo pude ver lo que hizo el año pasado en Triple-A, te das cuenta de que esos no fueron meramente buenos lanzamientos. Se trata de tiros que deben ser ejecutados perfectamente a fin de conseguir el out. No sólo está haciendo buenos tiros: está ejecutando tiros perfectos desde sitios imposibles en el terreno, dirigidos a todas las bases. He sido manager en Ligas Menores durante 20 años. Existen muchos brazos fuertes en el béisbol profesional y hay muchos brazos precisos en la pelota profesional. En mi opinión, no existe una combinación de fortaleza en el brazo y precisión como la que tiene Ramón.

Linares: No sé por qué hay peloteros que siguen corriendo contra él. Con Ramón, hay que tener mucho cuidado. (En Tampa Bay) nos enorgullecemos de ser sumamente agresivos, pero cuando jugamos contra Oakland, sé muy bien cuando detener a nuestros muchachos.

Richie Martin, shortstop de los Orioles (puesto out en el home por Laureano el 9 de abril): Quiero decir, vaya, se trata de uno de los mejores outfielders de la liga actualmente. Simplemente, hizo una buena jugada. Las condiciones se dieron a su favor, un batazo de un solo bote para ponerme out. Sin embargo, pensé que con el salto que hice de inmediato (sabía que se trataría de una jugada cercana), pero pensé que me podía imponer. No obstante, me puso out por 3 o 4 pies de distancias. Fue un tiro perfecto. Su calidad es legítima.

Trey Mancini, OF/1B de los Orioles (se encontraba en el círculo de espera cuando Martin fue puesto out): En nuestro mitin, los coaches comentarán los brazos de todos los jugadores del equipo rival. Por ello, sabíamos que nos enfrentaríamos a un brazo grandioso, eso no es secreto para nadie. Richie es sumamente rápido, no obstante, hizo un tiro perfecto y lo puso out a pocos pasos de distancia. Leonys Martin cuenta con un brazo de gran calidad, pero pienso que Laureano cuenta con el mejor brazo que jamás haya visto. Desafortunadamente, aprendimos por las malas que no se puede correr contra él.

Bogaerts (víctima de Laureano en múltiples ocasiones): Cuenta con buen brazo y su precisión, según recuerdo, conecté un doble (en Fenway Park). Pensé en extenderlo y llegar a tercera. Pisé la segunda y me detuve, recordando lo que él me había hecho. Está bien que ocurra una vez. En la segunda ocasión, me arriesgué de nuevo; pero en esta oportunidad pensé: "nada que ver". Cuenta con el brazo y la precisión suficientes, por eso me detuve. Simplemente, no puedo entender cómo puede lanzar así de bien. Lanza justo en el lugar preciso, hombre. Chapman. Boom. Y le llega justo allí.

Joon Lee de ESPN colaboró con el presente artículo.

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