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Manager de Dodgers, Dave Roberts: "Desafortunadamente, nos cayó la tormenta perfecta"

ARLINGTON, Texas -- Los Ángeles Dodgers vieron tan cerca el triunfo en el Juego 4 de la Serie Mundial, que aún deberán pensar qué fue lo que sucedió en menos de un minuto para que los Tampa Bay Rays los dejaran tendidos en la novena entrada.

Los Dodgers estuvieron a un strike de vencer a los Rays y colocarse a un triunfo de su primer campeonato desde 1988.

Pero Tampa Bay se llevó el triunfo 8-7 para igual el Clásico de Otoño 2-2 este sábado en el Globe Life Field de Arlington, ante 11,441 aficionados con boleto pagado.

Ese fue el colofón de un partido en el que los aficionados de los Dodgers deberán preguntarse muchas cosas antes de tener que llegar a ese dramático final, desde las decisiones controversiales, otra vez, del manager Dave Roberts hasta el desperdicio de dejar a 10 corredores en las bases, pasando por la ineficiencia del bullpen que fue tan efectivo como nunca en temporada regular, pero que por momentos se ha desmoronado en playoffs.

"Desafortunadamente, nos cayó la tormenta perfecta", dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts.

El abridor mexicano Julio Urías ofreció una muy buena apertura durante cuatro entradas y dos tercios; un par de parpadeos resultaron en dos cuadrangulares, de Randy Arozarena y Hunter Renfro, entre los únicos cuatro imparables que recibió y entre nueve ponches que repartió por sólo una base por bolas.

Después del jonrón de Renfro, el zurdo mexicano ponchó a sus siguientes dos rivales y entonces entró Roberts directo a pedirle la pelota para comenzar su desfile de relevistas, ante el abucheo de buena parte del público en las tribunas, cuando el juego estaba 3-2.

Los siguientes dos lanzadores Blake Treinen y Pedro Báez permitieron dos carreras por cabeza, y el segundo incluso cuadrangular de tres carreras, aunque sólo un par fueron a su cuenta personal.

De los cinco relevistas que subieron a la loma, sólo Adam Kolarek sacó sin sobresaltos; Brusdal Graterol permitió hit en sólo un tercio de entrada después.

Hasta que llegó el cerrado Kenley Jansen y en dos tercios de inning permitió las carreras de la derrota, secundado por un error de su defensiva en home en la que parecían tener el juego al menos controlado para ir a extra innings.

"Tenemos que seguir positivos", dijo Jansen. "No permití un hit fuerte ¿Qué puedo hacer? Coloqué los pitcheos donde quería... Hay que darle crédito a los bateadores".

Fue uno de los finales más raros en los últimos tiempos en la Serie Mundial y en el que además los Dodgers otra vez desperdiciaron desempeños legendarios.

Por ejemplo, Justin Turner, quien sigue levantando la mano como candidato a Jugador Más Valioso, se quedó a un triple de completar el ciclo y de por segundo juego consecutivo conectó jonrón en la entrada inicial, entre sus cuatro imparables.

La misma cantidad de hits, incluido cuadrangular, pegó Corey Seager, para encabezar una ofensiva de 15 incogibles en nueve entradas.

"Tenemos que digerirlo, pero tenemos que pasar página", dijo Roberts. "Ahora es una serie de tres juegos ... Nuestro enfoque tiene que girar para ganar mañana".

Este Clásico de Otoño se redujo a ganar dos de tres partidos y se extendió al menos a seis juegos a partir del domingo, cuando Los Ángeles pondrá en la loma para abrir a su estelar Clayton Kershaw, quien puedo tener la pelota para darle el campeonato a sus Dodgers, que ahora tendrán que conformarse contra tratar de salir a buscar la ventaja en la Serie.

"No hay tiempo para agachar la cabeza", dijo Jansen. "Mañana es otro día y tenemos que venir a tratar de ganar un partido de béisbol".