Visiblemente irritado por la ausencia de Canseco, el juez Leonard E. Glick le dijo a su abogado que su cliente podría ser arrestado si no se presenta en la próoxima vista, que fijó para el 23 de agosto.

El abogado del toletero, Angel Ruiz, explicó que Canseco no pudo viajar desde California porque se repone de una operación a la que se sometió la semana pasada. No dijo qué tipo de operación había sido.

Ozzie Canseco, hermano mellizo de José que también participó en el incidente, llegó 20 minutos tarde a la vista y se justificó diciendo que alguien le había robado las llaves de su auto.

La explicación no convenció al juez Glick.

El magistrado dijo que ``a veces nos sentimos como los Rodney Dangerfield (comediantes) del sistema judicial. Les tenemos que decir a los imputados que deben llegar a tiempo'' a sus vistas.

Los hermanos Canseco se pelearon con dos turistas en un local nocturno de Miami Beach en la noche de Halloween.

José declaró a la policía que uno de los turistas molestó a una mujer que estaba con ellos. Según la policía, el toletero tomó al individuo del cuello, le pegó y le partió la nariz.

Canseco admitió haber empujado al individuo, pero negó haberle pegado.

Reconoció tambié que Ozzie empujó al otro turista, quien sufrió un corte en un labio y requirió 20 puntos, según la policía.

José y Ozzie fueron acusados de agresión.

Los fiscales ofrecieron arreglos por los cuales los hermanos se declararían culpables y quedarían en libertad vigilada. El incidente no quedaría como un antecedente penal.

El ofrecimiento será retirado si los hermanos no se presentan a la próxima vista y se emitirán órdenes de arresto, según el juez Glick.