"He subido 15 libras" (casi siete kilos), dijo Contreras después de pesarse el miércoles. La balanza se niveló en 110 kilos, y eso fue mientras entrenaba casi diario.

"Si no fuera así, pesaría como 280 libras (127 kilos)", agregó.

Los Yankees se han convertido en el puerto de entrada para peloteros extranjeros a las Grandes Ligas, el principal sitio de llegada para peloteros estelares internacionales como Contreras y el japonés Hideki Matsui.

La primera ola de migrantes, encabezada por el también japonés Hideki Irabu y el cubano Orlando "El Duque" Hernández, ya se han mudado de equipo.

Mientras cada movimiento de Matsui es seguido de cerca por decenas de periodistas, fotógrafos y camarógrafos que viajaron a la Florida desde Japón, Contreras llegó a los entrenamientos casi desapercibido.

A su llegada se le vio con cara de asombro al ver cómo operaba por primera vez en su vida un equipo de Grandes Ligas.

Contreras se probó cuatro pantalones a rayas del uniforme de los Yankees, y resultaron demasiado largos para sus poderosas pero no tan largas piernas.

Los empleados de los Yankees le dejaron algo de equipo en su casillero, ubicado a dos lugares de uno de sus héroes: Roger Clemens.

"Todo es tan organizado, no sólo aquí, sino en el país, y me gusta", dijo Contreras a través de su intérprete, Leo Astacio.

El Titán de Bronce, como era llamado el estelar lanzador cubano, desertó en octubre pasado en un torneo que se disputaba en México.