Tras obtener el campeonato de la Liga Mexicana del Pacífico en cinco juegos sobre Yaquis de Ciudad Obregón, la directiva del club verde de inmediato se puso a trabajar para formar un plantel con el que pueda contender por el cetro caribeño.

No obstante, el equipo sufrirá, de entrada, la pérdida de "Cañón" Osuna, mientras el zurdo Víctor Alvarez, que pertenece a Dodgers de Los Angeles, decidirá esta tarde si viaja a Carolina, Puerto Rico, donde se realizará el certamen del 2 al 7 de febrero.

"Es prematuro para hablar de nombres, porque apenas contactamos con los peloteros y sus representantes para que vengan como refuerzos, pero es un hecho que Osuna no puede ir, porque tiene que aprovechar la oportunidad con su nuevo equipo", señaló Oswaldo Ahumada, gerente general de los Cañeros.

Reconoció que el "Cañón" Osuna, que salvó dos partidos en la serie final, será "una baja sensible, porque es un líder natural y junto con otros cuatro jugadores fue clave en la coronación del equipo".

De los 10 refuerzos que pidió el manager Juan Francisco "Chico" Rodríguez, seis de ellos son pitchers, uno es receptor y los tres restantes cubrirán, naturalmente, el outfield y el cuadro, destacó el directivo.

Uno de los nombres que se encuentra en la lista es el relevista estadunidense Dan Carrasco, quien tenía ocho salvamentos en la postemporada para Yaquis, hasta que falló la noche del lunes en el quinto juego de la final.

Cada equipo debe presentar una nómina de 28 peloteros en el certamen caribeño, de ahí que algunos que formaron parte del club durante la campaña 2002-2003 tendrán que ser dados de baja, para dar cabida a los refuerzos.

Ahumada externó que los Cañeros tienen el doble compromiso de representar a México y también refrendar el título conseguido por Tomateros de Culiacán hace un año en Venezuela, así que deben formar un equipo altamente competitivo.

Los Mochis consiguió la tercera corona de sus 40 años en la Liga del Pacífico y la primera desde la campaña 1983-1984, campeonato que coincide con el centenario de la ciudad, por lo que es "el primer gran festejo de este acontecimiento", sostuvo.

Reconoció que jamás pensó a principios de temporada, cuando el club tuvo que echar a Mario Mendoza del timón para ascender a "Chico" Rodríguez, cuando eran el peor equipo de la liga, que alcanzarían el título; "las perspectivas no eran halagüeñas", pero ahora toda la ciudad vive "un sueño hecho realidad".