Es el lanzador mexicano Rodrigo López es visto por los aficionados de los Orioles de Baltimore como el probable salvador de una franquicia que fracasó en 95 juegos en el 2002 y lleva ya cinco temporadas perdedoras al hilo.

Tras la era dorada de Cal Ripken Jr., los Orioles se han dado a la tarea de reconstruir al equipo que por el momento tiene a uno de sus principales esperanzas en el rostro del muchacho de Tlanepantla.

Prestigiados diarios como The Washington Post, New York Times y Los Angeles Times han hecho eco de las brillantes actuaciones de López en lo que va de la pretemporada, pero un periódico preguntó otro día si sería el heredero de Valenzuela.

"No es para tanto. Mi único interés es devolverle un poco la ilusión a los fanáticos, y darles un puñado de razones para que asistan al Camden Yards y nos den todo su apoyo, pero en realidad, no es para tanto", dijo López en entrevista a The Miami Herald.

Pero los Orioles sí creen que tenga el potencial para ser la superestrella que cargue el equipo en sus hombros con una temporada de 20 o más victorias.

Ningún lanzador novato de los Orioles ganaba 15 juegos desde que Mike Boddicker obtuvo 16 en 1983, y el mexicano lo hizo el año pasado al terminar con 15-9 y 3.57 de efectividad.

Todo eso con un equipo que terminó penúltimo -apenas por encima de Tampa Bay- en medio de una División Este de la Liga Americana donde impone su hegemonía Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston.

Por ello fue que López estuvo en la disputa final por el premio de Novato del Año, que obtuvo el tercera base de Toronto, Eric Hinske, y ahora el mánager Mike Hargrove ha decidido convertirlo en el lanzador de cabecera de los Orioles.

"Hasta ahora es nuestro pitcher que se perfila para abrir la temporada", dijo a Notimex Bill Steca, vocero de la organización de los Orioles, que tienen su centro de entrenamiento en Fort Lauderdale, Florida.

Rodrigo lanzó en gran forma en el 2002 y los Orioles no tienen duda alguna de que tendrán un 2003 superior en todos los órdenes.

El año pasado López se convirtió en un ejemplo de dominio al ponchar a 136 hombres con sólo 62 bases por bolas en 196 entradas y dos tercios de labor.

Sin embargo, al derecho no le importan los números, salvo los que tienen que ver con las entradas de labor y se ha fijado como meta sobrepasar los 200 innings, algo que estuvo a punto de alcanzar en el pasado.

"Si superas las 200 entradas, significa que no le fallaste a tu equipo. Que siempre estuviste presente cada vez que te necesitaron", afirmó el monticulista de 28 años.

Y los Orioles van a requerir mucho de esa presencia.

El alto mando de la novena considera que si López se consolida como uno de los mejores lanzadores de la Liga Americana, la reconstrucción podría ser más acelerada y alcanzar un periodo de plena madurez.

"Me siento esperanzado en que lo peor quedó atrás para los Orioles. Otros equipos han podido rebasar momentos difíciles y nosotros no somos menos que nadie", afirmó López.

Según el mánager Mike Hargrove, Rodrigo López también trae, además de su talento, un poco de calma al equipo estremecido por la la muerte del prospecto Steve Bechler a causa de una insolación, y se ríe cuando le preguntan si López será el segundo Valenzuela de las Grandes Ligas.

"No sé, porque Fernando dejó una huella muy grande en el beisbol. Vamos a pensar mejor que va a ser el primer Rodrigo López y que, cuando pase el tiempo, muchos querrán ser como él", afirmó el manejador de la novena de Baltimore.

Para López también es un momento en el que, en el plano familiar, se consolida. Su esposa Romy dio a luz el pasado viernes al primer hijo de la pareja.

Además de estrenarse como papá López se ha ganado el puesto en lo que va de la actual pretemporada con un récord de 2-0 y 1.54 de efecetividad.

"Todos los compañeros lanzadores son muy buenos. Será un honor para mí ser el abridor de la temporada y también una gran responsabilidad si el manager me la otorga", expresó.