Iván Rodríguez quiere llevar los Marlins a la postemporada

La escandalosa adquisición de los Marlins, cree que el club tiene capacidad y pide a los fanáticos del área que asistan al estadio

Para Iván Rodríguez es "frustrante" jugar ante cinco mil personas. (AP)
MIAMI - Los Marlins de la Florida, un equipo con una reputación de gastar en forma frugal, sorprendieron a propios y extraños al contratar a Iván Rodríguez.

El receptor puertorriqueño puede batear para promedio, producir carreras y su trabajo detrás del plato es excepcional.

Pero ¿podrá llevar gente al estadio?

La respuesta a esa interrogante determinará si el "Pudge" realmente vale los 10 millones de dólares que los Marlins le pagarán en el 2003.

Rodríguez y el resto de los receptores y lanzadores de Florida ponen en marcha el lunes los entrenamientos para la temporada que se avecina.

La adquisición de Rodríguez forma parte del empeño del propietario Jeffrey Loria de despertar el entusiasmo de parte de los aficionados por los Marlins.

Los directivos afirman que la venta de entradas aumentaron tras la contratación de Rodríguez el mes pasado.

"Existe un enorme entusiasmo", dijo el presidente David Samson.

Loria y Samson tuvieron un 2002 terrible, en el que los Marlins cumplieron su quinta campaña consecutiva con récord negativo: 79-83. Y por un pelo no quedaron como el equipo que menos aficionados atrajo a su estadio.

Loria admitió que la franquicia registró pérdidas de 20 millones de dólares, pero de todas formas decidió incrementar la nómina unos seis millones, dejándola en 48.

Ello incluye el contrato por un año para Rodríguez, quien actuó 12 campañas con los Rangers de Texas.

Con 31 años a cuestas, Rodríguez constituye una apuesta arriesgada debido las lesiones que ha sufrido en las últimas tres temporadas. El único Marlin que ganó un salario arriba de los diez millones fue Gary Sheffield y eso fue en 1998.

Los Marlins ven en Rodríguez una especie de inversión y estiman que ello convencerá a muchos fanáticos que el equipo quiere ganar. La proyección más reciente indica que la adquisición del boricua fue aliciente para vender 100.000 entradas.

"Este es un pelotero que es un futuro miembro del Salón de la Fama y que jugará en la ciudad donde radica", comentó Samson.

Rodríguez es dueño de una mansión de 15 habitaciones en Miami. Sin embargo, ex figuras latinas de los Marlins, como Alex Fernandez y Liván Hernandez, establecieron su hogar en la ciudad y la resonancia fue mínima en cuanto a flujo de aficionados.

En la opinión de Samson, el impacto de Rodríguez solo podrá sentirse si éste produce dividendos.

"Históricamente los jugadores no atraen gente de la misma manera que lo hace un equipo con éxito. Si Rodríguez es popular y de paso el equipo gana, se notará el efecto", señaló.

Desde que los Marlins ganaron la Serie Mundial en 1997, la cantidad de aficionados se ha desplomado en un 66% y el equipo ha sido un desastre en el campo.

"Uno de los motivos por los que los Marlins han jugado tan mal los últimos años ha sido por los aficionados", comentó Rodríguez.

"5.000 personas en el estadio puede ser algo frustrante. Creo que este año será algo diferente. Tenemos un equipo nuevo. Yo le pido a todos los aficionados que vengan porque este va a ser un gran año".

Los Marlins son un equipo muy diferente al que se presentó a los campos de entrenamientos hace un año.

Los guardabosques Cliff Floyd y Preston Wilson, los abridores Ryan Dempster y Matt Clement, el taponero dominicano Antonio Alfonseca y el receptor Charles Johnson fueron todos canjeados.

Pero durante el receso los Marlins mantuvieron intacto su infield conformado por el dominicano Luis Castillo, el boricua Mike Lowell, Derrek Lee y el venezolano Alex González.

Contrataron a los guardabosques Juan Pierre y Todd Hollandsworth, al zurdo Mark Redman y al relevista Tim Spooneybarger. Y por supuesto Rodríguez.

"Mi objetivo este año es llevar a los Marlins a los playoffs."

-AP

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