Paro frustra temporada de ensueño

CARACAS -- La temporada de béisbol venezolano comenzó en octubre, en medio de un gran fervor generado por el notable desempeño de Francisco Rodríguez, el novato venezolano de 20 años que fue la revelación de octubre en las grandes ligas.

El rutilante desempeño de Rodríguez, quien debutó en septiembre en las mayores y ganó cinco encuentros determinantes para que los Serafines consiguieran su primera Serie Mundial, avivó el entusiasmo de peloteros, entrenadores y aficionados.

Era tal el clima festivo que tras años de ausencia, Omar Vizquel, el estelar paracorto de los Indios de Cleveland, se animó a empuñar un bate y a mostrar sus acrobáticas jugadas defensivas nuevamente en su país natal.

Y como de costumbre, desde hace más de medio siglo, el béisbol logró a ratos que los venezolanos se olvidasen de la política interna.

La algarabía acabó cediendo su espacio, como consecuencia de un paro general que comenzó el 2 de diciembre para exigir el adelanto de elecciones o la renuncia del presidente Hugo Chávez.

"Se me anuda la garganta al ver día tras día el estadio vacío y cómo cada vez son menos los jugadores que practican", lamentó Luis Sojo, que por seis temporadas fue el amuleto de la buena suerte para los Yanquis antes de su retiro en las mayores a principios del año.

Sojo se mantiene activo con los locales Cardenales de Lara.

La Liga Venezolana anunció la semana anterior que la temporada 2002-2003 queda en suspenso hasta que sea levantado el paro general y esté garantizada "la calidad del espectáculo y la seguridad" de peloteros y aficionados. Faltan 87 partidos de la temporada regular y difícilmente la fase semifinal podrá disputarse a partir del 2 de enero, como estaba pautado.

"La gente se quedó con ganas de más béisbol", señaló Sojo. Por el paro, a Rodríguez "sólo unos pocos pudieron verlo lanzar".

Rodríguez, que nunca había jugado en su país, debutó el 29 de noviembre, tres días antes del paro, y en dos compromisos sumó nueve ponches en una labor de cuatro entradas y dos tercios.

Ha dicho que permanecerá en el país y apoya junto a otros peloteros una campaña por la unidad y el cese de las confrontaciones entre simpatizantes y opositores de Chávez.

El éxodo de jugadores, entrenadores y árbitros extranjeros, la mayoría estadounidenses, ya concluyó, y de prolongarse la paralización algunos días más, podrían marcharse también los jugadores locales que tienen residencia en Estados Unidos.

"Los jugadores importados se fueron y la mayoría de los criollos que vivimos en los Estados Unidos, vamos a terminar viajando también", comentó Melvin Mora, versátil jugador de los Orioles de Baltimore.

"Me preocupa mi país y lo que está pasando, pero mi familia me necesita y ya bastante tiene mi esposa con cuidar seis niños pequeños, como para preocuparse también por mi seguridad", indicó Mora, quien viajó a Estados Unidos para reunirse con sus hijos, cinco de ellos nacidos en un parto múltiple en julio del 2001.

Entre los jugadores que han partido figuran Mora y Vizquel, que no jugaba en Venezuela desde la temporada de 1994-95.

"Me mantendré activo y tan pronto sea posible voy a regresar, como estoy seguro que lo hará la mayoría de los criollos, pero los americanos (estadounidenses) es casi seguro que se mantengan alejados del país como dice el Departamento de Estado", comentó Mora a periodistas horas antes de viajar.

El Departamento de Estado norteamericano ha alertado a los ciudadanos sobre los riesgos de visitar Venezuela en estos días, y los instó a dejar el país o adoptar medidas pertinentes para su propia seguridad.

El paro ha desembocado en actos de violencia. Tres personas fueron asesinadas el 6 de diciembre en la noche, y otras 28 resultaron heridas cuando sujetos armados dispararon contra un grupo de manifestantes.

-AP

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