Arash Markazi 6y

'Es una buena historia': La historia detrás del épico jonrón de Kirk Gibson en 1988

Nota del editor: La versión inicial de esta historia se publicó en el 25 aniversario del batazo en 2013. Desde entonces, de entre los testigos contribuyentes a los eventos de 1988, Don Baylor, Joe McDonnell y Mel Didier han fallecido, pero esta historia oral aún se beneficia de las historias que ellos se alegraron de compartir. Este es un extracto de la historia original. Para leer la nota completa en inglés, pulsa aquí.


El 15 de octubre de 1988, Kirk Gibson bateó lo que muchos consideran el jonrón más dramático en la historia de la Serie Mundial.

Esta es la historia de ese cuadrangular.

Kirk Gibson (jardinero de los Dodgers 1988-89; actualmente mánager de los Diamondbacks de Arizona): Yo estuve con los Tigres toda mi carrera, atravesé por una conspiración y tuve que quedarme ahí. Cuando me fui de Detroit, se dijo mucho de mí. Me atacaron, atacaron mi carácter y dijeron cosas de mi familia. Recuerdo que mis padres, especialmente mi padre, me defendieron. Cualquier padre o madre haría eso, pero les dije, 'No se preocupen, tendremos nuestro día bueno'".

Fred Claire (Gerente de los Dodgers 1987-98): Necesitábamos hacer algunos cambios significativos. Terminamos 16 juegos por debajo de .500 las dos temporadas previas. Intenté hacer un canje por Kirk en las reuniones invernales de 1987, y en esa época había una gran interrogante si Kirk sería declarado agente libre por todo el caso de conspiración.

Claire: Yo había sostenido extensas reuniones con Bill Lajoie, gerente general de los Tigres, y estaba dispuesto a canejar a Pedro Guerrero por Kirk en las reuniones invernales. El cambio nunca ocurrió, pero cuando Kirk se convirtió en agente libre poco después, nos aseguramos de firmarlo.

Mel Didier (scout de los Dodgers 1983-98): Había intentado firmar a Kirk desde que él estaba en Michigan State. Así que cuando Fred Claire me llamó y dijo, "Tengo a Kirk Gibson en mi oficina, ¿qué opinas?", le respondí, "No me importa un demonio si él quiere el estadio, dáselo porque él nos ayudará a ganar".

Mike Scioscia (receptor de los Dodgers 1980-92, actualmente mánager de los Angelinos de Los Ángeles): Todos pensábamos que éramos buenos peloteros y que jugábamos duro, pero Kirk nos llevó a otro nivel. Su intensidad era descomunal.

Orel Hershiser (pitcher de los Dodgers 1983-94, actualmente analista de ESPN): En el primer juego del entrenamiento primaveral, Jesse Orosco puso pintura facial en la parte interna de la gorra de Gibson, antes de que él saliera a trotar antes del partido. El equipo y los aficionados en Vero Beach se rieron de Kirk porque él tenía manchas negras en la frente, cuando se quitó la gorra para correr. No lo tomó de muy buena manera.

Gibson: Pienso que sí lo tomé de buena manera.

Hershiser: Él estaba tan enojado, que salió del campo y no jugó en ese primer partido. Tuvimos una junta con el equipo al día siguiente, y él expresó su deseo por jugar en un equipo que tomara las cosas en serio. Diversión es diversión, pero cuando es hora de jugar, no te entrometes con tus compañeros del equipo y haces todo para ganar, incluso si es entrenamiento primaveral. Pienso que fue un momento muy significativo.

'TAN SEGURO COMO QUE ESTOY AQUÍ, RESPIRANDO'

Didier: Nosotros recopilamos el informe de scouteo para la serie contra Oakland. Éramos Jerry Stephenson, Steve Boros y yo. Estuvimos despiertos hasta las 5 de la mañana y volvimos al mediodía del jueves, lo terminamos, lo pulimos e hicimos que luciera como un cuadernillo. Tommy sostuvo una práctica la mañana del viernes previo al Juego 1 del sábado, y Tommy dijo que él quería que presentáramos el reporte de scouteo.

Tom Lasorda (Mánager de los Dodgers, 1976-96, actualmente consultor especial del presidente del equipo): Teníamos un departamento increíble de scouteo.

Didier: Yo había evaluado a los pitchers en ese reporte, y, luego que había terminado de hablar con el equipo acerca de cada hombre, giré y todos los bateadores zurdos estaban sentados en el piso del vestuario. Ahí estaban Kirk, Scioscia, Mike Davis y el resto de los bateadores zurdos. Los señalé y les dije, 'Ahora, recuerden, y que no se les olvide, si les toca batear en la novena y vamos perdiendo el juego o estamos empatados, y si la cuenta ante Eckersley llega a 3 y 2... Amigo, tan seguro como que estoy aquí, respirando, que verán un slider en 3 y 2".

Scioscia: Recuerdo haber estado sentado en esa junta y que Mel realmente lo enfatizaba. Todavía puedo escucharlo en la actualidad.

Gibson: Cuando llegué a cuenta de 3 y 2, pensé en Mel Didier. Me salí de la caja y me dije a mi mismo, 'Amigo, tan seguro como que estoy aquí, respirando, que verán un slider en 3 y 2'.

Didier: Estaba sentado con mi esposa al extremo de la caseta de los Dodgers cuando él salió. Podía verlo sonreir cuando se salió de la caja y el conteo estaba en 3 y 2, se tomó un segundo y volvió a meterse. Él me dijo posteriormente que podía escuchar mi voz en su cabeza, y en cuando vino el lanzamiento, él sabía cuál era.

Mitch Poole (Cargabates de los Dodgers 1985-88, actualmente gerente del vestidor de los Dodgers): Cuando estábamos en el vestuario, él me dijo hacia dónde iría ese slider en 3 y 2. Él definitivamente estaba pensando en eso. No me queda la menor duda de que él sabía que estaba por venir. Realmente no me di cuenta en ese momento, pero él visualizaba muchas cosas. Es alguien muy visual. Sabía exactamente qué debía buscar.

Gibson: ¿Eso significa que simplemente me senté a esperarla? No. Es que operas de forma subconsciente. Leí un libro de Jack Nicklaus hace algún tiempo, donde él se para en el tee, visualiza la bola entrando al hoyo. Él no tiene que pensar en el swing, piensa en el resultado final. Es como yo me encontraba. Pero cuando Mike Davis se robó la intermedia, yo literalmente intentaba poner la pelota sobre la cabeza del parador en corto.

Tony La Russa (Mánager de los Atléticos 1986-95): El slider realmente fue el lanzamiento equivocado para enviarle.

Dennis Eckersley (Cerrador de los Atléticos 1987-95, actualmente analista de TBS): Me reí cuando escuché por primera vez lo del reporte de scouteo, porque nunca llegaba con nadie a cuenta de 3 y 2. Pero, ¿saben algo? Me alegro por Didier. Si eso era lo que estaba en la mente de Kirk y si él será recordado por eso, mi reconocimiento para Didier por estar en lo correcto.

Mark McGwire (Primera base de los Atléticos 1986-97, actualmente instructor de bateo de los Dodgers): Ese slider era probablemente el único lanzamiento que podía conectar con la parte gruesa del bate, y así fue. Yo sabía que la bola se había ido. De hecho, creo que de inmediato comencé a caminar hacia la caseta. Cada vez que lo repiten, me pueden ver. La bola pasó justo sobre mi cabeza. Todavía es difícil de mirar.

Bob Costas (Comentarista de NBC 1980 a la fecha): Cuando ustedes observan el swing, es casi de pies planos. Es totalmente con los brazos. ¿Cómo demonios con ese swing, le pegó a la pelota de esa forma? Nunca lo sabremos, y quizá él tampoco lo sepa.

La Russa: Él no hizo un swing muy fuerte. De hecho, solamente lo lanzó.

Scioscia: Él pegó el jonrón con una sola pierna. Tenía buena extensión, pero solamente tenía una pierna.

Mickey Hatcher (Jardinero de los Dodgers 1987-90): Fue solamente con las manos y la parte superior del cuerpo. No tenía piernas con ese swing.

Steve Sax (Segunda base de los Dodgers 1981-88): Lo supe en cuanto conectó el batazo. Lo impactó justo con la parte gruesa del bate. Nunca olvidaré ese sonido.

La Russa: Sabía que la bola se había ido, y se escucharon muchas cosas vulgares en la caseta.

Eckersley: Impactante. Demasiado impactante. Te das cuenta en cuanto la bola cae. La realidad llega. Fue algo muy surrealista.

Vin Scully (Narrador de los Dodgers 1950 a la fecha, narrador de NBC 1983-89): Cuando batean la pelota, mi primer pensamiento es mirar al jardinero, José Canseco. En cuanto él giró, luego de que tengo miles de años haciendo esto, me di cuenta de que la pelota tenía una posibilidad de irse del parque. Es cuando dije, '¡Se fue!".

Gibson: La sensación fue increíble. No sabía qué hacer. Hay muchas cosas que pasan por tu cabeza en un periodo tan breve. Pensé acerca de mis padres y todo lo que pasaron cuando me fui de Detroit. Es el recuerdo más vivo mientras recorría las bases. Tuvieron que soportar esa basura por mucho tiempo, y finalmente habíamos dejado nuestra impresión. Les dije que lo haría de forma correcta. Voy a crecer y hacerlo de forma correcta, tendremos nuestro buen día y nuestro momento.

Scully: Cuando él bateó el jonrón, naturalmente, dejé que el público se volviera loco. No dije nada por más de un minuto, y luego dije, 'En un año que ha sido tan improbable, lo imposible acaba de ocurrir'. No sé de dónde salió. A veces, pienso que le inspiración viene de más arriba. Fue el cuadrangular más melodramático que haya visto. Ustedes veían el escenario y él no estaba ahí, y de repente aparece en escena y la multitud estalla. Él cojea, y de repente batea el jonrón. Todo fue un teatro. Un teatro perfecto.

Hershiser: Si observan el video, su puño está arriba antes de que pase por la primera base, así que él sabía que la bola se había ido, y luego comenzó a agitar sus puños mientras pasaba por la intermedia. Fue increíble.

Gibson: Nunca había considerado agitar los puños. No sé por qué lo hice. Fue un acto de emociones.

Mike Brito (scout de los Dodgers, famoso por usar un sombrero fedora y sostener una pistola de radar detrás del plato): Nunca había escuchado al estadio con semejante cantidad de ruido.

Gibson: Fue como una película. Como en la película "The Natural". Fue muy similar. Recuerdo que al día siguiente durante la apertura de transmisión, me pusieron en esa escena, fue algo sensacional.

Costas: Fue algo cinematográfico.

Didier: En cuanto él conectó la pelota, me paré y dije, 'Diablos, ¡es un jonrón! Mi esposa se volvió loca y comenzó a abrazarme, y dije, '¡Déjame ir! ¡Déjame ir!' Le pedí que me buscara en la oficina, porque quería bajar al vestidor. Cuando llegué, los jugadores entraban y gritaban, '¡Hey Mel, slider!'. Les dije, '¡Hey! ¡Cállense y escondan los cuadernillos que le di! No quiero que ningún reportero vea eso. Todavía tenemos cuatro, cinco, seis partidos para jugar. Esto podría darse de nuevo. Les dije que no mencionaran ni una palabra acerca de ese slider, hasta que terminara la serie.

Gibson: Escuché a la multitud. Siempre lo hice. Me encantó. Lo disfruté. Cuando estás en tu momento, estás en tu zona de confort. Intentas crear ese momento en tu cabeza, y luego fue como un listado de pendientes en mi mente. Camina, multitud, Eckersley, caja de bateo, cómo van a defender contra ti, qué es lo que verás, rodeando las bases... Creas esos momentos en tu cabeza de forma semejante a como lo hacías cuando eres niño y jugabas a que eras Mickey Mantle o el que sea, bateando un jonrón para ganar el partido. Así fue. La realidad es que juegas en cientos de esos momentos y nunca se hacen realidad, pero ese en particular sí.

Sax: De hecho, estuve un poco decepcionado porque yo quería batear el jonrón. (Se ríe). Fue un gran alivio, de hecho.

Costas: Nunca olvidaré cuando la pelota superó la barda, todas las luces de los frenos en el estacionamiento, y pensaba, 'Aficionados de los Dodgers, ¿incluso en la Serie Mundial lo hacen? Es partido de una carrera en la Serie Mundial. No es un partido a la mitad de la temporada contra los Astros. Es sábado por la noche. ¿Para qué se van a casa? ¿Para levantarse temprano e ir a la iglesia? ¿Qué están haciendo?'

Josh Suchon (narrador y autor del libro "Miracle Men"): Hay más que ese famoso auto pisando los frenos. Mucha gente se fue temprano. En mi mente, eso etiquetó para siempre a los aficionados de los Dodgers como 'los que se marchan temprano'. La imagen de individuo pisando los frenos durante el jonrón más dramático en la historia del béisbol etiquetó para siempre a los aficionados de los Dodgers de esa manera.

Costas: Cuando él salía, le grité, me miró de vuelta y me hizo una seña de que volvería en un minuto. Siempre pensé que eso era genial, en los instantes posteriores inmediatos quería pasar un minuto con sus compañeros. No quería que lo desviaran conmigo para la entrevista. Así que él se fue al vestidor, festejó con sus compañeros y volvió al terreno para la entrevista.

Mike Davis (Jardinero de los Dodgers 1988-89): Kirk entró y caminó cojeando hacia el centro de la habitación, para luego encabezar el grito tradicional que hacíamos en el vestidor. '¡1-2-3, qué (expletivo) equipo!'. Hicimos eso durante la temporada. Tuvimos algunos momentos durante ese año donde podía verse que algo especial ocurría con el equipo, y que Gibson era el catalizador.

Gibson ya no tuvo ninguna otra aparición en el plato durante la serie, pero la inercia de su jonrón impulsó a los Dodgers a dar la campanada e imponerse en cinco juegos sobre los Atléticos.

'NO TIENE NINGÚN SENTIDO, PARA SER HONESTO CON USTEDES'

Lasorda: Él ya no bateó de nuevo, pero los paralizó. Estaban impactados. Se quedaron en el campo durante casi cinco minutos, simplemente parados. No creían lo que había pasado.

Joe McDonnell (reportero para KFI y AP radio): Fue la única ocasión en que una Serie Mundial se ha ganado en el Juego 1. No tengo dudas de que la serie se había acabado después de eso. Los desmoralizó.

Eckersley: Era el Juego 1, pero se sentía más que eso. Se sentía que la serie ya estaba muy avanzada. Fue solamente el primer partido, pero sabías que Hershiser lanzaba la noche siguiente, y nadie podía vencerlo en ese entonces.

La Russa: En una serie a ganar cuatro de siete, un cambio dramático en el partido puede darle un giro completo a la serie, cuando sea que ocurra, especialmente si llega al final y convierte una derrota en una victoria.

Costas: Después de ese partido, vi algo que rara vez se observa en Dodger Stadium. La gente no se iba. El juego se había terminado, y ellos querían aferrarse al momento. Una gran porción de la multitud se quedó mucho después del juego, simplemente disfrutando la escena. Nunca olvidaré que veía las tribunas luego de que había entrevistado a Gibson en el campo y localicé a Tom Brokaw, él me vio y me puso una mirada como de, '¿No es esta una de las cosas más grandes que jamás hayas visto?'.

Claire: Salí de mi palco, tal y como lo he hecho tras cientos de partidos, y mientras caminaba por uno de los pisos del Dodger Stadium, no había nadie en los pasillos. Todos todavía se encontraban en sus asientos. Salí la puerta principal, y no había nadie en el estacionamiento. Me subí a mi auto y manejé afuera de Dodger Stadium, y literalmente era el único auto que circulaba en el estacionamiento. Todavía había mucho alboroto detrás de mí. Fue casi como un episodio de "Dimensión Desconocida". Fue surrealista, una escena surrealista de verdad. Nunca había experimentado algo semejante.

Scully: Ellos se quedaron. Ellos se deleitaron con el momento. No querían irse. Es como la mañana de Navidad, y todos son niños. No quieres que llegue la hora del almuerzo. Quieres sostenerlo lo más que se pueda. Salimos del aire y yo simplemente caminé. No puedo explicar por qué, pero estaba hiperactivo. No apoyo. No soy aficionado. Estoy ahí para trabajar, pero todavía estaba en el punto más alto de una ola de emociones que había pasado por el estadio. Quizá eso era lo que estaba haciendo, tomando un paseo psicológico en una tabla de surf sobre esta ola. Simplemente, no podía sentarme.

Fred Wallin (Anfitrión del programa radiofónico "Dodger Talk" después del juego 1987-89): Normalmente, "Dodger Talk" se mantenía en el aire hasta que comenzara la siguiente hora. Entonces, durante la temporada regular, si el partido acababa a las 10:15, seguiríamos al aire hasta las 11. El primer partido terminó alrededor de las 9, pero por el jonrón de Gibson, el gerente de la estación KABC, George Green, llamó y dijo, 'Seguirán toda la noche hasta que dejen de entrar llamadas'. Estuve ahí hasta la 1:30 de la mañana tomando llamadas, y cuando salimos del aire, podíamos haber seguido tomando llamadas.

McDonnell: En esa época, como reportero podías ingresar al training room luego de los partidos. Todo mundo buscaba a Gibson, y cuando entré al training room, no había nadie excepto Gibson, y él estaba dándose una ducha. Esto sonará ridículo, pero él estaba todo enjabonado y me miró, con una sonrisa malévola, y me dijo, 'Eso estuvo genial, ¿verdad?'. Nunca olvidaré su rostro cuando lo dijo.

Eckersley: No hubo contacto visual con nadie. Fue un momento de soledad surreal. Estás completamente solo porque nadie sabe qué decir. Nadie volteó a verme. Qué momento. Fue lo contrario a la euforia. Es una emoción increíble, pero del tipo que no deseas. Tuve que hablar con la prensa después del partido, y quizá respondí la misma pregunta mil veces: slider. Le respondí lo mismo a cada persona en esa habitación. No salí huyendo. Quizá fue uno de los momentos de mayor orgullo en mi vida. Parecía lo correcto para hacer. Todavía estaba impactado. De hecho era un afortunado por estar donde me encontraba en ese momento. Había sido cerrador solamente durante un año y medio, y donde estaba personalmente, había pasado por rehabilitación (por alcoholismo). Era una persona diferente y estaba agradecido por estar donde me encontraba en ese momento. Creo que aminoró un poco el dolor.

Gibson: Cada que vengo al Dodger Stadium, de inmediato volteo hacia jardín derecho y hacia el asiento donde pienso que aterrizó la pelota, al cual nombré Asiento 88. Es una buena afirmación para mí en mi vida. Recuerdo lo difícil que era y lo afortunado que fui por hacerlo. Realmente no hay razón por cómo lo logré, dada la situación en que me encontraba, contra quién me enfrentaba y el estado físico que tenía. Es una evidencia que de cualquier persona que lo crea, puede hacerlo. Les di un motivo para creer que podían. De alguna manera, la pelota se fue del parque y nosotros ganamos la Serie Mundial.

La Russa: He sido un aficionado del béisbol desde que tenía 5 años, y cuando ves momentos como esos, tienes que apreciarlos. Yo era un jugador espantoso y no tenía nada qué hacer ahí, así que debo apreciarlo. No creo que haya habido un momento más dramático en el béisbol, dadas las circunstancias. Habiendo dicho eso, cada que lo repiten, miro hacia otro lado. No lo observo. En cuanto lo miro, me volteo a otro lado. Lo he visto demasiadas veces. Ya es suficiente.

Eckersley: Como aficionado, ahora puedo apreciar ese momento. Tengo tanta distancia respecto a ese momento, que es casi como si no lo hubiera hecho. Cuando lo miro ahora, es como si no me hubiera ocurrido. Fue a ese hombre, no a mí.

Costas: Tiene dos de las mejores narraciones en la historia del béisbol en la misma jugada. Scully narró en televisión y Jack Buck con 'No creo lo que acabo de ver' en radio. Pienso que ese momento, al igual que "El batazo que se escuchó en todo el mundo" de Bobby Thomson, no viviría de la misma forma sin la narración de Russ Hodges. Pienso en ese momento, tan grande como fue, que ha sido elevado históricamente por las narraciones que lo acompañaron. Mucha gente que es demasiado joven como para recordarlo de primera mano, ahora tienen la sensación porque esas narraciones capturan la naturaleza emocionante del mismo.

Gibson: Tengo las grabaciones de las narraciones, tanto de radio como de televisión, y de vez en cuando, las pongo para escucharlas.

Scully: No te puedes preparar para un momento como ese. Honestamente, lo último que me pasó por la cabeza es que él batearía el jonrón. Está cojeando; yo rezo para que no se ponche; y él se va al extremo y pega el cuadrangular. Años después, le dije que a la hora de evaluar mi carrera, mi aportación más grande para los Dodgers fue el hacer que se levantara de la mesa en el vestidor, enojado por lo que había dicho acerca de él.

Gibson: Es una buena historia. No tiene ningún sentido, para ser honesto con ustedes. Para mí, es lo que hago ahora como mánager, mi motivación es revivir ese momento para alguien, prepararlos para ese momento y que encuentren su sitio en la historia del béisbol. Es la meta. Algo me dice que seré parte de algún otro momento otra vez. Puedo sentirlo.

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