Los Gigantes de San Francisco sobrevivieron a la eliminación en un partido épico y ahora buscarán igualar la serie divisional ante los Cachorros de Chicago, que nuevamente sintieron el fantasma de la cabra Murphy sobrevolando en el dugout.
A cinco outs de la victoria estuvieron los Cachorros, como en la serie de campeonato de la Liga Nacional del 2003 ante los Florida Marlins y lo demás es historia.
Ahora el duelo será entre el derecho John Lackey, por los visitantes, y el zurdo Matt Moore por los dueños de casa en el AT&T Park de San Francisco.
Esta será la tercera apertura de Moore en postemporadas. Las dos anteriores, una en el 2011 y otra en el 2013, fueron con el uniforme de los Rays de Tampa Bay, con saldo de un triunfo y una derrota, ambas en series divisionales ante los Vigilantes de Texas y los Medias Rojas de Boston.
Además, tuvo dos actuaciones como relevista, una en cada año, y su efectividad total en playoffs es de 4.41.
El zurdo comenzó la campaña con los Rays, en la Liga Americana, pero a mediados de temporada fue canjeado a los Gigantes, con los que consiguió seis triunfos, cinco reveses y promedio de limpias de 4.08, en su primera incursión en el viejo circuito.
Su rival es un veterano de mil campañas, que ha pasado con éxito por todas las instancias de la postemporada y atesora dos anillos de campeón de Serie Mundial, la primera en el 2002, con Angelinos de Los Angeles y la segunda en el 2013, con los Medias Rojas.
A sus 37 años, Lackey sigue siendo un lanzador muy confiable, como muestra su récord de 11-8 y efectividad de 3.88 en la contienda regular del 2016.
En 23 partidos de postemporada, 20 de ellos como abridor, suma ocho triunfos con cinco derrotas y promedio de limpias de 3.11.
Cuatro veces le ha lanzado a los Gigantes en octubre. En el 2002 abrió un juego y relevó dos en la Serie Mundial, con un triunfo sin derrota y efectividad de 4.38.
Pasaron 12 años y volvió a enfrentar a San Francisco en la serie de campeonato de la Liga Nacional del 2014, entonces con el uniforme de los Cardenales de San Luis, pero se fue sin decisión en una única apertura, aunque fue castigado con cuatro limpias y cinco hits en seis innings.
Si para los Gigantes este es un juego de vida o muerte, sin margen de error, para los Cachorros también lo es, por el golpe psicológico que pudiera significar en el colectivo.
Joe Maddon no puede darse el lujo de cometer errores infantiles, como en los que incurrió en el juego anterior.
En el undécimo, los Gigantes colocaron en segunda con un out la potencial carrera del triunfo.
El ABC del béisbol dictaba pasar intencionalmente al siguiente bateador para buscar el out forzado o una doble matanza salvadora, pero Maddon no lo hizo y le salió bien.
En el decimotercero volvió a estar en la misma situación, pero los terminó impulsando la carrera de la victoria.
Si San Francisco consigue igualar la serie y las acciones regresan al Wrigley Field, no se extrañen si para el quinto y decisivo encuentro vuelva a tomar la pelota el zurdo Madison Bumgarner.
Qué va a decidir el juego de esta noche
El slider de Lackey ha sido su mejor lanzamiento. Los contrarios le batean para .125 y slugging de .163 en turnos que terminan con su slider, y ha logrado 81 ponches con ese pitcheo esta temporada.
Eso le servirá bien ante Buster Posey, quien batea .209 en turnos que terminan con un slider, con 18 ponches y 0 HR esta temporada (temporada regular y playoffs combinados). -- John Fisher, ESPN Datos
