Rigo Cervantez | ESPN Digital 7y

Dodgers contra la pared y Cachorros acaricia Clásico de Otoño

Los bates de los Cachorros de Chicago siguieron encendidos, mientras que defensivamente los Dodgers de Los Ángeles siguieron haciendo agua y como consecuencia, el equipo de Joe Maddon se adjudicó este jueves, en Chávez Ravine, el tercer triunfo de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, con pizarra final de 8-4.

La supuesta ventaja de disputar tres juegos de la serie de 7 desafíos en Dodger Stadium, con el apoyo incesante de su público, no fue debidamente aprovechada por la tropa azul de Dave Roberts, que ahora se encuentra contra la pared, ya que la serie continúa este sábado en el histórico Wrigley Field, donde los Cachorros necesitan un solo triunfo para sentenciar, mientras que los Dodgers requieren de dos triunfos para aspirar a alcanzar el Clásico de Otoño, por primera vez en 28 años.

Las claves del triunfo visitante fueron:

EL LADO FLACO

El lanzador abridor, el diestro japonés Kenta Maeda, se mostró titubeante desde el inicio de la contienda, cuando los visitantes tomaron ventaja en el mismo primer acto, con un doble de Anthony Rizzo, hacia la esquina de la parcela derecha, para que Dexter Fowler anotara desde la inicial.

Maeda trabajó durante 3 entradas y 2 tercios, en las que a pesar de que únicamente toleró 3 imparables y una carrera, caminando a dos y ponchando a 6, permitía que los de Illinois pusieran rumbo hacia su tercera victoria de la serie.

LO DESLUCIDO

Lo más deslucido: fue la presentación del relevista Pedro Báez, en el octavo acto, donde abrió la puerta para que los de Chicago anotaran cinco veces, ampliando una ventaja, que hasta ese momento era de solo dos carreras.

Báez, él solito, hizo todo para abrirle paso a la estampida del equipo visitante, con su lentitud paquidérmica, no solo física, sino también mental.

Fue casi como un recital, el que ofreció Báez, de todo lo que no se debe de hacer en un juego de pelota.

Empezó pifiando al momento de asistir a Adrián González en la primera base, en un batazo de Russell, que terminó a salvo, cuando el relevista soltó la pelota.

Casi enseguida, en un toque de sacrificio del emergente Almora Jr., Báez tenía el out en la tercera, pero fildeó mal y solo pudo retirar al corredor en primera.

Después, no apareció en primera para cubrir la base, en el roletazo de Fowler, que González atrapó lanzándose al terreno de juego, y no alcanzó a levantarse para poner fuera al corredor, cuando es la obligación del lanzador de llegar a asistir a su inicialista.

LO ANECDÓTICO

Fue el bendito recurso de la apelación a través del vídeo, al que ambos equipos recurrieron hasta el cansancio.

Por segundo juego al hilo, el inicialista mexicano de los Dodgers, ''Titán'' González, se vio involucrado en una jugada decidida por la cámara lenta del vídeo.

El tijuanense inició el cierre del séptimo acto, sorprendiendo con un toque de bola por el rumbo de la segunda base e, inicialmente, había sido declarado a salvo, por el juez de la inicial, Ted Barrett.

Pero un minuto de revisión de la jugada bastó para que se revirtiera el dictamen original, y Adrián quedaba fuera de circulación.

La noche anterior, una apelación de los Dodgers, en la jugada en que González llegaba barriéndose al plato, una acción bien difícil de juzgar, que fue calificada como out, por el juez principal, Angel Hernández.

''El Titán'' desde la zona de la caja de bateo, hacía señas a su madriguera, de que había llegado a salvo, rasguñando el pentágono antes de ser tocado por la mascota del receptor.

Sin embargo, el recurso de la apelación, por medio de la revisión del video, fue desfavorable a la causa del equipo de Dave Roberts.

Y lo que pudo ser una carrera que cambiara el rumbo de un duelo que finalizó en una paliza, a favor de los Cachorros, se esfumó con la decisión del comité de apelaciones que MLB tiene establecido en Nueva York.

Esta vez, en el quinto juego, la historia fue diferente, en la primera revisión pedida por los locales.

Los de Chávez Ravine volvieron a utilizar el recurso de la apelación, en una jugada que requirió menos de un minuto para su revisión.

Howie Kendrick, con un out, en el cuarto episodio, conectó batazo de dos bases. Y mientras bateaba González, salió al robó del tercer cojín. El receptor de los Cachorros, David Ross, conectó con el antesalista Kris Bryant para que el juez de la tercera base, Eric Cooper, decretara el out.

Y de la misma forma que lo hiciera ''El Titán'' el miércoles, Kendrick de inmediato hizo señas a su banca, indicando que él había llegado a salvo, por lo que procedía la apelación.

45 segundos más tarde, se revertía la calificación inicial del juez de tercera, y Kendrick se quedaba posesionado de la antesala, desde donde anotaría la carrera que en ese momento significaba el empate 1-1 para su equipo, con el batazo por el rumbo de la primera base, de González.

En la acción, Anthony Rizzo intentó apresurarse a cortar el batazo, para tratar de evitar la carrera, y terminó por malabarear la bola, y solo pudo retirar a González, en la inicial.

En el octavo capítulo, Dave Roberts volvió a intentar revertir una decisión, esta vez en batazo de Kris Bryant por la tercera, en la que fue declarado safe en primera, además de que impulsaba la quinta anotación de su equipo.

La apelación no progresó.

Un poco más tarde, en el mismo capítulo, los Dodgers volvieron a perder frente a los del comité de apelaciones, en una jugada de Fowler en la intermedia, en la que luego de haber sido declarado out, la revisión del vídeo que solo duró 36 segundos, fue a favor de los Cachorros y el guardabosques central permaneció en la segunda almohadilla.

RUSSELL LA BOTÓ

En el inicio del sexto episodio, Addison Russell había explotado con su segundo palo de cuatro esquinas del otoño, por el cerco del tablado derecho, llevándose en su paseo por las bases a Javier Baez, para volver a poner al frente al equipo de Chicago, un marcador que en ese instante era de 3-1.

HISTÓRICO

En el tercer episodio, con dos outs, Justin Turner alcanzó la primera base, con un batazo que se escurrió entre el tercer cojín y las paradas cortas.

Y aunque su imparable no tuvo mayores consecuencias, el antesalista inscribió su nombre en la historia de la franquicia, al lograr embasarse por décima quinta ocasión consecutiva en juegos de postemporada.

Y en su último turno, los de Chávez Ravine anotaban otras dos veces, solo para hacer la derrota un poco menos aplastante.

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