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Tres claves: ¿Quién debe ganar entre Nacionales y Cachorros?

Los Cachorros de Chicago inician la defensa de su título conseguido en el 2016 en una serie divisional de pronóstico reservado ante unos Nacionales de Washington que no conocen lo que es avanzar más allá de la primera ronda de postemporada.

Los Cachorros buscan llegar a su segunda Serie Mundial seguida por primera vez desde que asistieron en fila a los clásicos de octubre de 1906, 1907 y 1908.

Los Nacionales intentarán ganar la primera serie de postemporada de su historia, tras perder las divisionales de 2012, 2014 y 2016, sus únicas participaciones anteriores en playoffs.

Ambos equipos no podrán contar con sus mejores lanzadores para el primer partido, pues tanto Jake Arrieta, por los Cachorros, como Max Scherzer, por los Nacionales, tienen lesiones que han atrasado su participación en esta fase.

Stephen Strasburg tomará la lomita del Nationals Park por los dueños de casa, mientras que Kyle Hendricks lo hará por los visitantes.

Strasburg (15-4, 2.52) tuvo una salida este año ante Chicago, en la que se llevó la victoria con una faena de siete innings y dos limpias permitidas.

En su carrera, tiene récord de 1-1, con efectividad de 2.08, en cinco partidos contra los Cachorros, con 41 ponches en 34.2 entradas.

Por su parte, Hendricks (7-5, 3.03) perdió su única apertura contra los Nacionales en el año, al aceptar tres limpias y cinco hits en siete tramos.

De por vida, tiene 2-2, con promedio de limpias de 2.67 en cinco aperturas, con 21 abanicados en 30.1 capítulos.

En la temporada regular, Washington ganó cuatro y Chicago tres de los siete partidos que disputaron.

A continuación, las claves para cada uno de los equipos.

Cachorros

1. Ya saben cómo ganar. Este es básicamente el mismo equipo que en el 2016 superó toda la presión que implicaban 108 años sin saborear las mieles del triunfo. Después de una primera mitad de calendario en que Chicago terminó con récord perdedor de 43-45, apretó el acelerador a fondo en la segunda parte y terminó ganando 15 de sus últimos 20 juegos, para despegarse de los Cerveceros de Milwaukee y los Cardenales de San Luis, que venían pisándoles los talones.

2. El momento del pitcheo. La adición del colombiano José Quintana trajo oxígeno a una rotación experimentada que comienza a entrar en la curva de descenso.

Quintana abrirá un eventual cuarto juego, detrás de Hendricks, Jon Lester y Arrieta.

A pesar de que sus números no lo reflejan con exactitud, los veteranos Lester y John Lackey, dos hombres con tres anillos de Serie Mundial cada uno, cerraron calientes la campaña.

Lackey pasa a reforzar el bullpen, cuyo cerrador Wade Davis salvó 32 juegos y sólo desperdició una oportunidad de rescate.

3. Factor X: Javier Báez. El puertorriqueño es de esos peloteros por los que vale la pena pagar la entrada al estadio sólo para verlo a él, aunque todavía no ha alcanzado el pico de su potencial.

Pero Báez parece hecho para estas situaciones y se agranda con la presión. Ya con el bate, ya con el guante o con un arriesgado corrido de bases, el explosivo boricua puede salvar un partido.

Nacionales

1. Una alineación de espanto. Aunque los Cachorros batearon más jonrones (223) y fabricaron más carreras (822), que los Nacionales (215 y 819), hombre a hombre, la tanda de Washington mete miedo como pocas.

Trea Turner, Anthony Rendon, Bryce Harper, Daniel Murphy, Ryan Zimmerman, Michael Taylor y Jayson Werth le quitan el sueño al mejor de los lanzadores por la capacidad de hacer daño en cualquier momento.

2. Velocidad en bases. Los corredores de Washington estafaron 108 almohadillas, casi el doble de las 62 que consiguieron los Cachorros.

Turner, particularmente, se robó 47, mientras que Taylor lo hizo en 17 oportunidades y el dominicano Wilmer Difo, valiosísimo jugador listo para salir de la banca, tuvo diez.

Sólo Báez y Anthony Rizzo lograron una decena de estafas por Chicago.

3. Factor X: Daniel Murphy. El segunda base de Washington era un jugador promedio hasta que probó la adrenalina de jugar en postemporada. A partir de los playoffs del 2015 se transformó en un monstruo.

En 19 juegos de playoffs, Murphy batea para promedio de .351, con siete jonrones y 17 carreras remolcadas.

Predicción: Ganan los Cachorros en un máximo de cinco juegos.