NUEVA YORK -- Todo está bien con Dellin Betances, excepto que no puede lanzar strikes, lo que para un relevista de las últimas entradas es mortal. Por lo tanto, en realidad, no todo está bien con Betances actualmente.
El lanzador dominicano cuatro veces Todos Estrellas de los Yankees de Nueva York ha lidiado con un síndrome de descontrol por la mayor parte de la temporada del 2017, que ha obligado al dirigente Joe Girardi a marginarlo siempre que pueda durante la postemporada.
Betances no laboró en el juego de comodines contra los Mellizos de Minnesota, apareció tres veces durante la Serie Divisional contra los Indios de Cleveland, pero en la Serie de Campeonato, donde Nueva York busca su primera aparición en la Serie Mundial desde el 2009, el gigante solamente fue utilizado por Girardi en un choque que su equipo ganaba 8-0 en la novena entrada.
Betances regaló dos boletos y permitió una carrera sin sacar un out en la novena entrada contra los Astros de Houston en el tercer juego de la final del joven circuito, el lunes en el Yankee Stadium.
"Pienso que estoy siendo muy agresivo con la parte delantera, la mecánica, halando mucho los pitcheos", dijo Betances a ESPN Digital. "Tengo que enfocarme en atacar la zona. Eso es lo que me ha matado toda la temporada", agregó.
En el 2017, Betances ponchó más de 100 bateadores por cuarta temporada consecutiva, pese a que solamente trabajó 59.2 entradas, su total más bajo en ese tramo. Pero también terminó con sus mayores totales de bases por bolas (44) y duplicó su promedio de boletos por cada nueve entradas (6.6) del año anterior.
Betances ha trabajado intensamente con el coach de lanzadores Larry Rothschild, pero el descontrol ha regresado una y otra vez.
"He trabajado con el coach, aunque no mucho en esta parte de la temporada: Trabajo especialmente en terreno plano. Me siento bien cuando estoy en el bullpen antes de entrar al juego, pero cuando entro estoy acelerando un poco las cosas", dijo Betances, quien tiene cinco bases por bolas en tres episodios en postemporada y lanzó ocho bolas en su desempeño de apenas 10 lanzamientos el lunes.
"Está fuera de control. Lo ha revisado un par de veces este año y, aparentemente, hemos podido llevarlo por buen camino en diferentes ocasiones. Y todavía estamos tratando de hacer eso. Porque sigo pensando que es realmente importante para nosotros y lo necesitamos. Entonces continuaremos intentando solucionarlo", dijo Girardi.
"No he tenido mucha comunicación con el manager, pero conozco la situación del equipo con tantos juegos en pocos días. Yo tengo que estar preparado, mantener la cabeza arriba y apoyar el equipo cuando me necesite", dijo Betances.
Un hombre importante en la conversión de Betances en uno de los mejores relevistas de Grandes Ligas no trabaja con los Yankees. Se llama Fausto "Chiqui" Mejía y es un entrenador independiente en República Dominicana, que ha trabajado por muchos años con lanzadores del patio, incluyendo el retirado relevista Joel Peralta, quien se lo recomendó a Betances.
Betances, de 29 años, trabaja con Mejía cada invierno como parte de su itinerario de preparación para la próxima temporada. Debido al carácter de urgencia de su actual situación, tendría sentido que Mejía estuviera cerca del lanzador.
"He hablado con Chiqui en las últimas semanas. Siempre me aconseja de lo que estoy haciendo y me ayuda bastante. Mantenemos comunicación", dijo Betances.
"Si avanzamos a la Serie Mundial, vendrá y quizás pueda trabajar un poco con él", agregó.