Carlos Nava | ESPN Digital 6y

Desaparece el pitcheo en la Serie Mundial

HOUSTON -- ¡Se busca pitcheo en la Serie Mundial! Para que un Clásico de Otoño esté tan emocionante, con juegos espectaculares que duran hasta cinco horas y 17 minutos, que incluyen siete cuadrangulares, 28 imparables y 25 carreras, se necesita poder ofensivo en todos aspectos.

Pero sobre todo, significa que hace tiempo que los lanzadores son inexistentes de principio a fin en una serie que está reescribiendo sus marcas de jonrones (22) e imparables, entre muchos otros récords ofensivos.

"Estoy seguro de que todos estamos exhaustos por completo, física y emocionalmente", dijo el abridor de Los Dodgers, Clayton Kershaw. "Ha sido una serie muy complicada para los lanzadores, al final de una temporada muy larga para todos".

El domingo, Kershaw abrió su segundo partido de la Serie Mundial y distó de ser similar al primero en que maniató por completo a los Astros.

Esta vez, en el Minute Maid Park, Kershaw fue castigado en cuatro entradas y dos tercios; su salida más corta en postemporada de Grandes Ligas. Desperdició una ventaja de cuatro carreras, algo que casi nunca había sucedido en su vida profesional.

Kershaw llegó al Juego 5 con marca de 100-1 con tal ventaja. Pero esta vez fue diferente. Luego de sacar tres entradas sin problemas, en la cuarta se le vino el mundo encima. Regaló base por bolas, aceptó sencillo, doblete y cuadrangular.

"Simplemente perdí mi comando ahí en la cuarta entrada", agregó Kershaw. "No sé qué sucedió".

Pero Kershaw no ha sido el único. Quizá el desgaste o sobre manejo de los lanzadores que gusta al manager Dave Roberts está cobrando factura en el peor momento para Los Ángeles, incluido un relevo que fue casi perfecto durante toda la postemporada.

Este domingo, los tres mejores relevistas en playoffs de los Dodgers, Kenta Maeda, Brandon Morrow y Kenley Jansen, también fueron castigados como pocas veces en sus carreras.

Maeda, quien no había permitido carrera y sólo recibido dos imparables en toda la postemporada como relevista, ni siquiera pudo completar una entrada, antes de permitir dos hits, incluido cuadrangular, apenas dos días después de que tiró 42 veces a home.

Morrow fue incapaz de sacar un out, a cambio de dos jonrones y cuatro carreras, después de que en 12 partidos anteriores sólo había permitido una anotación y seis hits. El domingo fue el quinto partido consecutivo que lanzó.

Antes del juego, el manager había dicho que era muy probable que Morrow no estuviera disponible. El relevista aseguró que levantó la mano como voluntario porque pensó que su equipo lo necesitaba.

"Quizá fue un poco egoísta de mi parte", dijo Morrow. "Pero vi dónde estaba el partido en la séptima entrada y me estaba sintiendo bien. Les dije que estaba listo y quería pitchear".

Los Dodgers siguieron atacando y tres veces remontaron, incluyendo el último inning para llevar el juego a entradas extras. Empatados en el noveno capítulo llegó el cerrado Jansen, apenas un día después de ser nombrado por segunda temporada consecutiva el mejor relevista de la Liga Nacional.

Jansen, el último de seis relevistas, sacó la novena con algo de zozobra. Pero falló en el décimo. Es la primera vez que el taponero de los Dodgers recibe carrera en tres partidos consecutivos desde el 2015. Y no es casualidad. Lleva 13 entradas y dos tercios en postemporada de trabajo. Ha lanzado en cuatro de los cinco partidos de la serie.

"Éste es el caso para nosotros y para los Astros en este punto de octubre", dijo Roberts. "Creo que todos estamos pagando el precio ahora mismo".

Cierto, no sólo son los Dodgers, cuyo bullpen tiene una efectividad de 5.32 carreras limpias admitidas en la Serie Mundial, también ha fallado el relevo de los Astros con 7.58 carreras limpias admitidas en este Clásico, e incluso sus abridores han dejado mucho que desear.

"Nunca había visto algo así, los buenos y malos (momentos)", dijo el abridor de los Astros Dallas Keuchel, que salió en apenas tres entradas y dos tercios, con cuatro carreras, tres limpias, en su cuenta. "Ha sucedido de todo. Nunca había estado tan nervioso en mi vida. Sólo agradezco que nosotros estamos con la ofensiva número uno".

El domingo hubo seis entradas y medias de tres carreras o más. Houston utilizó a siete pitchers y prácticamente no quedaba nadie en el bullpen, en caso de que el partido continuara. Uno de los pocos brazos en reserva era el de Brad Giles, quien pareció haber perdido ya su puesto como cerrador por la patética postemporada que ha vivido.

Para buena fortuna de Astros, este martes en el partido que puede significar el primer campeonato de su historia tendrá a su mejor abridor sobre la loma, Justin Verlander, con sus cinco días habituales entre salidas.

Verlander llegará con marca de 4-0 y 2.05 de efectividad en la postemporada. Lanzó seis innings en el segundo partido de la serie, en los que permitió dos hits y tres carreras, con cinco ponches.

"Verlander que se prepare bien para nosotros, que nosotros estamos muy bien preparados para ellos", amenazó Yasiel Puig. "No tenemos nada que perder. Ya sabemos que estamos abajo y ése va a ser el mejor juego de la vida de nosotros".

Verlander enfrentará a Rich Hill, quien apenas lanzó cuatro entradas, con pelota de tres hits, en 60 pitcheos, antes de que llegara el relevo y dilapidara ventaja para perder el Juego 2.

Este martes, Hill tendrá que aguantar más, como aseguró quería hacerlo en su primera salida de la serie, porque en caso contrario, los Dodgers tendrán que voltear hacia su muy cansado y maltratado bullpen, otra vez...

"Si para que nosotros ganemos la Serie Mundial tenemos que ganarle a Verlander, vamos a hacerlo", dijo el cerrador Jansen. "Ahora no importa si estamos cansados o no, vamos a jugar el martes y tratar de ganar ese juego".

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