Carlos A. Nava | ESPN Digital 5y

Pese a su gran esfuerzo, Astros viven suplicio tras interferencia de un aficionado

HOUSTON -- Los Houston Astros hicieron hasta lo imposible para que la interferencia de uno de sus aficionados sólo quedara como una anécdota curiosa este miércoles.

Pero por más que intercambiaron batazos para tratar de ocultar también la inconsistencia de su pitcheo o la distracción de Carlos Correa por no pisar base en una que parecía jugada de rutina para dobleplay, al final quedaron cortos; con las bases llenas, pero cortos.

Así los Astros perdieron 8-6 frente a los Boston Red Sox y agonizan en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, en la que tratarán de sobrevivir aunque sea un día más, este jueves, en el quinto partido, que podría ser el definitivo.

“Hay mucho juego restante todavía“, dijo el manager de los Astros, A.J. Hinch. “Hubo mucha acción en el juego. Es la manera en que este deporte se juega. Hubiera sido agradable empatar el juego en ese punto final. Pero no hay diferencia. Quedamos cortos y mañana hay que venir a ganar“.

Troy Caldwell fue el aficionado que, de acuerdo con los umpires, interfirió en la primera entrada cuando parecía que José Altuve conectaba cuadrangular de dos carreras por el jardín derecho, para empatar desde entonces el juego.

En cambio, se marcó out y George Springer, quien sigue encendido cada noche con el madero, tuvo que regresar a la primera almohadilla.

“Yo vi que la bola fue sobre la barda“, dijo Correa. “En mis ojos fue jonrón“.

Pero a partir de ahí, los Astros tuvieron que batallar llegando de atrás. Su pitcher abridor igual que el día anterior recibió dos carreras en la entrada inicial; esta vez fue Charlie Morton, quien no había lanzado desde el 30 de septiembre y sólo pitcheo 12 innings desde agosto.

Después vinieron otros cinco relevistas y todos tarde o temprano recibieron carrera, salvo el último Collin McHugh. Y los bateadores batallaron todo el tiempo. Sin embargo dejaron 13 corredores en las bases y batearon tres hits en 12 oportunidades con corredores en posición de anotar.

“Esa jugada (interferencia) no puede definir nuestro partido de beisbol“, dijo Altuve. “Dejamos muchísimos corredores. Tenemos que hacer un mejor trabajo para traer a los corredores a home".

Con carreras en cada entrada y tres veces en la misma, incluyendo la sexta, cuando Correa no pisó almohadilla en lo que hubiera sido un fácil dobleplay, pero dejó a Xander Bogaerts en segunda, el inning se alargó y después costó una carrera más, para el 7-5 momentáneo.

Correa de cualquier manera puso su parte. A pesar de las molestias en la espalda, que dice han aminorado, conectó tres imparables y produjo dos carreras, en su primer juego de la actual postemporada con múltiples hits.

Así fueron intercambiando carreras y sacudidas a los lanzadores, la gran mayoría de las veces con los Astros llegando de atrás.

Todavía, en la última entrada, Houston tuvo casa llena con dos outs. Alex Bregman, quien salió sin hit en cinco turnos, en su primera noche como primero en el orden al bate, pegó hacia el jardín izquierdo, donde Andrew Benintendi hizo un lance espectacular para terminar con el partido, ante la locura de los 43,277 aficionados que llenaron el Minute Maid Park.

Este jueves es la última llamada para los Astros, cuya derrota los eliminaría. Mandarán a su as Justin Verlander, quien tiene marca de 6-1 con 2.44 de efectividad en ocho apariciones de postemporada para Houston.

Verlander permitió dos hits e igual número de carreras en seis entradas el sábado pasado, en el inaugural de la serie, que ganó con sus Astros en Boston.

“En todos los juegos pasan cosas que tú no tienes control sobre ellas“, mencionó Altuve. “Gracias a Dios mañana tenemos otra oportunidad de ganar y reivindicarnos. El día de mañana es crucial para nosotros. Veremos si podemos ir a Boston y tratar de cambiar las cosas allá. Sería fantástico".

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