LOS ÁNGELES -- América irrumpe. Chivas forcejea. Pumas sueña lejano. Cruz Azul, en el póker de la incertidumbre. Monterrey sigue de tumbos con su lazarillo, el Ex Rey Midas.
Y el rey efímero, el Atlas, estudia su abdicación, pero sin rendirse. Se arriman en zona de repesca, dos intrusos, Necaxa y San Luis, al amparo de la mediocridad -- como los anteriores --, con su 44 por ciento de productividad. ¿León? Distraído, no ha leído la esquela de su propia muerte.
Sólo hay tres agraciados. El futbol premia a Pachuca, Tigres y Puebla. Comandan el torneo, respetando el principio de este deporte: jugar para ganar, y no ganar por jugar.
Más allá de que este jueves por la noche, Cruz Azul es favorito sobre el paria de la violencia, el Querétaro, el pelotón de los aspirantes a unas horas más de vida en el Clausura 2022, parece definirse, pero sin finiquitar las esperanzas para un par de equipos (¡Toluca!... y Santos) que aún pueden subirse en el vagón de los menesterosos, si Pumas y León no sacan las garras en las dos últimas citas del torneo.
Dicho estaba que Pachuca bien vale el boleto, o en todo caso, la botana y las dos horas de atención. Pero, sobre todo, es el único equipo que es sostenido, puntualmente, por jugadores mexicanos (claro, a excepción de Chivas), y en el que los extranjeros terminan como línea de soporte.
Se hacen cargo Kevin Álvarez, Daniel Aceves, Érick Sánchez, Luis Chávez y hasta Víctor Guzmán, el tipo del asterisco, que nunca limpió su nombre claramente por aquel pasaje del positivo por dopaje. Se puede prescindir de Romario Ibarra, de Avilés Hurtado y de Nico Ibáñez al ataque, o de Gustavo Cabral, Óscar Ustari, y claro, del adicto a las rojas, el colombiano Óscar Murillo.
Al igual que Pachuca, Tigres y Puebla revalorizan la atención, haciendo un futbol agradable, generoso y exitoso. Miguel Herrera, sin embargo, batalla. El equipo se le desordena inevitablemente en cada partido. A veces lo remienda con los cambios, a veces, lo agrava, con las mismos modificaciones.
La exhibición ante Necaxa fue lamentable. Cierto, un gol auspiciado por los actos terroristas del arbitraje y el VAR, condiciona el juego, pero Tigres fue incapaz de reaccionar aún con el plantel tan vasto al ataque, pero, cierto, tan basto, tan tosco, en defensa.
Además, a Herrera y sus felinos, en su mejor exposición, dos equipos lo sentenciaron a puro futbol: el mismo Pachuca (2-1) y el Puebla, aunque en este partido, Carlos Salcedo firma un autogol, y Gignac no puede firmar un penalti.
Por otro lado, mientras el Ex Rey Midas, Víctor Manuel Vucetich, titubea con un punto de los últimos seis, debilitado por lesiones y expulsiones, visita a Pachuca, bajo la urgencia de una victoria, porque ya le tumban el cercado de su casa, en ese cuarto sitio de la Tabla, que parece ser el último reducto disponible para ir a la Liguilla de manera directa.
Porque América ha despertado con cuatro victorias consecutivas, aunque tiene un cierre de terror ante los Tigres de El Piojo, y un duelo ante su eventual némesis, Cruz Azul, aunque ahora sin el verdugo Jonathan Rodríguez.
Y mientras Atlas busca la cura para el virus de la Campeonitis, el Guadalajara encadena dos victorias, tras desencadenarse de Marcelo Michel Leaño, y jugando con mayor seriedad e intensidad de la mano de Ricardo Cadena, aunque Pumas y Necaxa, vecinos en ese callejón de la mediocridad, son sus últimas garitas.
Al menos, el tono de resucitados y redimidos que han adoptado América y Chivas, con Fernando Ortiz y Cadena, le puede regresar al Repechaje cierto colorido, más que brillo, al siempre gris trámite previo a la Liguilla, aunque, insisto, ese cuarto sitio a la zona VIP del torneo, aún está disponible para varios, inevitablemente, por la misma inestabilidad de Rayados, cuyo ataque, con Vincent Janssen al mando, se ha vuelto más seco e infértil que la matriz de una momia.
Seguramente, en el club de los populacheros, Cruz Azul, América y Chivas podrán arrastrarse, al menos, a jugar en la Ruleta Rusa del Repechaje, mientras que Pumas, obsesionado con el Mundial de Clubes, apostará todas sus cartas ante el Seattle Sounders en la Final de la Concachampions. Sin duda, hubo por parte de Andrés Lillini un dejo de soberbia y menosprecio, ante San Luis, y este equipo de poco futbol y muchos chiripazos, terminó zarandeando a la UNAM.
Quedan pues, dos jornadas decisivas, en las que insospechados, y en algunos casos hasta indeseables, se pueden meter a zona de repesca, con esas licencias fariseas y mercantilistas, que aporta este capricho de la Liga MX, de mantener con vida a equipos muertos.