LOS ÁNGELES — Habían permanecido escondidos, agazapados. En la oscuridad del propio oscurantismo de sus hechos. Pero, finalmente, aparecieron, eso sí, sin comparecer. El mismo día, Ricardo Peláez y Santiago Baños rebrotaron. Los padres del infortunio propio son hoy hijos de la fortuna ajena.
Son, sin duda, dos privilegiados. Ocupan dos de los puestos más codiciados en el futbol mexicano. Más codiciados y más temidos que temibles. Despachan, sin duda, desde dos pararrayos: las direcciones deportivas de los dos equipos más populares de México: Chivas y América. Ahí, acaecen desde tsunamis hasta chisporroteos.
Santiago Baños se arrellana ante las cámaras de ESPN con Álvaro Morales. Y Ricardo Peláez protagoniza la renovación de contrato de Alexis Vega, a través de ChivasTV, que ha dado un giro de proactividad, muy rural, muy bucólico, pero atrevido, y que puede ser un poderosísimo instrumento en buenas manos.
Ambos, Baños y Peláez, dan un dedazo de atole a sus aficiones. Ya se sabe, entre la oportunidad y el oportunismo sólo media el cinismo.
1.- BAÑOS DE SABIDURÍA…
El director deportivo del América puntualiza que América va a ser campeón, y se atribuye el éxito de Fernando Ortiz, al establecer, de manera implícita, que sabía que sería capaz de convertir al #Vocholari del Indiecito en el #TanoTesla de este torneo. Mire usted, un genio, un visionario.
Baños, por otro lado, tiró una joya en la charla con ESPN. “No me gusta ver partidos en vivo”, refiere, y explica que prefiere ver sólo condensados, o resúmenes, en su oficina, y en sus ratos libres.
¿De verdad un director deportivo, ex jugador, ex auxiliar técnico, puede renunciar al placer –y la obligación-- de presenciar un partido en directo y sólo quedarse con las ediciones? Me imagino a Baños, el 28 de mayo, haciendo tru-trú, bordando o en otras manualidades, mientras Líverpool y Real Madrid se despellejan en la Final de la Champions. Ahora se entiende el tipo de contrataciones que ha hecho. Tal vez revisó el perfil de esos jugadores a través del FIFA, mientras acudía a la academia de corte y confección.
2.- DEL PELAGATOS A PELÁEZ
En tanto, en la transmisión desde el recinto sagrado de la Sala de Trofeos de Chivas, Ricardo Peláez, hace la misma promesa: “Con Alexis (Vega), vamos por la 13”. Esa, la 13, la cabalística, es la referencia dolorosa de que el América está un paso adelante.
Lamentablemente, desde octubre de 2019, cuando fue presentado Peláez, ha habido más juramentaciones y jaculatorias, que promesas cumplidas. “Ya no vamos a hablar de porcentajes, ni de descenso, ni a dar excusas, a partir de ahora vamos a hablar de títulos”. La promesa, se transfiguró en maldición. Pitoniso de su propio holocausto.
Tristemente para Peláez, el tipo al que denostó e inmortalizó como el #Pelagatos2.0, José Luis Higuera, terminó haciendo caravana con sombrero ajeno, y pudo cobijarse a la sombra de los cinco trofeos que levantó Matías Almeyda. Ya se sabe que Higuera, para Amaury Vergara, el dueño de Chivas, lleva en el apellido su correlación bíblica con Judas Iscariote.
Como sea, hoy, ambos, Baños y Peláez, han pasado a ser, de padres del infortunio a hijos de la fortuna. Infortunio propio y fortuna ajena.
Sería una obviedad señalar que la unción de sus entrenadores, fue una decisión bajo contingencia. Ninguno, nadie, habría imaginado que cuando Baños y Peláez les entregaron la cachucha, el silbato y la cruz, a Ortiz y a Cadena, respectivamente, la desesperación habría abierto la muerto del milagro inesperado. Los Interinos del éxito constante.
Como sea, hoy, América y Chivas gozan de salud competitiva, de cara a la Liguilla el primero, y de frente al Repechaje, el segundo. En ese afán extraño y momentáneo de vincular el éxito a los automotores, el #TanoTesla amarillo y el #Cadellac rojiblanco, le agregarán color al desenlace de este Clausura 2022. Y eso, hay que agradecérselos a estos padres del infortunio propio e hijos de la fortuna ajena.
¿Pueden cumplir la promesa ambos? La transformación de ambos equipos es fascinante por el beneficio del futbol mismo. Una Liguilla en la que comparezcan, y no sólo aparezcan, Chivas y América, tiene una seducción y morbosidad especial.
El Rebaño y El Nido se han convertido en los animadores intempestivos del torneo, además, claro, de un Pachuca que hoy hace el mejor futbol dentro de la Liga Mx, y que confirma que hasta un reloj descompuesto, puede dar la hora exacta dos veces al día. Sí, el chiripazo de Jesús Martínez, quien se vio poco memo al llevar a Memo Almada a la dirección técnica.
Ricardo Cadena hace un trabajo serio. Apeló al sentido común, sin caer en ilusionismos demenciales del Confucio menotista de pacotilla que le antecedió. El predicador de lo absurdo se ha ido, y llegó el obrero honesto de la cancha. Marcelo Michel Leaño, en sus andanzas febriles, construía alebrijes, y Cadena construye un equipo. Claro, aún debe vencer a Pumas este domingo.
Los jugadores están involucrados. Por primera vez, pasaron de ser unos cínicos parias a ser futbolistas profesionales. Y deleitan y se deleitan, que es, al final, el principio básico de su oficio, “el juego, por el juego mismo”. Tan simple como la compleja Teoría del Juego del “homo economicus”.
En tanto, Baños confiesa a ESPN que Santiago Solari vivió en la untuosidad soberbia de una alcurnia espuria y falsa. Su trato con el jugador rayaba –aparentemente--, en lo despectivo. El Tano se inmiscuyó primero con el ser humano, y después con el jugador. Ciertamente, Ortiz entendió que tenía poco que enseñarles de futbol, pero sí mucho de comportamiento como equipo. Y ahí está, como sólido aspirante al título, más incluso que el mismo Pachuca esplendoroso.
Hoy se ve a la mejor versión de Diego Valdés casi como en el clímax de su paso por Santos. Ha recuperado a Pedro Aquino, ha mantenido a Álvaro Fidalgo y ha rescatado a Richard Sánchez. Además, le agregó chapopote táctico a una defensa fragilizada. Le sigue faltando un goleador, pero en su segunda línea de ataque, encontrará a los definidores.
Aunque Peláez y Baños tienen más bocas de agoreros que de profetas, y de ellas salen más desventuras que bendiciones, pero ambos se atrevieron a una apuesta épica: ser campeones. Si las carambolas fatalistas de la Liguilla lo favorecen, podría darse incluso una Final entre ellos, que, de momento, parece poco probable.
Así pues, las decisiones accidentales de Baños y Peláez, los padres del infortunio e hijos de la fortuna, han puesto en escena, “sin querer queriendo”, a América y Chivas en el protagonismo mediático que corresponde. Ya, el resto, será puramente cancha.
P.D. Gibrán Araige de TUDN, reveló que Baños va a reclutar a Diego Lainez para el América. Oportuna decisión. Tigres estaba a punto de convencer al jugador suplente del Betis. A Lainez le urge jugar y que lo vea Gerardo Martino para poder ir a Qatar 2022. El Pacto de Caballeros, que no ha existido, no existe y no existirá, bloqueó su llegada a Zuazua, y estaría arribando a Coapa. Afortunada gestión de Baños, aunque, cierto, de rebote, no por iniciativa, pero ¿habrá visto en directo algún juego de Lainez con Betis, o lo hizo en un resumen de YouTube, en su oficina y en sus ratos libres?