Debo confesar que hay una sola cosa que yo no tomo en cuenta a la hora de pronosticar la campaña de un jugador de Grandes Ligas: sus números de entrenamientos primaverales.
Para empezar no considero sea una muestra representativa y suficiente para dar por hecho una buena o mala temporada porque sencillamente la competencia es inconsistente, así como el tiempo de juego, entre otros factores.
Es más, los managers de cada equipo no arman sus rosters fijándose ciegamente en los numeritos de los entrenamientos, más bien escuchan lo que los scouts tienen para decir acerca del desempeño visto en un jugador.
Sabiendo esto es que podemos entender por qué alguien hace o no el equipo grande. Por qué un lanzador se gana o no un puesto de la rotación.
El pasado sábado en entrevista para ESPN Deportes Radio, Freddy García nos lo explicó muy bien diciendo: "Cuándo tú has visto que vendan una barajita en Spring Training? Nunca, porque no hay números que valgan. No te pagan por los números, te pagan para prepararte. Para eso es ese tiempo porque los números no enseñan nada. Conozco a muchos que batean para .600 o que te lanzan 20 entradas sin permitir carreras pero cuando empieza la temporada no hacen ni la mitad de esas cifras".
Mejor no lo podía explicar el Torpedo de Venezuela, o el receptor suplente de los Yankees de Nueva York, Gustavo Molina: "El Spring Training es una caja de sorpresas. Una cosa es lo que el papel dice y otra es lo que realmente puedes hacer. Independientemente que hagas o no el equipo, en ese tiempo de entrenamientos hay que fajarse para dejar una buena impresión".
Es que si esto no fuera así, ni Freddy García se hubiera ganado el 5to puesto en la rotación de los Yankees, ni tampoco Gustavo Molina se hubiera quedado en el roster bombardero. En el caso del primero bien sabemos que los números de Bartolo Colón fueron muy superiores a los del venezolano y, con respecto a Molina, cuando se supo la baja de Francisco Cervelli por 3 semanas, todo apuntaba a que serían los dos prospectos de esa organización, Jesús Montero o Austin Romine, los que emergerían como el Plan B.
No hay duda de que Joe Girardi se fue por las opciones más lógicas y menos riesgosas.
García, quien debutará este miércoles en Yankee Stadium ante los Mellizos, viene de demostrar en 2010 que puede retirar bateadores de Liga Americana, por algo lanzó 157 entradas, abrió 18 juegos y ganó 12 con los Medias Blancas.
Al menos en teoría y tras lucir mejor que hace 1 año, García parece estar más listo que un Colón que lleva año y medio sin abrir un juego en Grandes Ligas.
Este es el razonamiento que hace el propio García: "Lancé todo el año en 2010 y eso me dio la ventaja para quedarme en la rotación. Los números y mi consistencia fueron mi ventaja ante Colón que tenía año y medio sin lanzar. En la primavera trabajé fuerte, hice mis cosas, no podía preocuparme por lo que hacían los otros. Hay muchos escuchas que me vieron y se dieron cuenta que no soy ni la sombra de lo que fui en el spring training del año pasado".
El escenario ideal sería que tanto Bartolo Colón como Freddy García lo hagan bien en sus respectivos roles y demostrar que todavía tienen gasolina en sus brazos. Son dos historias maravillosas, dos seres humanos a los que el béisbol les regala otra oportunidad.
En cuanto a García pues le ha tocado muy difícil en los últimos años, pero esta vez fue diferente y se le hace imposible ocultar su emoción: "Las lesiones me han trancado en mi carrera, pero si tengo salud como sea picho. Es un orgullo ponerse el uniforme de los Yankees, todo acá es primera clase, hay muchas expectativas, los fanáticos no se pierden el juego y en Venezuela hay muchos fans de este equipo".
Si Freddy García gana su salida del miércoles se ubicará en solitario como el lanzador venezolano con más victorias en Grandes Ligas, sitial de honor que hoy comparte con su compatriota Johan Santana con 133 triunfos.
Con respecto al hecho de que Gustavo Molina quedó en el roster de Nueva York, el razonamiento de Girardi debe haber tenido que ver con una reflexión que respondió a quién está listo y tiene la madurez necesaria para afrontar dicho rol, quién realmente puede lidiar con la prensa o con la presión de jugar ante una hostil fanaticada.
Molina tiene algo de experiencia en estos niveles y es una pared defensiva, sabe llamar muy bien el juego y es el ideal para ser el backup de Martin ante la ausencia temporal de Cervelli. Montero y Romine son muy jóvenes y considero que cuando les llegue su momento cualquiera de los dos estarían más para un rol titular.
Un expectante Molina dice lo siguiente a la espera de su debut: "Mi misión es estar listo todos los días, ver los juegos desde el 1er inning al 9no, es el rol que me toca, ser el suplente de Russell Martin y estar listo para cuando me necesite el manager".
Cuando Molina debute se convertirá en el único venezolano en la historia en haber jugado un partido oficial de temporada regular para los Medias Rojas y para los Yankees, pequeño detalle que nos encargamos de hacérselo saber en la entrevista que usted puede escuchar en ESPNdeportes.com.
"No sabía eso, es grato formar parte de la historia", dijo un Molina que espera ansioso resolver el problema de pasaporte venezolano de su esposa, para poder traer a su familia a visitar por primera vez un estadio de béisbol de Grandes Ligas.