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Camila Giorgi: "Me gustaría representar a Argentina"

La tenista ítalo-argentina se prepara en Londres para debutar en un Main Draw de Grand Slam Getty Images

Llueve en Londres, pero los Giorgi se preparan para salir. Tienen una cita. Aparentemente, de negocios. "Llamaron hace un rato, que nos esperan en el lobby", dice Sergio, coach y padre de Camila, la tenista ítalo-argentina que se prepara para debutar en un Main Draw de Grand Slam. Lo hará a partir del lunes, en el césped de Wimbledon. Y para ellos, Sergio y Camila, significará el final feliz de un camino. Y el auspicioso comienzo de otro.

La historia de los Giorgi fue publicada en ESPNDeportes.com el pasado noviembre. Sergio, ex combatiente de Malvinas, trasladó su vida a Italia en los '80 y construyó un futuro para su familia. También se convirtió en el coach de su hija Camila, italiana de nacimiento, de 19 años y hoy 172 del ranking mundial.

¿Lo especial de su caso? Papá Giorgi se negó a "entregar" el talento de su hija a los tentáculos de los dueños del negocio del tenis: las agencias de representación. Les dijo NO a todos. "Voy contra la corriente. No quiero prostituir a mi hija", contó Sergio hace unos meses.

Hoy, en Londres, los tiburones del circuito vuelven a rondar el hotel de los Giorgi. Y es lógico: en este 2011 Camila ha dado un salto. Ganó su primer ITF Women's Circuit de 50 mil dólares (Carson), llegó a otra final (Raleigh) y trepó 152 puestos en menos de media temporada. En la Qualy de Wimbledon también causó impacto, ya que levantó un 6-2 4-0 (y 5-2) en contra en la 2da ronda de clasificación, antes de terminar venciendo a la austriaca Yvonne Meusburger (130ª) por 2-6, 7-5 y 6-3 en un partido apasionante.

"Benissimo", dice Camila que le está yendo en esta experiencia en el All England. Su italiano es veloz y un poco cerrado. Pero es la lengua en la que se siente cómoda. Su lengua. "En estos últimos meses trabajamos mucho con mi padre, y por eso los resultados. Cuando estuve 4-0 abajo (contra Meusburger), empecé a jugar más suelta. Y ahora estoy jugando muy bien".

"Sono pronta", dice Camila, que ya está lista para el inicio de un nuevo camino en el WTA Tour: el de jugar todas las semanas contra las jugadoras top. Más allá de lo que ocurra en este Wimbledon 2011, el enfoque de los Giorgi está puesto en meterse entre las 100 mejores del mundo a fin de año. "Siento que estoy cerca", dice Camila. "Yo le dije que quiero más que esto. La imagino en el Abierto de Australia pudiendo jugar mano a mano contra las top", arriesga Sergio.

Wimbledon es también otra oportunidad para los Giorgi de encontrar aquello que les es esquivo: apoyo económico para la carrera de Camila. Pero bajo las reglas inquebrantables de Sergio, un firme enemigo de "la mafia" del tenis. "Hace un mes recibí un mail de la Federación Italiana diciendo que estaban interesados en ayudarla", cuenta Giorgi padre. "Yo los llamé, y me dijeron que nos querían apoyar. Se hablaba de un dinero, pero hasta ahora nada. También me llamó gente que dice que IMG está detrás de Camila, y que Nike quiere firmarnos un contrato. Pero nada. Anoche fuimos a la fiesta del torneo y el manager de Sharapova se acercó para hablarme. ¿Qué fue lo primero que me preguntó? Si yo seguía siendo su coach. No quieren tratar conmigo. No les gusta. Eso es lo problemático".

Pero Sergio Giorgi no cambiará de parecer. Tiene claro cuál es el camino que padre e hija deben recorrer en el circuito. Y no claudica. "Wimbledon va a ser un impacto positivo. En Italia hablan mucho de ella. La vinieron a ver. Pero ya estoy acostumbrado a que la gente prometa, pero luego exija hacer las cosas como dicen ellos. Entonces yo no firmo y empiezan los problemas. Estos grandes agentes te vienen a encarar de forma prepotente. Tengo a la Sharapova, me dicen. Y yo les digo: fantástico, poné algo en la mesa. Te dicen: te doy esto, pero te saco esto otro. Y yo digo: ponelo en un papel y vemos. Pero nunca pasa eso".

Sin embargo, a pesar de seguir combatiendo su guerra contra el Establishment de la Raqueta, Sergio y Camila han encontrado paz dentro de la cancha. Luego de la mudanza de Europa a Miami a fines del año pasado, han establecido su base de entrenamiento en Key Biscayne, lejos de academias, agentes y presiones. Los resultados, coinciden ambos, comienzan a verse.

"Por como Cami juega, veo como algo natural que haya pasado la qualy de Wimbledon", dice Sergio. "Ahora en los partidos quiero ver su parte mental. Por juego, por golpes, puede enfrentar a una top-10. Pero la diferencia la hace la mente. Esto no lo digo como padre: verla jugar es lindo. Es espectacular".

En Londres, con un lugar en el cuadro principal asegurado, Sergio y Camila esperan por la rival de 1ra ronda. ¿Prefieren una jugadora de perfil bajo en cancha secundaria, o una top en cancha principal? "Cualquiera de las dos opciones me viene bien", dice Camila. "Me gustaría que pasara tranquila la 1ra ronda, y luego sí jugar el 2do partido en la Central", acota Sergio.

Por supuesto, Camila lo hará representando a Italia, su país de nacimiento. Y eso nunca cambiará. ¿O sí?

-¿Sentís que sos italiana 100 por ciento, o te gustaría representar a Argentina?
-Sì, certo che mi piacerebbe.

Sí, seguro que me gustaría, dice Camila. Y abre la puerta para que su historia tenga otro capítulo apasionante. De esos que han marcado desde hace casi 20 años la vida de los Giorgi.