MEDELLÍN -- No comencé el viaje con el pie derecho. Arribé 10 horas después de lo previsto, mi maleta se extravió en el trayecto y no pude llegar a la conferencia de prensa de inauguración ni a la fiesta de bienvenida.
Pero ya estoy aquí, en Medellín, para vivir una nueva etapa del Latin American Poker Tour. No tendré maleta pero tengo ropa nueva y siempre me sienta mejor trabajar en una ciudad desconocida que en la misma oficina de todos los días.
Sentado en el Casino Allegre, en un pequeño salón a las espaldas del cuarto principal, escucho el sonido de las fichas rugiendo en el Campeonato Nacional de Colombia.
Es la primera vez que un tour de PokerStars aterriza en tierras cafeteras y es notable la pasión que está despertando el poker en estos pagos. Cada vez más colombianos dejan ver sus talentos en el LAPT y eso se nota en la carrera a Jugador del Año, dominado por dos locales, Pablo González y Daniel Ospina.
Es importante también la presencia venezolana, con un contingente dispuesto a dejar su marca en el torneo. Entre las caras conocidas apareció el capitán del equipo de Venezuela en la Copa América, Jesús Bertoli.
De Argentina vinieron los principales referentes, incluido Leandro "Peluca" Csome, metido en la pelea por ser el Jugador del Año. Del lado chileno no falta el campeón del LAPT Brasil, Alex Manzano y no podemos olvidar a Alex Komaromi, campeón del LAPT Punta del Este, quien encabeza la armada uruguaya.
Entre los que jugarán mañana están el argentino Leo Fernández y el brasileño Andre Akkari. Curiosamente, hay poca presencia de Brasil en el certamen. Apenas cinco jugadores son de la partida y no se esperan muchos más el viernes. La cercanía con el BPT jugó en este caso en contra.
Así y todo 330 jugadores dijeron presente en el Día 1A y ya se confirmó que al menos otros 330 jugarán en el Día 1B, por lo que tendremos la etapa más grande en la historia del circuito. Realmente han sido un acierto estas etapas económicas, que tanto en Chile como ahora en Colombia han movido una increíble cantidad de jugadores.
Como todas las jornadas iniciales, hay mucha efervescencia por el lado de los participantes y sus seguidores. Amigos, familiares y curiosos invaden las sogas tratando de captar al menos alguna de las tantas jugadas que tienen lugar en los 10 niveles de 60 minutos del día. Entre los jugadores están los que hacen su primera experiencia y tienen la cara seria, concentrada, y también los de siempre, los habitués, quienes juegan más relajados, con una sonrisa, tratando de aprovechar su experiencia.
En pocos días más descubriremos quizás una nueva historia de éxito y gloria, el cuento de algún afortunado que logra su primer premio grande en Colombia. O relanzaremos a la fama a una de las figuras.
Hay todavía muchas cosas por descubrir y en Medellín el LAPT recién comienza.