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El oscuro destino de los equipos B

Eric Hosmer está apenas comenzando su carrera, y los Reales ya están pensando que harán con él. Peter G. Aiken/US Presswire

Los rumores estaban presents desde antes de concluir las negociaciones colectivas para el nuevo convenio, y ahora retumban con más fuerza cada vez que un jugador firma un contrato enorme. Prince Fielder no siquiera había sido presentado por los Tigres de Detroit con su nuevo contrato de nueve años y $214 millones, y algunos ejecutivos rivales con presupuestos pequeños se estaban lamentando en privado por lo que consideran que es una posición insostenible para sus equipos.

"No creo que el nuevo convenio colectivo ayude lo suficiente a los equipos de mercado pequeño," dijo un gerente. "Pienso que realmente nos va a lastimar, porque no atiende los problemas que están sucediendo."

Y lo que está sucediendo, a los ojos de muchos ejecutivos de equipos, es que los grandes contratos de televisión que ya están en funciones o que se vislumbran en el horizonte para equipos como los Vigilantes de Texas, Angelinos de Los Angeles, Dodgers de Los Angeles y Marineros de Seattle están ayudando a crear dos clases distintas de equipos.

Se podrían llamar los equipos A y los equipos B.

El acuerdo de Albert Pujols con los Angelinos, valorado en $246 millones, vino apenas varias semanas después que los Angelinos negociaran su nuevo contrato de television, y los Vigilantes comprometeron más dinero a money con Yu Darvish -- $112 millones – que lo que jamás habían gastado en un lanzador derecho. Temprano en esta temporada baja, los Dodgers habían acordado con Matt Kemp el contrato más grande de la historia para un jardinero, $160 millones por ocho años. El contrato de Fielder sale del bolsillo del dueño Mike Ilitch, pero el acuerdo, al igual que los otros, tiene un efecto directo en el mercado y en la capacidad de los equipos B de retener sus mejores jugadores jóvenes.

En algunas instancias raras, las estrellas que vienen subiendo acuerdan contratos a largo plazo que los ata con sus equipos originales para el futuro cercano. Esto es lo que han hecho jugadores como Ryan Braun, Troy Tulowitzki y Evan Longoria.

Pero Fielder se alejó de los Cerveceros de Milwaukee para conseguir un acuerdo que le garantizará más del doble de lo que Milwaukee le ofreció en la primavera del 2010. Joey Votto está firmado hasta el 2013, y a la luz de los contratos conseguidos por Pujols y Fielder, está en camino para conseguir un acuerdo entre $200 y $300 millones – con un salario que podría requerir una tercera parte de la nómina actual de los Rojos de Cincinnati. Cincinnati le podría dar a Votto $25 millones por año, pero su salario podría limitar los esfuerzos de los Rojos de agregar otras piezas a su novena; esto fue exactamente lo mismo que sucedió con Alex Rodríguez y los Vigilantes luego que este firmara su contrato de $252 millones.

Y tengan en mente que los precios para esas otras piezas, desde jardineros sustitutos a cuartos abridores y preparadores, siguen subiendo.

Cuando los conceptos de arbitraje y la agencia libre se negociaron por primera vez, los equipos podían esperar que los jugadores se quedaran con ellos al menos por seis temporadas completas, si así lo querían. Pero a medida que los salarios han aumentado para los jugadores en su cuarto, quinto y sexto año de servicio – siendo Tim Lincecum el ejemplo más reciente, con su contrato de dos años y $40.5 millones antes de llegar a la agencia libre – su valor de cambio ha bajado, y los equipos de mercado mediano y pequeño están siendo forzados a considerar cambiar sus mejores jugadores más y más temprano en sus carreras.

Consideren el progreso de como los Atléticos de Oakland han cambiado a sus lanzadores abridores en la última década. En el invierno 2004-05, Oakland cambió a Tim Hudson en el invierno final antes de ser elegible a la agencia libre – con poco más de cinco años de tiempo de servicio. En el invierno 2007-08, los Atléticos cambiaron a Dan Haren con poco más de cuatro años de servicio para maximizar su recompensa.

Y en este invierno, Oakland cambió a Trevor Cahill y Gio González antes de llegar a sus años de arbitraje; de hecho, Cahill, ya acordó un contrato a largo plazo.

Año tras año, el valor de cambio de Fielder sigue bajando mientras su salario ha ido aumentando, y los Cerveceros decidieron quedarse con él lo más que pudieron, extendiendo su nómina más allá de su nivel real de comodidad en el 2010 y 2011 mientras conseguían el banderín de la División Central de la Liga Nacional -- pero Fielder ya se fue y los Cerveceros están de vuelta donde comenzaron.

Los Piratas de Pittsburgh no han podido firmar de vuelta a Andrew McCutchen, quien es elegible para la agencia libre luego de la temporada 2016, y si Pittsburgh no puede conseguir al jugador más importante de la franquicia, será inevitable que comiencen a sopesar ofertas por él.

Eric Hosmer no tiene ni un año en su carrera y dentro de pronto – probablemente en dos años -- los Reales de Kansas City tendrán que tomar la muy difícil decision de cambiarlo por algo similar o quedarse con él para tratar de ganar antes de que sea elegible para la agencia libre luego de la temporada 2017. Hosmer es cliente de Scott Boras, quien suele llevarse sus mejores jugadores jóvenes a la agencia libre (Carlos González es una excepción notable).

Desde hace una década, la brecha entre los ricos y los pobres se ha ampliado a tal punto que los que no tienen tienen que comprometer una parte considerable de sus nóminas para quedarse con sus mejores jugadores jóvenes. "Esto ha llegado al punto donde es casi imposible tener un muy buen jugador con una nómina por debajo de los $80-$100 millones," dijo un ejecutivo de la Liga Americana.

Ya hay inconformidad entre los equipos B, descontentos por las cifras de crecimiento en los próximos cinco años antes de que expire el actual convenio colectivo.

John Fay analiza las posibilidades de que los Rojos se queden con Votto.

• Hay mucha gente que duda que Miguel Cabrera pueda moverse de manera exitosa a la tercera base, según escribe John Lowe.

Pienso que esta situación le da la oportunidad al manager de los Tigres Jim Leyland de decirle a Cabrera de que sus oportunidades de jugar en el terreno se verán impactadas por su condición física. Leyland, quien es directo y honesto con sus jugadores, le puede decir a Cabrera: Mira, si quieres jugar en tercera base, tienes que darte a ti mismo la mejor oportunidad para ello, y eso significa perder peso – quizás una 40 libras. Ahora mismo no te puedes mover bien para jugar en tercera, pero si rebajas, lo puedes lograr.