SANTO DOMINGO -- Si algo que aprendí en estos días en la tierra del "bla' beri" es que en la pelota caribeña de hoy, el cobre se está batiendo en Twitter.
Desde que comenzó la fiebre de las redes sociales, me nació cierto nivel de apatía y hasta resentimiento a las personas que sienten una necesidad apremiante de enviar sus más íntimos comentarios al mundo cibernético. Accedí a hacer una página de Facebook, pero fuera de eso... asumí la testarudez de un viejo de 70 años que no quiere tomarse la medicina.
Ahora, en el palco de prensa del Estadio Quisqueya sentado entre Enrique Rojas y Dionisio Soldevila, los co-anclas de "Grandes en los Deportes" y compañeros de labores en ESPNdeportes.com, mi concentración redactando se perdía entre los "bla' beris" sonando y vibrando entre twiteo y twiteo.
"Que si mira lo que puso el Rey de la Radio... JA JA JA JA!!!"
"¿Qué le pasa a Grasso?"
"Mira lo que puso Ruiz Pantín, que le hackearon la cuenta a Grasso".
Perdido en el espacio, sin mi "bla' beri" --porque compré un celular desechable para ahorrar unos "cheles"-- y con mi apatía al Twitter, mi testarudez está disminuyendo. Me estoy perdiendo lo que está pasando y los tigres en el "gallinero del 7mo Cielo" claramente tienen una ventaja de informática sobre mí.
¿A eso a llegado el mundo de las comunicaciones de hoy? ¿A resumir lo que está pasando en 140 caracteres o menos? Aparentemente sí.
Con lo que está ocurriendo a mi lado, quizás llegó el momento de repensar mi postura sobre Twitter. Así que después de una empanadillita en "El Dugout" de la Tiradentes, decidí dar el brinco. Vamos a ver cómo me va.