<
>

Phil Mickelson frotó la lámpara

Phil Mickelson, el domingo en Pebble Beach, jugó una de las mejores rondas de golf de su carrera. ¡Gracias Tiger!

"Me encanta jugar con él, me inspira a jugar mi mejor golf", dijo Mickelson tras el triunfo. "Me enfocó más, sé que su nivel es superior al del resto de nosotros cuando está jugando bien y eso me fuerza a concentrarme más intensamente y a ejecutar con mayor precisión".

[+] AgrandarPhil MickelsonJason O. Watson/US Presswire

Phil Mickelson completó la ronda del domingo sin bogeys y superó por 11 golpes a Tiger Woods.

Intensidad, calma y precisión fue exactamente lo que Mickelson mostró en la ronda final del AT&T National Pro-Am. Y lo más importante, un putter que funcionó en los momentos más críticos de la ronda, manteniendo el momentum y la intensidad de su juego. Al finalizar, su tarjeta incluía seis birdies, un águila, 64 golpes y la victoria por dos.

Lo de Tiger, en cambio, fue totalmente opuesto.

"Fue frustrante", dijo Woods. "La idea era arrancar con dos o tres birdies en los primeros seis-siete hoyos, como hizo Phil, pero no lo pude hacer. Después pensé que todavía tenía una oportunidad en la mitad de la ronda, en cambio se me fue de las manos. No pude, durante todo el día, estar cómodo con el putter y eso me costó hacer 75, y la posibilidad de ganar".

Para Mickelson, la victoria en el AT&T Pro-Am es la Nº 40 de su carrera y la cuarta en Pebble Beach, pero más allá de los números, lo más importante para Phil es lo que esta actuación le deja para el futuro.

"Es una sensación increíble", dijo el zurdo. "Luego de las primeras semanas en el Tour, cuando hice unos scores horribles, empecé a cuestionar los cambios que estaba tratando de hacer. El haber podido jugar los 18 hoyos que jugué hoy significa muchísimo para mí".

Evidencia del significado de este día fue el largo abrazo con su caddie "Bones" y con su esposa Amy al finalizar, las dos personas más cercanas a Phil, que viven junto a él todas las frustraciones y alegrías que da este juego.

Sí, así de frágil es la confianza. El día, o la semana que el jugador la tiene, toca el cielo con las manos. Pero cuando esa confianza se pierde, los hace penar. Sino pregúntenle a Tiger Woods.

Tiger y Phil. Los dos salieron el domingo en busca de magia. Solo uno la encontró.