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Mónica Puig: futuro perfecto

El nivel de juego de Mónica Puig sigue a la alza Servicios de ESPNdeportes.com

MÉXICO -- Lunes. 7:30am en la Ciudad de Monterrey. El lobby del hotel NH, alojamiento oficial del Whirpool Abierto Monterrey, está desierto. Con una excepción: en la puerta, el Team Puig espera firme el transporte que los llevará al Club Sierra Madre. Mónica Puig, puertorriqueña, 18 años, 190 del mundo. Su madre Astrid, la "organizadora" del equipo. Y el coach Alain De Vos, el arquitecto del tenis de la boricua. Serán los primeros en llegar a la sede del torneo. Y esa perfecta organización, que llevan día a día, paso a paso, pagará sus frutos.

Este lunes, Puig logró su segunda clasificación a un cuadro principal de WTA Tour. La boricua derrotó a la suiza Amra Sadikovic por 7-6 y 6-2, cerrando así tres partidos de qualy in perder un set.

Ex finalista junior del Australian Open y Roland Garros 2011, Mónica dio así un paso importante en su primera temporada a full como profesional: ya comienza a "pertenecer" al grupo. Y su crecimiento tenístico continúa por el camino planeado.

"Tiene un gran valor haber logrado esta clasificación a principios de año y no a mitad", dice Puig, residente de Miami, ganadora del oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2010, y medalla de plata en los Juegos Panamericanos 2011. "Mis objetivos son encontrar definitivamente mi juego y mojarme un poco los pies en esta temporada, que va a ser la primera completa en WTA".

Pero detrás del crecimiento tenístico de Puig está el engranaje de familia y coach para que todo vaya ocurriendo según lo planeado. Astrid es ex tenista y representó a Puerto Rico. Sabe lo que se necesita para llegar lejos en el deporte. Y se encarga no solo de acompañar a su hija en cada competencia, sino también de mantenerla centrada, enfocada y con los pies sobre la tierra. "Ella es muy dulce, muy sociable", le contó la madre de Mónica a ESPNDeportes.com el año pasado, cuando el team llegó a San Luis Potosí para competir en un Future de 10 mil dólares. "Hay que ayudarla a que sea más enfocada, más disciplinada. Como padres debimos cambiar. Darle responsabilidades. En el tenis no tienes ayuda, no puedes depender de mamá o papá".

El otro engranaje es De Vos, ex colaborador de Carlos Rodríguez (histórico coach argentino de Justine Henin) en la academia Sixth Sense. Alain es belga pero habla perfectamente el castellano, y entrena a Mónica desde los 14 años. Ha guiado su crecimiento tenístico. Ahora ve cómo su jugadora comienza a tener la consistencia que él busca para poder enfrentar, durante días consecutivos, a rivales de WTA. "Ella podrá obtener su sueño, siempre y cuando el trabajo a realizar se vaya cumpliendo", explica De Vos. "Si se dedica al 100% y pone el alma en lo que hace, su sueño es posible".

Y el sueño de Puig es ser número uno como el jugador que admira, Novak Djokovic. Para lograrlo, sabe que tiene que respirar tenis a cada instante. "Ahora estoy más madura que hace un año. Sé lo que quiero. Y estoy entregada a este deporte. Antes yo hablaba de cualquier cosa. Ahora estoy conversando más de tenis, estudiando más el juego, uniéndome a mi entrenador. Yo quiero esto más que nada en este mundo".

Mientras el Comité Olímpico de Puerto Rico gestiona un wild card para Londres 2012 (las medallas en Santo Domingo y Guadalajara son sus cartas de presentación), Mónica sigue con el proceso de inserción al WTA Tour. "Es muy especial la situación de comenzar a jugar contra estas tenistas. Yo soy la nueva, y otras jugadoras están a veces un poco inquietas o muy confiadas al enfrentarme. Lo que hice en los Panamericanos fue valioso para enseñarme que puedo competir con una 40 del mundo, y ganarle también. Cada partido es una batalla. Pero si sigo jugando como lo estoy haciendo ahora, y si sigo enfocada, el cielo es el límite y puedo hacer lo que quiera. Tengo que creer en mí".

Quien siempre creyó en Mónica fue el otro integrante del team: Ken Meyerson, agente de la compañía de representación Lagardere. La firma de origen francés trabaja con Victoria Azarenka, Caroline Wozniacki y Andy Roddick, entre otros. Y firmó a Mónica en 2010. Meyerson impulsó a la agencia a contar con Puig y fue sólido respaldo hasta su fallecimiento, en octubre pasado, a los 47 años.

"Lo de Ken fue un poco difícil", dice hoy Mónica. "Me emociono un poco hablando de él, porque desde el principio él me decía que yo era su rock star. Cuando me dieron la noticia de que había fallecido, me dije: él está allí arriba, apoyándome y diciéndome que lo puedo hacer. Con cada victoria, con cada breaking que yo tengo, le doy mucho crédito a él. Porque cuando me vio ahí abajo, dijo: esta niña tiene algo especial, y la voy a ayudar. Sé que ahora él me está ayudando".