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Un domingo inolvidable

El día final del Honda Classic en Palm Beach Gardens, Florida, fue un domingo para el recuerdo, un día que los espectadores no olvidarán así nomás.

Primero fue Lee Westwood quien los entretuvo. El inglés comenzó la ronda final temprano, con un score de uno bajo par y enseguida empezaron las ovaciones: Westwood bajó el 1, hizo águila en el 3 y sumó otro birdie en el 8 para sumar 31 de ida. De vuelta hizo birdies en el 13, 14 y 17 y completó los 18 hoyos con 63, terminando el campeonato 9 bajo par.

Detrás de él venía Tiger Woods. Tiger había comenzado el día con -2 y, al igual que Westwood, lejos del líder Rory McIlroy (-11).

"Para mí fue ver al Tiger de antes otra vez" dijo Ernie Els, compañero de Tiger en la ronda final "No falló un tiro ni hizo un mal swing".

Tiger había comenzado su día nueve golpes detrás de McIlroy, y aún con 31 de ida todavía estaba cinco golpes detrás. Luego de hacer birdie el 11 Tiger no pudo hacer un birdie más hasta que llegó al hoyo 17 y allí se produjo lo que tanto extrañamos de él, esa habilidad de pegar el tiro justo en el momento justo.

"Si termino birdie-birdie todavía tengo una posibilidad", declaró Tiger, que había pensado en el tee del par 3. Tiger no sólo hizo birdie el 17 embocando un putt de 5 metros sino que en el 18 pegó un hierro 5 derecho al hoyo, por encima del bunker y del lago, y cuando la pelota paró a 3 metros de la bandera todos volvimos a creer que la iba a embocar.

Y Tiger no defraudó, luego de terminar birdie-águila sumaba otro 31 de vuelta y completaba la ronda de 62, la mejor ronda final de su carrera, y se sentaba a esperar con 10 bajo par.

Ni bien terminó Tiger toda la atención pasó a Rory McIlroy. ¿Podría Rory afrontar la presión del final?

Y allí Rory demostró por qué no es un jugador más, y que las experiencias pasadas y sus conversaciones con Jack Nicklaus acerca de como se hace para ganar estaban grabadas en su mente y se aferraba a esos consejos para poder terminar.

"Mr. Nicklaus me dijo que él había ganado más torneos porque los otros los perdieron que porque él los ganó", contaba McIlroy, "que jugar con cabeza y no tratar de hacer maravillas en la ronda final era la fórmula para ganar".

Mientras Tiger embocaba en el 18 para águila, McIlroy embocaba para birdie en el 13 y para sacar dos de ventaja. En el 14 hizo approach y putt, y en el 15 y 17, los dos par 3, hizo approach y putt desde el bunker para terminar con 69 golpes y la victoria por dos.

"Fue difícil hoy", dijo McIlroy; "especialmente escuchando las ovaciones y viendo a Tiger atacar. Por suerte llevaba dos de ventaja al comenzar el día y los pude conservar".

Además del título, el tercero de McIlroy en el PGA Tour, con la victoria Rory pasa a ser el Número 1 del ranking mundial.

"Siempre fue mi sueño llegar a ser el mejor jugador del mundo", dijo McIlroy; "ojala pueda mantenerme al tope por un tiempo más".

Con sólo 22 años de edad y su talento, es muy probable que su deseo se haga realidad.