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Le llegó el turno a José Molina

Molina trae a los Rays un bate derecho con poder consistente. AP Photos

PORT CHARLOTTE, Florida -- Los Rays de Tampa Bay le están dado la oportunidad a José Molina de ser por primera vez el receptorr titular de un equipo de béisbol. Un momento que esperó por una docena de años, mientras vivía temporada a temporada sin poder sumar más de la mitad del total de partidos de una campaña como principal en la receptoría. No hay duda de que el mánager Joe Maddon, receptor en sus tiempos de jugador, es el verdadero artífice detrás de esta contratación que le costó $1.8 millones de a la organización, porque el manager de los Rays conoce muy bien a Molina ya que fue su coach de banca con los Los Angeles Angels y ahora le da el chance de hacer lo que mejor sabe hacer.

Sus manos, tan hábiles como mágicas a la hora de hacer lucir en strike cualquier lanzamiento, su movimiento de pies, temido y conocido por los más veloces corredores, su instinto para controlar el juego y su veteranía le han rendido frutos a Molina. Más vale tarde que nunca para un gran profesional que siempre llegó al día inaugural como suplente en la posición, listo para quechar la cantidad de partidos que el manager de turno quisiera, aún cuando él se preparaba para los 162 juegos. Después de Iván Rodríguez, Henry Blanco y su hermano menor Yadier Molina, José es el cuarto receptor entre los activos con más de 500 partidos que posee mejor porcentaje de retirados en intento de robo en las mayores. Dato que no debería pasar inadvertido cuando salte al terreno en esta temporada a cumplir una de sus máximas metas.

Tan importante como sus dos anillos de Serie Mundial o como el honor de haberle quechado a A.J. Burnett sus cinco salidas de postemporada en el 2009, es para Molina ser ahora el referente de la receptoría en Tampa. La misión pública de Maddon es que supere su máximo de juegos como titular, que son 81 partidos, pero si consigue 90 estará más que satisfecho. Sean las que sean, lo importante acá es que la presencia de Molina en el plato será crucial y tendrá un efecto incalculable en el cuerpo de lanzadores jóvenes en el roster de los Rays. Por algo firmaron al veterano de la Isla del Encanto.

Además si Molina puede al menos igualar su producción regular con el bate, será suficiente. La falta de ofensiva desde esta posición fue en 2011 un dolor de cabeza, así que si produce a sus niveles, no le restará nada al equipo. Recordemos que viene de batear para .280 con Toronto y en este Spring Training trabaja en mejorar su "timing", en ese tiempo justo en la acción de batear que le permita estar listo para cuando se escuche la voz del Play Ball. "Timing" es una expresión que si la traducimos al español pierde el encanto, es ese click, esa sensación de que no estás ni tarde ni temprano con el pitcheo, los jugadores dicen que cuando el timing está perfecto se llega confiado al home.

A sus 36 años Molina, cree que su ofensiva va en ascenso y todo ha sido gracias a la influencia de muchos de sus coaches, su tiempo en Toronto al lado de bates como el de Jose Bautista y los consejos de sus hermanos han sido ganancia para él, es el premio de la veteranía y de conformar una familia de ganadores. Mientras trabaja, disfruta de la presencia de Maddon en el banco, porque lo considera especial y diferente a otros managers de las Grandes Ligas, porque es un dirigente "pro jugador", que incita al pelotero a lucirse, sin necesariamente poner presión en sus hombros logra igualmente trabajar con sus mentes.

Molina sabe que si todo sale bien y la salud lo respalda no tendrá que pelear su puesto en el 2012, que su presencia y titularidad están garantizadas para al menos más de la mitad de los juegos, será a José Molina al que muchos mirarán, el líder de la defensiva, una especie de capitán. También de tutor, porque cuando a Molina le den descanso el chance pudiera estar en dos jóvenes venezolanos que pelean en este spring training por el mismo objetivo: Robinson Chirinos y Jose Lobaton, y con ellos esta historia continuará.