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Lamar se dio de baja

Lamar Odom abandonó de muy mala manera Matthew Emmons/US Presswire

NUEVA YORK -- Era cuestión de tiempo. Tarde o temprano, o Lamar Odom reaccionaría y elevaría su nivel a un facsímil razonable de lo que lo llevó a ser seleccionado Mejor reserva en la NBA en la temporada pasada, o los Dallas Mavericks cortarían por lo sano.

Odom ha vivido unos meses recientemente que quiere olvidar. En Julio de 2012, su primo de 24 años de edad, descrito por Lamar como su "persona favorita en el mundo" fue asesinado a balazos en New York. Dos días después, Odom era un pasajero en una camioneta que chocó contra una motocicleta en un accidente de tránsito. La moto salió disparada tras el choque e impactó al peatón Awsaf Alvi Islam, un joven de 15 años de edad, quien falleció al día siguiente como consecuencia del choque.

Odom se desmoronó. Dejó de comer, de acondicionarse físicamente. No tocó un balón. Dice Lamar: "Tuve que preguntarme: '¿Estoy dispuesto y capacitado a completar una temporada desgastante, donde me criticarán? ¿Seré capaz de sobreponerme mentalmente a los obstáculos que normalmente enfrento?'"

Consultó con los hermanos y hermanas de su primo: "¿Qué opinan? ¿Qué pensarían si me retirase? Todos le aconsejaron que regresase a su profesión. El 8 de diciembre, cae una bomba: los Lakers intentan traspasarlo a New Orleans a cambio de Chris Paul, pero el Comisionado David Stern rechaza el canje, como representante de los 'dueños' de los Hornets (el resto de la liga).

Odom y los Lakers difieren en cuanto a lo que aconteció en ese momento. El gerente general Mitch Kupchak dijo que Odom, por despecho, pidió un traspaso a otro equipo contendiente. Odom insiste que nunca exigió un traspaso. Tres días después, los Dallas Mavericks piensan que le han robado un baluarte a un rival del Oeste y envían una excepción de traspaso (capacidad bajo el tope) por Odom.

Como si toda la turbulencia emocional de la entre temporada y el traspaso fuera poco, en febrero, Odom recibe una dispensa de 10 días para atender a su padre enfermo. Ya se veía un desgano y una enajenación de parte del canastero, cada vez más y más clara. El 2 de marzo, el director técnico Rick Carlisle, tras enviar a Odom a recuperar su condición con la filial de Dallas de la liga de desarrollo, los Texas Legends, cambia de parecer y le pide que juegue con los Mavericks diezmados por lesiones con una advertencia: "se nos acaba la paciencia".

Daba pena verlo jugar. Odom rotaba defensivamente, pero siempre un poco tarde y sin un esfuerzo máximo. No disfrutaba lo que hacía, apenas sonreía. El 21 de marzo, ante los Lakers, anotó un punto, y suma un rebote y una asistencia y la afición de Dallas lo abuchea. "Es la primera vez que me abuchean en mi vida", destacó Odom tras el partido.

Dos días después, Dallas enfrentaba a San Antonio. Carlisle prefirió no usarlo. Por primera vez en sus 13 años en la NBA, Lamar Odom no juega un solo segundo de un partido para el cual estaba disponible.

El sábado 7 de abril, en el partido en Memphis ante los Grizzlies, el rendimiento de Odom y su lenguaje corporal provocó que el dueño Mark Cuban de los Mavericks le preguntase con gran frustración: "¿Estás con nosotros o no?", lo que Odom contestó "No juegues". Cuban respondió entonces: "Entonces quedas fuera."

La plática entre ambos fue airada durante el descanso y Odom llegó tarde al banquillo de los Mavs ya comenzado el tercer cuarto. Cuban había decidido que hasta aquí llegaban con Lamar.

"Intentamos colocarlo en posición de que triunfara. Ustedes fueron testigos, vieron lo que hicimos por él. No funcionó, no lo vi comprometido. Y ahí terminó. Puedes apreciar cuando un jugador no está enfocado y preparado a jugar. Este partido era importante para nuestro equipo y no estaba enchufado. Y si no brindas energía positiva, te conviertes en energía negativa", declaró Cuban.

Sólo podemos especular: ¿enfrenta Odom un período depresivo por todo que ha enfrentado en los últimos meses? ¿Le partió el corazón el que los Lakers lo hayan descartado? ¿Nunca se ajustó a su nuevo entorno? ¿Ha perdido el deseo de luchar, superarse y de triunfar?

Esa última interrogante es la que necesita Odom contestar, mientras más rápido, mejor. Los Mavericks no lo despidieron oficialmente, porque al retener sus derechos mantienen viva la opción de traspasarlo a otro equipo y recibir talento a cambio. Dallas también podría permitir que expire su contrato a fin de esta temporada sin recibir talento a cambio en un traspaso, para desalojar su salario de la nómina. Sencillamente lo colocan en la lista de desactivados, le pagan el resto (más de $700,000) de su salario y lo distancian del equipo.

Parece mentira pensar que los campeones defensores vean el deshacerse de un jugador con un historial tan polifacético como dejar atrás un lastre, una distracción. Lamar Odom se dio de baja y aunque muchos equipos interesen sus servicios la temporada entrante, sus directores técnicos y gerentes generales nunca confiarán del todo que este jugador recuperó su fuego competitivo.