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Se acabó la fiesta

Los fanáticos le aportan mucho color a la Eurocopa AP

DONETSK -- Con el pasado blog les conté el aspecto positivo del humor de esta Eurocopa. Claramente, el mérito es totalmente de la genialidad y de la pasión de los hinchas, que vivieron y viven esta competición como un carnaval.

Sin embargo, lamentablemente la fiesta ya prácticamente se acabó. Culpa del destino, puesto que se quedaron afuera los seleccionados con mayores seguidores: los dos anfitriones, Irlanda y Suecia. Pero sobre todo el demérito es de la organización, puesto que así como pasó para el Mundial 2010, la localidad determinó una complicación enorme para los hinchas. Especialmente por el lado de Ucrania.

Hay que considerar que el país de la ex Unión Soviética no hace parte del mercado común europeo, por lo que para entrar hay que pasar por el control de pasaportes y relativos, larguísimos controles y, además, para todos los que no tienen pasaporte europeo hace falta una visa específica para entrar aquí, además de la que hace falta para ingresar en el continente europeo.

Además, en esta nación no llegan los vuelos low-cost y la organización de aviones y trenes fue realmente insuficiente para un evento de semejante magnitud. Si a todo eso le agregamos los terribles precios de los hoteles (sobre todo aquí en Donetsk subieron a las estrellas, debido a la escasa cantidad), los transportes públicos ciudadanos (funcionan bien sólo en Kiev) y las enormes dificultades debidas a un idioma tan diferente a los occidentales, queda claro que llegar hasta aquí fue realmente complicado.

Todo eso se vio equilibrado por la pasión de los aficionados cuanto menos en la fase de grupos. Una fase en la que las localidades de los partidos y las fechas ya estaban decididas desde diciembre, por lo que todos pudieron ir prenotando y organizando sus viajes con largo anticipo.

Para la fase final, en cambio, en la cual un equipo podía no llegar o podía jugar en Polonia o en Ucrania, sin posibilidad de calcular nada de nada, todo se volvió casi imposible y, de esa manera, los hinchas se vieron prácticamente obligados a renunciar.

Claramente, las canchas están llenas de todas maneras. Pero el otro día, por ejemplo, en España-Francia, un 85% del público era neutral. Como decíamos algún día atrás, es muy lindo que todos participen, más allá de sus nacionalidades, y que sudamericanos u orientales puedan venir a hinchar por sus propios ídolos europeos. Sin embargo, ese aspecto debería ser un condimento a las grandes hinchadas y no la portada principal, en una cancha en la que se encuentran grandes dificultades para identificar a los hinchas de las selecciones que se enfrentan sobre el césped.

Yo pienso que no sea fácil elegir las sedes de eventos como éste y, al mismo tiempo, me doy cuenta de que todos los países tienen el derecho de organizarlo por lo menos una vez.
Sin embargo, creo que la organización de una Euro debería significar una motivación para mejorarse y tener así más chances de ser seleccionados como anfitriones. En cambio, a menudo los países presentan proyectos desde una actualidad absolutamente insuficiente, con la promesa de llegar preparados a tiempo.

Eso ya no lo entiendo y, si me permiten, no lo admito. Hay tantos países que quisieran organizar una Eurocopa y que están a la altura de esa responsabilidad; no creo que sea justo entregarle semejante honor a un país que no trabajó previamente para ese objetivo.

Además, considero equivocado el hecho de haber hecho el Euro 2012 en dos países como Polonia y Ucrania. En el 2000 los organizadores fueron Holanda y Bélgica y en el 2008 Suiza y Austria: los cuatro son países muy chicos y se justificó así el hecho de compartirse el evento, porque para ellos tenía realmente sentido.

Ucrania, en cambio, por sí solo es uno de los países más grandes del Viejo Continente, con 600 mil y pico kilómetros cuadrados. Así, junto a Polonia las dimensiones llegan a más o menos 915 mil. Una barbaridad, que determina enormes distancias para cubrir, todo eso con la complicación de fronteras no libres y de una "inter-comunicación" entre los dos países absolutamente inadecuada. Para no hablar de las rutas, obsoletas, en condiciones lamentables y absolutamente peligrosas.

Por hacerles un ejemplo, cuando alquilé un auto en Cracovia para ir a Poznan, el día del partido de Italia contra Croacia, tuve que firmar no se cuantos documentos en los que aseguraba que no pasaría la frontera para ir en Ucrania. Otro ejemplo es el viaje que haré para ir a la final, desde Varsovia a Kiev: 25 oras de tren pasando por Cracovia. ¡Una locura!

Los que organizan todo esto deberían acordarse más de que se trata de un evento para los aficionados y que, por esa razón, es justo organizarlo de manera que la gente pueda llegar con facilidad y pueda encontrarse cómoda, para vivirse la experiencia a pleno.

Por suerte, la pasión no se puede parar y, de todas maneras, vivimos una primera fase con muchos hinchas y realmente divertida. Ahora les tengo fe a los alemanes, para la semifinal en Varsovia, puesto que Polonia para ellos queda muy cerquita. Si bien eso transformará a Alemania prácticamente en el equipo local contra Italia, por lo menos deberíamos gozar de un ambiente "lleno de onda".

Pero para el partido que veré aquí estoy seguro de que encontraré muy pocos españoles y portugueses. Lo que es una lástima, especialmente porque la hinchada verde y roja está realmente "copada". Por los españoles, lamento decirles que no me va a doler mucho: es que realmente encontré muy ofensivo e irrespetuoso eso de silbar los himnos nacionales de todos sus rivales. Pero de todas maneras, a pesar de mis impresiones personales, claramente no considero justo que no puedan seguir a su selección.