Los Brooklyn Nets, con o sin Dwight Howard están destinados a ser una fuerza en la División del Atlántico y en toda la Conferencia Este.
¿Por qué? Muy simple.
Ensamblaron la mejor línea trasera de la división con la permanencia de su base estrella Deron Williams (100 millones) y del pequeño delantero Gerald Wallace (40 millones) y la adquisición del alero Joe Johnson desde los Hawks de Atlanta. Eso para empezar.
Si no consiguen al controversial centro desde el Orlando Magic, entonces mantendrán a su pívot estrella Brook Lopez, uno de los mejores de la NBA, y contrataron al delantero estrella europeo Mirza Teletovic, y a lo mejor conservan a la celebridad y especialista de los dobles-dobles Kris Humpries.
Obviamente que Howard es un jugador de su posición realmente excepcional, de esos que aparecen cada cierto tiempo, y los de Brooklyn no querían perder esa gran oportunidad de tenerlo y ensamblar el nuevo súper equipo de la liga.
Con Dwight cubriendo el centro de la pintura del nuevo y majestuoso Barclays Center, los Nets eran candidatos a la corona de inmediato. Haría un impacto similar al que hizo Shaquille O'Neal con Los Angeles Lakers - saliendo por coincidencia del Magic- al comienzo de la década pasada.
Para poder conseguirlo tenían que realizar una complicada operación que involucraba a cuatro equipos y 12 jugadores como mínimo más una buena cantidad de futuras selecciones en el sorteo universitario.
Las partes involucradas, por supuesto, los Nets y el Magic, con los Cleveland Cavaliers y Los Angeles Clippers como acomodadores, o tal vez los Charlotte Bobcats o los Minnesota Timberwolves.
La operación sería la siguiente: los Nets recibirían a Howard, Jason Richardson, Chris Durhon y Earl Clark. Orlando a Lopez, Luke Walton, Damion Hames, Shelden Williams, Armon Johnson y tres picks de primera ronda -dos de los Nets y una de los Clippers-. Cleveland recibiría a Humprhies, Quentin Richardson, Sundiata Gaines, una selección de los Nets y tres millones de dólares en efectivo. Mientras que los Clippers obtendrían al alero de los Nets MarShon Brooks.
Todo esto dependía de un factor importante: Humpries. El delantero de poder es un agente libre sin restricciones y no quiere un acuerdo de una temporada como le han propuesto. Pero él y Howard tienen al mismo agente, Dan Fegan, quien trabajaba intensamente para convencer a su cliente.
El drama tuvo su desenlace hace unas horas cuando Brooklyn se retiró de las negociaciones. Pero lo cierto es que los Nets serán los grandes ganadores y candidatos a la consagración con o sin Howard.